Todas las alarmas han saltado en los últimos días. El partido del miércoles está en un terreno que roza lo peligroso y donde los jugadores atléticos podrían haberse contagiado de la euforia de la afición. El ambiente está muy caldeado en las orillas del Manzanares, ya que el resultado de la ida no sentó nada bien en el Calderón, y van a preparar una olla para el choque. 

El juego lo inició Simeone en rueda de prensa tras el resultado de la ida. Sus palabras parece que calaron hondo en los jugadores, ejemplo de ello son Koke o Saúl, y se extendieron a la grada. A raíz de ello, se creo una sobreexcitación tanto en la plantilla como en la afición. El Madrid tiene miedo de la dureza con la que se puedan emplear los futbolistas rojiblancos. El Atleti está contra las cuerdas y si el partido no se da como ellos quieren, esa euforia se convertiría en frustración y podrían ser los jugadores blancos quienes pagaran el pato.

Los mensajes por redes sociales tanto del club, como de los seguidores, han avivado aún más el fuego. Los jugadores blancos saben a la perfección lo que se van a encontrar el miércoles, pero no quieren que el encuentro se descontrole en cuanto a resultado y dureza. A mes vista del final de temporada, Zidane no puede permitirse perder ninguna pieza clave de su esquema y el Real Madrid espera que el nivel de agresividad sólo quede patente en el graderío. 

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