Obsolescencia y las actualizaciones a largo plazo: ¿deberían los fabricantes replantear sus políticas?

Obsolescencia y las actualizaciones a largo plazo: ¿deberían los fabricantes replantear sus políticas?

Tutoriales

Pantallas OLED: verdades y mentiras de esta tecnología

Las pantallas OLED se están haciendo muy populares. Y siempre arrastran polémica. Pero ¿qué hay de cierto en todo lo que se dice de ellas?

8 noviembre, 2017 11:12

Las pantallas orgánicas OLED arrastran polémica debido a los recientes problemas en móviles como el Pixel 2 XL. Ahora bien: ¿qué es verdad y qué mentira de todo lo que se dice?

He tenido pantallas de todos los tipos y analizado smartphones con toda clase de paneles. De buena calidad, de calidad mejorable, pantallas que apenas se distinguen a la luz del día… Y también puedo diferenciar claramente entre paneles OLED y LCD: llevo usando ambos, y comparándolos, desde hace años. Así que conozco en primera persona toda la polémica que arrastran los paneles orgánicos.

El OLED es un tipo de pantalla compuesta por diodos orgánicos que se iluminarán de los distintos colores para crear las imágenes. Sin entrar a nivel técnico, existen notables diferencias con respecto a los paneles LCD. Muchas de ellas son ventajosas, aunque también existen diversos problemas asociados a las pantallas orgánicas que son inherentes a la tecnología.

Principales diferencias entre LCD y OLED

Los paneles orgánicos son más delgados que las pantallas que utilizan el cristal como base para colocar los distintos diodos. Estas necesitan una lámpara LED por debajo para iluminar los píxeles encendidos con los diferentes colores. Aquí radica la principal diferencia a nivel de uso entre ambas tecnologías.

  • Las pantallas OLED no necesitan encender todo el panel ya que cada píxel se ilumina de forma independiente.
  • Las zonas negras de cada imagen son verdaderamente negras porque ningún píxel necesita encenderse. En el LCD son grises.
  • Al no encender las zonas negras, las pantallas OLED gastan menos energía representando imágenes oscuras.

Los paneles OLED son más delgados porque no necesitan hacer uso de láminas de cristal: una capa de plástico suele sustentar los diodos. También pueden doblarse, de ahí que veamos la gama Edge en Samsung con este tipo de paneles. Incluso sería factible hacer una pulsera móvil con esta tecnología, hay prototipos que caminan en este sentido.

Las ventajas son notorias, pero también sus desventajas. Ya sabemos que las pantallas OLED ofrecen distintas tonalidades según el ángulo de visión, esto es inherente a la tecnología. También que pueden persistir imágenes si se quedan impresas en pantalla durante mucho tiempo; el famoso «quemado» de las OLED.

OLED es la tecnología genérica que basa la emisión de luz en los diodos orgánicos, pero cada fabricante ha desarrollado su propio modo de construir los paneles implementando también una terminología propia. Es el caso de los paneles AMOLED de Samsung, la más veterana en este campo dentro de los dispositivos móviles. O las pantallas P-OLED de LG, ahora en discordia.

AMOLED, P-OLED, Optic AMOLED… Cada fabricante de pantallas utiliza su tecnología

Ya sabemos que los paneles LCD y OLED son distintos y que la tecnología detrás de ellos es diferente por más que el resultado tienda a unificarse: ambas representan las imágenes con fidelidad, permiten alta resolución, ofrecen un nivel elevado de brillo y son aptas para cualquier dispositivo. Pero la mala fama se ha cebado con los paneles orgánicos, a menudo sin razón.

¿Son ciertas las siguientes afirmaciones de las pantallas OLED?

Vayamos con el tema que nos ocupa, que no es otro que desmentir, o no, algunas de las desventajas que tienen las pantallas OLED. También sus ventajas, que no todo lo que parece bueno finalmente termina siéndolo. ¿Es cierto todo lo que cuentan de los paneles móviles orgánicos?

Todas las pantallas OLED se «queman»

Empezamos con la primera afirmación que sale a la luz cuando se habla de este tipo de paneles. Y sí, es cierto que los diodos orgánicos acusan de cierto «efecto memoria» que les hace mantener el halo de las imágenes que se quedan estáticas durante mucho tiempo. Con otra desventaja que también es cierta: si la imagen permanece en exceso durante la vida útil de la pantalla esta se quedará para siempre con la marca. El famoso quemado.

El efecto quemado de las pantallas OLED no tiene por qué aparecer en todos los móviles

Los fabricantes avisan sobre ello y está más que constatado, pero vayamos con la realidad. ¿Vas a sufrir los quemados en tu pantalla OLED sí o sí? La respuesta es no. De hecho, los fabricantes toman medidas para que esto no ocurra. Desplazamiento mínimo de elementos fijos de la interfaz, como los botones; menor brillo para esos elementos; también es más habitual utilizar interfaces negras que mitigan el quemado de los blancos.

Llevo con móviles OLED desde mi primer Samsung Galaxy S2 y jamás se ha quedado marcado ningún rastro. Por lo general, esto afecta a los móviles de exposición ya que permanecen durante horas con la pantalla encendida. Con un uso normal una pantalla OLED no tiene por qué quemarse; por más que sí haya móviles que se vean más afectados por este problema.

Las pantallas OLED cambian de tonalidad según el ángulo de visión

Esto es cierto, los mismos fabricantes suelen advertirlo. Paneles que viran a los colores fríos o a los cálidos cuando se gira el móvil delante de la cara. Puede apreciarse, pero el matiz estaría en si realmente afecta a la experiencia de uso.

¿Afecta tan negativamente la variación de tonalidad? Depende de los gustos

Vemos el smartphone de frente, no giramos la cabeza para mirarlo desde una esquina. Eso sí, no todos los paneles OLED tienen la misma calidad, por lo que esto podría afectar de forma más o menos negativa. Incluso imperceptible para la mayoría, por lo que tampoco sería un verdadero problema per se.

Las pantallas OLED son mucho más saturadas

Otro de esos mantras que suelen martillear cuando se menosprecian este tipo de pantallas. Es cierto que los fabricantes han aprovechado la mejor representación de color de este tipo de paneles para conseguir que vibrasen más en pantalla, pero todo depende de la calibración que se le dé al móvil. Ergo, es falso que un móvil con pantalla OLED tenga obligatoriamente los colores saturados.

La misma Google apostó por una representación más natural de los colores en las pantallas de sus Pixel 2; algo que ha tenido que solucionar en la última actualización. Y Samsung lleva años incluyendo el modo natural en sus Galaxy; con el que se consigue mucha menos saturación.

Las pantallas OLED consumen mucho menos que las LCD

Esto es verdadero en la teoría, pero falso en la práctica. Por lo general, las interfaces móviles no son negras, por lo que un panel OLED termina usando los mismos píxeles que un LCD. Y forzar el negro en el móvil, con aplicaciones como aplicar líneas negras para que el OLED consuma menos, termina en un ahorro de escasos mAh. A cambio de una peor experiencia que tampoco vale la pena.

Las pantallas OLED tienen mejor contraste

Esto es cierto debido a la naturaleza de los píxeles y a su modo de funcionar. Como los negros no implican iluminación ya que en los paneles OLED los diodos están apagados, este tipo de pantallas obtienen un mejor contraste en los tonos oscuros. Esto favorece, sobre todo, al contenido multimedia.

Cada móvil hace un uso particular de su pantalla

 

Podemos hablar de las generalidades de una tecnología y reseñar los inconvenientes y las ventajas de cada una en base a sus características físicas, pero cada caso será siempre particular. Un móvil puede ser mejor cambiándole la pantalla OLED por una LCD, incluso al revés. No todos los paneles son iguales: existen fabricantes con distintas experiencias y también rangos de precios.

Por más que haya características comunes, un móvil es demasiado complejo para generalizar por su pantalla

Móviles modernos han visto ver quemadas sus pantallas, como el Nexus 6P. Ya hemos visto que el panel de los Pixel 2 XL está muy lejos en términos de calidad con una pantalla AMOLED de Samsung que podemos encontrar en los Galaxy o en el iPhone X. Y también entran los gustos: siempre habrá quién prefiera un panel OLED o LCD criticando al contrario.

Más allá de la calidad de las pantallas, su tecnología, fabricante, matriz de píxeles o resolución, debemos valorar al móvil en su conjunto y con la experiencia real que arroje. También asegurarnos de que la garantía cubre los posibles defectos. Nunca se sabe.