El auge de las redes sociales trajo consigo a unos «semidioses» que se erigieron como los famosos estrella de Internet: los influencers. Todo gracias a la cultura del Like, Me gusta o corazón: cuanto más repercusión amase su contenido más rédito virtual, atención y dinero recibirán. Ahora bien: ¿y si las redes sociales no mostrasen dicha repercusión?

Instagram lleva meses probando el ocultar los Me gusta con resultados positivos: no solo es útil para evitar la obsesión por las interacciones, también permite que el contenido sea de mucha mayor calidad. Está claro que dejaremos de ver los corazones en Instagram; y parece que Facebook, la empresa matriz, se encuentra probando esta misma estrategia en su red social.

Facebook experimenta con el contador de Me gusta: este podría desaparecer

Facebook sin el contador de Likes. Imagen de Jane Manchun

Resulta lógico que busquemos repercusión en nuestras interacciones sociales, especialmente si las redes son públicas: recibir un Like implica que a alguien le gusta lo que hacemos. Ahora bien, obsesionarse con los corazones no solo es contraproducente para nuestras relaciones personales, también hace mella en la calidad de las redes sociales; llegando hasta el extremo de dañar la salud mental de aquellas personas necesitadas continuamente de atención.

Jane Manchun Wong es una experta en la ingeniería inversa de las aplicaciones móviles que se ha labrado un currículum a fuerza de avanzar las futuras funciones de colosos como Instagram, Twitter, Spotify o Facebook, protagonista del artículo que te encuentras leyendo. Ha sido ella la que ha descubierto el experimento de dicha Facebook: una vez Instagram ha demostrado que los efectos de esconder los Likes son positivos, resulta lógico que lleve la experiencia a su propia red social.

Como ha demostrado Jane con las capturas de su propia cosecha, el contador de repercusiones quedaría escondido a pesar de que sí aparecerían los tipos de impacto recibidos. Es decir, debajo de las actualizaciones de estado y contenido compartido aparecería la mano del Like, las caras de interacción o el corazón de Me encanta; desapareciendo el conteo total de interacciones. Sí permanecerían el número de compartidos y el de comentarios.

A pesar de que el contador de Me gusta desaparecería de manera pública este permanecerá en las estadísticas privadas de usuarios, grupos y páginas. El experimento solo afecta a las visualizaciones públicas, por lo que resultará mucho más complicado ver la repercusión: solo será posible conocerla siendo el autor del contenido o que dicho autor decida compartir las estadísticas con nosotros.

Facebook quiere quitar el contador de Likes

Encontramos positivo que Facebook también se decida esconder los contadores: es una manera muy sencilla y efectiva de aumentar la calidad del contenido, destapar a los falsos influencers y, sobre todo, de evitar que los usuarios se obsesionen por la repercusión social. A fin de cuentas los Likes nunca serán mejores que los cumplidos sinceros de las personas que realmente tenemos cerca. Es una lástima que con las redes sociales estemos perdiendo el sentido de la amistad.