Los colores llamativos han invadido nuestros smartphones dejando a un lado los oscuros grises y los aburridos blancos. ¿Por qué?

Personalmente pienso que nuestro smartphone es un elemento muy íntimo de nuestra vida. Sí, lo enseñamos a nuestros amigos, presumimos de él… pero lo que esconde y guarda nos pertenece. Y es una herramienta que usamos día a día. Por ello antaño, cuando no eran llamativos, los colores apagados predominaban para no llamar la atención.

Ahora, junto al diseño se han unido los colores llamativos. Empezamos con el dorado y con el rosa, y hemos acabado teniendo dispositivos azules, verdes, rojos… El diseño ahora se ha vuelto algo primordial en el diseño de nuestros smartphones. Y nos queda una larga retahíla de diseños que ver tanto en este año como en los venideros.

Algo sólo reservado a la gama alta… al principio

Esta característica se reservaba al inicio a las gamas más altas. Un teléfono muy novedoso se vendía mejor si los usuarios podían presumir más de haberse gastado ese dineral en su color favorito. Quizás las empresas que más han potenciado esta tendencia hayan sido Samsung, Huawei y Honor.

Recuerdo los primeros modelos de ambas marcas en las que vimos estos cambios.  Samsung le dio un toque azulado a su mítico Samsung Galaxy S5 y se atrevió mucho con el Galaxy S6, llegando a haber una versión en un verde esmeralda precioso. Huawei le dio un toque de color a su Huawei P10 muy variado y Honor, desde el 8, ha adoptado un característico tono azul que aún conserva.

¿Y qué tienen en común el Samsung Galaxy S6, el Huawei P10 y el Honor 8? Que son teléfonos de gama alta. Esta paleta de colores tan dispar del resto sólo se reservaba a las altas esferas de Android. Es razonable, ya que así potencias que tu producto irradie la palabra «premium» por todos lados. Sólo imaginaos la situación de sacar en la mesa un smartphone de color verde.

Claramente hay colores que se llevan mejor que otros. Mientras que el Huawei P10 verde no es que fuera demasiado popular (personalmente, lo entiendo) el característico color azul de Honor ha sido un éxito. De hecho, son el Honor 9 y el Honor View 10 los que han perpetuado que este atrevimiento por usar colores llamativos se intensifique.

Si vas a gastarte un dineral ¿qué menos que se entere todo el mundo?

Fue con el tiempo cuando las empresas comenzaron a ver que este tirón funcionaba. Y la mejor forma de venderlo era extraer la idea y sacarla de la gama alta para trasladarla a la media. Porque no tenemos que desembolsar todo nuestro dinero para tener un color con el que nos sintamos orgullosos de nuestro smartphone. Y es ahora cuando vemos clara la tendencia.

Hay materiales en los que sí, y otros en los que no

Aunque no basta con ponerle un color bonito a un smartphone. Está claro que un color llamativo se verá mucho más recalcado en cristal que en metal. Esto es una baza importante a la hora de implementar el color, y motivo principal por el que estos cambios de colores se llevaban sólo a la gama alta: por los materiales de construcción.

Hay teléfonos en los que un color muy estridente en un material determinado puede estropear su estética. Dos claros ejemplos son el HTC U11 y el Honor 9. El color más característico de ambos son el azul y el gris, respectivamente. Y los dos interpretan dicha estética de forma completamente opuestas.

Mientras que en el HTC U11 el color se diluye con esa especie de acabado «acuoso» que tanto le caracteriza, las líneas brillantes del cristal liso del Honor 9 le dan un aspecto mucho más vistoso. ¿Esto significa que HTC ha errado? Para nada. Son dos formas diferentes de ver el color de un smartphone, y que uno guste más depende mucho del comprador y de los gustos del comprador de esa marca.

Y ahora el metal está ganando poco a poco terreno sobre el cristal. Seguimos viendo diferencias claras respecto a terminales de gama alta y media, pero ahora se saben escoger mejor los colores. ¿Por qué? Porque mientras que en el cristal vemos colores más fríos para resaltar el material, en el metal vemos colores muy estridentes.

La gama media, el metal y el rojo fuego

Últimamente estamos viendo otra tendencia con menos peso pero que va cogiendo fuerza. Esto de los colores vistosos se está trasladando a la gama media, y lo estamos viendo en terminales en los que hace un tiempo no creeríamos que los tendrían. El mejor ejemplo es el súper ventas Xiaomi Mi A1, que posee una edición especial en rojo.

Porque si hay algún color que llame la atención aparte del azul (que ya está pillado por Honor) es el rojo. Un terminal rojo suscitará preguntas y miradas, mires por dónde lo mires. Y claro, no es el único segmento en el que vemos esto. El rojo casa mucho mejor con el metal que con el cristal, y los «pocos» terminales de metal de gama media (y algunos de gama alta) están empezando a adoptar el color.

Aunque por ahora se está reservando este movimiento para fechas específicas (San Valentín es un buen ejemplo), va cogiendo fuerza. Quién sabe, igual pasamos de los colores de siempre (negro, dorado y rosa) y vamos más allá como fue Samsung con su S6. Quizás aparte del rojo y el azul veamos auténticas locuras, como verde, celeste o incluso el morado del nuevo Huawei P20 Pro.

Conclusión: ¡genial!

Aunque el color que más echo de menos es el blanco (ya apenas lo veo si no es con dorado), adoro esta tendencia. No me gusta tener un dispositivo aburrido que vaya a llevar meses y no me diga nada en su diseño. Sí, puede llenarme en todos los demás aspectos, pero que el usuario pueda elegir qué es lo que más se ajusta a su estética debería ser de sentido común.

Con un poco de cabeza (porque puede haber algunas locuras venideras…) creo que se pueden hacer auténticas obras de arte tecnológicas. Y me sorprende que nunca nos lo hayamos planteado hasta ahora, tiempos en los que algunos terminales han conseguido que los fabricantes le den más importancia al diseño que hace un tiempo.

Por lo tanto, pido encarecidamente a los fabricantes que no dejen de ofrecer una variedad de colores así. Sí, puede que ahora sea algo más «de nicho». Pero los smartphones son parte de nuestra vida, y para gustos, colores. A si que si hay tantos gustos, tendremos que satisfacerlos. ¿No creéis?