Arrancaban los playoffs en el WiZink Center con un invitado especial. Nada más y nada menos que Luka Doncic volvía a la que fue su casa y no dudó en alentar a sus compañeros en el vestuario antes de salir a la cancha. El Real Madrid se llevó la victoria en un choque de verdadero infarto y que se decidió en el último minuto. [Narración y estadísticas: Real Madrid 75-72 Panathinaikos]

Real Madrid - Panathianikos Agencia EFE

El partido comenzó con ataques lentos y con las ideas no muy claras, en gran culpa por la enérgica defensa de Taylor sobre Calathes, que no podía liberarse del sueco con comodidad. Además, el '44' estuvo acertado en ataque, anotando los ocho primeros puntos de su equipo. El cuadro griego no empezó con la puntería muy afinada y solo anotó cuatro puntos en los cinco primeros minutos. 

El primer problema para los locales fueron las dos faltas personales de Tavares en el primer cuarto, lo que obligó a Pablo Laso a mover el banquillo antes de lo que le gustaría. A pesar de la ventaja en el marcador, las faltas siguieron siendo un quebradero de cabeza para el técnico vasco. Tras un intercambio de canastas, el equipo merengue salió con una ligera ventaja de los primeros diez minutos (21-17).

El segundo acto siguió con la misma intensidad, pero con un acierto menos y con los equipos muy erráticos en el lanzamiento exterior. La gran defensa sobre el base del Panathinaikos complicó mucho las jugadas de pizarra de Rick Pitino, pero pese a ello, se mantuvo en el partido aprovechando las pérdidas de su rival. 

Para intentar solucionar los problemas de anotación, la receta iba a ser Carroll y Thompkins, que entraron con buen pie al choque. Varias acciones polémicas cerca del descanso obligaron a los árbitros a amenazar con técnicas a los jugadores merengues, que no se podían creer uno de los fallos que acabó en triple para los helenos. Un apretón de los blancos comandado por Causeur propició una de las máximas diferencias al descanso (43-35).

Tras el paso por vestuarios se vio un reflejo de los primeros minutos del choque, ya que Taylor volvió a reinar por encima del resto, pero su tercera falta personal le hizo durar solo el primer minuto. El Panathinaikos estaba perdido en la pista y los errores se producían uno detrás de otro. El duelo entre Campazzo y Calathes se trasladó incluso sin la pelota en juego, con varios empujones entre ambos.

La estrategia siguió siendo clara: dejar tirar de tres a Calathes para forzar el fallo. En unos minutos de desajustes, los griegos consiguieron acercarse a tan solo cuatro puntos. Ambos equipos dejaron toda la emoción para los últimos diez minutos y con la sensación de que el cuadro heleno volvía a reengancharse a un partido que creía perdido. 

Real Madrid - Panathianikos Agencia EFE

El último cuarto se abrió con un triple marca de la casa de Carroll que permitía tomar oxígeno a sus compañeros y seguir con el mando en el electrónico. Las siete vidas de los griegos parecían no tener fin y dos buenas jugadas ofensivas les permitían colocarse nuevamente a siete puntos. 

El Real Madrid gana desde la defensa

El Panathinaikos se puso por delante y el malestar con los colegiados siguió creciendo por varias situaciones muy polémicas que caían del lado heleno. A falta de dos minutos para el final, los visitantes se colocaron tres arriba y con la moral por las nubes para asaltar el WiZink Center. Dos tiros libres de Carroll devolvieron la ventaja a los locales a falta de 50 segundos. Thomas falló el triple que pudo forzar la prórroga y el primer punto se quedó en Madrid. 

La intimidación de Tavares, con tapón incluido a Langford en el rebote del tiro final de Thomas, y la resurrección de Campazzo en los instantes decisivos ponen al Real Madrid con ventaja en una eliminatoria que será dura y quién sabe si larga. De momento, el conjunto de Pablo Laso consiguió dar el primer paso hacia la Final Four de Vitoria con la defensa como estandarte en los momentos claves para tumbar al Panathinaikos. 

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