Os contamos cómo podéis poner un vídeo en el móvil para un niño y bloquear la pantalla y los botones para que no se pare por accidente ni se pueda entrar en otras apps.

Tener un móvil con niños alrededor es diferente de tenerlo sin ellos. Más allá de que a alguno le de por experimentar cómo saben o de si resistirá una prueba de lanzamiento por encima de la cuna, el uso que hacen de los mismos está condicionado por aspectos que nosotros no valoramos.

Cuando queremos que un niño se entretenga mirando un vídeo en Youtube o quizás en Netflix podemos ponerlo y dejar el dispositivo delante suya pero con mucha probabilidad intentará tocar la pantalla o los botones mientras mira.

Eso podría parar la reproducción, abrir otra aplicación o básicamente hacer que tengamos que estar demasiado pendientes, algo que queríamos evitar al poner el capítulo de turno de Dora la Exploradora.

A bloquear la pantalla se ha dicho

Para evitar esas acciones podemos hacer uso de la opción que tienen muchos móviles Android de mantener fija una aplicación, aunque eso no evitaría que se puedan pulsar los botones.

La alternativa es usar una aplicación llamada Touch Lock que permite configurar bastante el manejo de un móvil una vez bloqueamos la pantalla en una aplicación en concreto.

Par ello simplemente tendremos que instalarla y ejecutar la app desde la notificación, lo que bloqueará los controles de volumen, los botones de navegación y la pantalla. Lo único que queda accesible es el botón de encendido.

Además evita que podamos tomar capturas de pantalla una vez tenemos la aplicación corriendo en primer plano.

Sirve con cualquier aplicación aunque en el caso de Netflix hemos de hacerlo de manera ligeramente diferente ya que hemos de activarla, abrir el vídeo y justo cuando está cargando pulsar de nuevo la notificación flotante que aparece.

La aplicación también tiene una serie de vídeos para niños sugeridos y nos permite importar algunos desde Youtube.

Además es gratuita y no tiene compras dentro de la aplicación por lo que no tenemos excusa para no probarla en el caso de que nos resulte útil.