Los juegos y el móvil siempre han estado estrechamente ligados, incluso antes de la época del smartphone, donde podemos disfrutar de juegos dignos de consola. ¿Quién no se pasó horas y horas agarrado a su Nokia intentando superar la puntuación de tu amigo en la Serpiente?

Luego llegaron los smartphones y la opción de descargar miles de juegos -de hecho ya se podía antes, pero hasta la llegada de Android e iOS no se popularizó-. Ahora contamos con juegos como Modern Combat o Asphalt, técnicamente impresionantes, máquinas de hacer dinero como Candy Crush o Clash of Clans y su formato free-to-play, pero los juegos para móviles no siempre han sido así.

En sus orígenes tendían a ser muy sencillos, buscando sacar partido de algunos elementos únicos del smartphone como los acelerómetros o la pantalla táctil.

Paper Toss

Una bola de papel, un ventilador y una papelera. Tratar de encestar con una corriente de aire desviando nuestra pelota era más difícil de lo que parece, y también era adictivo. Vaya si lo era. Quien no pasase horas y horas tratando de superar su propia puntuación -¿Dejavú de la serpiente?- que tire la primera piedra. O el primer papel. Pero que ponga el ventilador.

Labyrinth

De pequeño todos tuvimos algún juguete en el que había que llevar una bola superando obstáculos inclinando el artefacto. Pero el hacerlo con un teléfono tenía algo de fascinante, y ver como la bolita se movía como si fuera real entre los agujeros. Luego salió la segunda parte, donde se ampliaba el espectro de obstáculos, pero no tenía el encanto de la primera.

Doodle Jump

Pocos juegos han alcanzado el nivel de adicción y de encanto de este garabato saltarín. Su premisa no podía ser más sencilla: el bicho iba saltando sin parar y nosotros debíamos inclinar el teléfono para dirigirlo, evitando el abismo y a los enemigos. Un endless runner que podía tornarse también muy fustrante.

Temple Run

Una mecánica simple mezclada con un apartado técnico muy llamativo. El juego te ponía en control de un personaje que simplemente corre y tú debías hacerle evitar obstáculos mientras recogías monedas para lograr la máxima puntuación. Todo en una ambientación amazónica muy Indiana Jones.

Cut the Rope

Darle un caramelo a una rana nunca fue el objetivo vital de nadie, y menos si todo tenía tantas complicaciones, pero este juego de puzzles logró tenernos hora y horas enganchados y cortando cuerdas para que la maldita golosina llegase a su destino.

Dragon, Fly!

Los dragones molan, especialmente si son grandes, pero los pequeños también tienen su gracia. Este juego nos ponía en la piel de un dragón recién nacido que debía usar las colinas del reino para deslizarse y tratar de despegar, logrando el vuelo lo más largo posible gracias a toques precisos. Sencillez y adicción, un combo peligroso.

Defender

La defensa de la torre posiblemente sea uno de los géneros con más éxito en plataformas móviles (Plants vs Zombies sería el mayor exponente). En este juego debíamos defender un castillo de oleadas y oleadas de monstruos con ideas poco amistosas. A nuestra disposición, un cañón de flechas y poderosos hechizos.

Fruit Ninja

Asesinos silenciosos y con gran habilidad para descuartizar fruta. Este juego nos tuvo meses cortando sandías y melones al vuelo. ¿No sabías que podías pasar tanto tiempo haciendo eso? Nosotros tampoco, pero es que con una katana todo es divertido.