El Real Madrid siempre se ha caracterizado por ser un club internacional. Sin embargo, desde el comienzo de su segundo mandato, el presidente Florentino Pérez ha tratado de dotar al equipo de esa entidad nacional que tanto se veía en el pasado. El Madrid es un club español, y sus aficionados disfrutan mucho viendo triunfar a un jugador nacido en su tierra. De ahí el gran impacto que tienen jugadores como Isco o Marco Asensio. Pero donde mejor se puede ver esto es en la cantera.

EL CASTILLA, PRIMER INDICIO

Conocida tradicionalmente como La Fábrica, las categorías inferiores blancas rebosan de talento nacional. Y es que basta con echar un vistazo a sus plantillas para percatarse de ello. En el Castilla tan solo se encuentran tres extranjeros: Luca Zidane -francés-, Luismi Quezada -dominicano- y Franchu -argentino-. Para más inri, los dos primeros tienen la doble nacionalidad española. El resto de la plantilla, es decir, los 20 jugadores restantes, son españoles.

El Castilla celebra un gol

EN LOS JUVENILES LA TENDENCIA SE ACENTÚA

Más visible resulta esto en el resto de categorías inferiores. En el Juvenil A, nuevamente, tan solo hay tres extranjeros: Jordi Govea -ecuatoriano-, Augusto Galván -brasileño, fichado esta temporada- e Ismael Alvárez -procedente de Guinea Ecuatorial pero con la doble nacionalidad española-. De los 22 restantes, tres de ellos poseen una segunda nacionalidad. Moha Ramos es, además de español, senegalés; Sergio López, alemán; y Moha, marroquí. Sin embargo, todos ellos continúan con la española como principal nacionalidad. En el Juvenil B, la lista se reduce a un solo nombre: Benjamín Garay. Es argentino y hermano de Ezequiel Garay, central del Valencia y exjugador blanco. Y así, a medida que se desciende de categoría, el porcentaje de jugadores españoles de cada equipo va creciendo. Una fábrica de talento. De talento especialmente nacional.

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