El duelo de las 16 Copas de Europa cayó del lado del rey. El Real Madrid superó al CSKA con una gran actuación y, sobre todo, después de levantarse tras un inicio que hacía temerse lo peor. Ahora espera Obradovic, el señor de las Euroligas, en la final. Llull y Ayón lideraron al conjunto blanco en los momentos decisivos del encuentro. El conjunto rojo, habitual de la Final Four pero solo un título en la última década, volvió a chocarse contra su particular kryptonita. Esta vez el héroe antiruso fue un barbudo que viste el '23' y que ha demostrado tener el mismo carácter inmortal que el club del escudo que lleva marcado a fuego en el pecho. (Así vivimos el partido en directo)

La dificultad del reto la descubrió el Real Madrid nada más comenzar el choque. Con diez puntos de Higgins, los de Itoudis se escaparon por primera vez con un parcial de 13-7 ante la escasa puntería exterior de los blancos. La línea de tiros libres se convertía también en un trauma con un pésimo 5/10 en el periodo inicial. Campazzo, ya recuperado, servía para frenar a Sergio Rodríguez aunque De Colo se ponía las botas a base de recibir faltas.  El 30-20 de los diez primeros minutos eran un serio aviso al conjunto de Pablo Laso. Se necesitaba cambiar el chip para que la caída en Belgrado no fuera rápida y violenta. 

EL MADRID LLEGA AL PARTIDO

La revolución llegó con el segundo periodo y después de la pertinente 'Lasina'. La bronca del entrenador funcionó porque en un abrir y cerrar de ojos el Madrid se puso por delante gracias a un triple de Llull (32-34). Carroll, acto seguido, ampliaba ventaja y los blancos ya creían. Había partido. Con la llegada del equipo merengue a la pelea, Itoudis tiró de la pareja exmadridista formada por 'El Chacho' y Hunter para rebajar la euforia de los de Laso. Sin embargo, el Madrid ya había llegado al encuentro y mantenía los tirones de De Colo con un Llull espectacular. Una canasta de Thompkins sobre la bocina daba, además, al conjunto español la baza psicológica de marcharse por delante en el marcador al descanso.

Doncic en el partido ante CSKA. Foto: euroleague.net

Doncic, tan observado que la propia NBA mandó un mensaje al esloveno antes del partido, no sentía la presión y los triples de los blancos entraban uno detrás de otro después de los errores en el primer periodo. Causeur y Taylor aportaban una intensidad extra en defensa y el equipo merengue comenzó en el tercer periodo poco a poco a escaparse. El 51-60 en la reanudación bien señalaba el atasco en ataque de un CSKA que no podía mantener el ritmo. El conjunto de Laso mordía atrás e Itoudis no encontraba la fórmula a pesar de contar con una plantilla tan rica en millones como en recursos. Ayón se imponía bajo los tableros ante los poderosos interiores rusos. El duelo había evolucionado y el guion era completamente diferente al del comienzo. El Madrid se transformó y dejó atrás su traje de cenicienta para ponerse el de bestia de la Final Four (56-63). 

LLULL Y AYÓN ACABAN CON EL CSKA

A pesar de una breve reacción del CSKA al inicio del último periodo (61-64), el Madrid lograría escaparse otra vez desde más allá del 6,75. Llull y Thompkins ponían el 61-73 y acercaban mucho a los blancos a la final. Más aún tras una antideportiva de Sergio Rodríguez fruto de la desesperación. Tavares y Kurbanov fueron los primeros eliminados en un versión gris de ambos, especialmente del ruso que no pudo cumplir con su objetivo de frenar a Doncic. Sin embargo, el encuentro entró en esa fase de poco juego y muchos tiros libres que volvían a lastrar a un conjunto madrileño que terminó con un paupérrimo 17/30. Clyburn, gran actuación del estadounidense con 16 puntos, puso el 73-76 a falta de solo cuatro minutos. 

Ayón ante CSKA

Pero cuando el balón quema y el tiempo apremia allí aparece Sergio Llull. El base, olvidando por completo la lesión que le ha mantenido tantos meses fuera de las canchas, y un gigante como Gustavo Ayón cogieron la responsabilidad para llevar al Real Madrid a la gran final contra el Fenerbahçe. La goma del CSKA no fue suficiente y el 75-85 en solo dos minutos sentenció el partido. No fue un duelo dedicado al showtime, pero este equipo blanco también tiene oficio y con ello consiguió derrotar al gran favorito y multimillonario conjunto ruso. La Final Four volvió a ser un viacrucis para el CSKA, mientras que el Real Madrid tendrá la oportunidad de recuperar el trono que ya consiguió en 2015. Enfrente tendrá al entrenador leyenda que acumula tantas coronas europeas como el club merengue. El domingo, a las 20:00 horas, el desempate. 

CSKA MOSCÚ 83-92 REAL MADRID

CSKA Moscú: Antonov (0), Rodríguez (5), Higgins (15), Kurbanov (7), Hunter (4) -cinco inicial- De Colo (20), Rudd (0), Fridzon (0), Vorontsevich (0), Clyburn (16), Khryapa (0), Hines (16).

Entrenador: Dimitrios Itoudis.

Real Madrid: Doncic (16), Campazzo (0), Taylor (3), Reyes (5), Ayón (12) -cinco inicial- Causeur (6), Randolph (2), Fernández (6), Carroll (9), Tavares (5), Llull (16), Thompkins (12).

Entrenador: Pablo Laso.

Árbitros: Lamonica, Lottermoser y Boltauzer.

Parciales: 30.20 | 16-27 | 10-16 | 27-29.

Incidencias: Partido correspondiente a las semifinales de la Final Four de Euroliga que se disputó en el Stark Arena (Belgrado).