Parece que mañana podría anunciarse la compra de HTC por parte de Google, tras meses de rumores. Analizamos los motivos que pueden llevar a un gigante como Google a comprar una empresa que a día de hoy solo pierde dinero.

Hubo un tiempo que HTC era Android,  y Android era HTC. Tras perder su trono en Android, la compañía ha ido decayendo año tras año hasta encontrarse en un punto crítico. No son muchos los que vaticinaban que HTC necesitaba un milagro para sobrevivir. Para muchos, ese milagro era ser comprada por otra compañía, una como Google.

De forma interna, hemos pasado semanas debatiendo sobre si tenía sentido que Google comprase HTC. Para muchos, era algo que tenía sentido (y os recomendamos un artículo de nuestro compañero Roberto sobre el pasado de HTC y Google) pero en mi lado personal era de los pocos que no veía sentido que Google comprase HTC, ya que es una compañía que trimestre tras trimestre arroja pérdidas.

Tras pensarlo detenidamente, empiezo a creer en que tiene sentido dicha compra. Estos serían los principales puntos clave.

Patentes, siempre lo primero

En caso de que Google acabe adquiriendo HTC, lo primero que se nos viene a la cabeza es la compra de Motorola. Recordemos que hace unos años Google se quedó con la marca Motorola, y durante esa época había dudas en el aire.

¿Quiere Google convertirse en un fabricante de móviles? A día de hoy podemos ver que sí, pero no de la manera en la que creíamos. Google dejó operar a Motorola de forma independiente, mientras que en los Pixel, es Google quien tiene el control. Eso si, dentro de los Google Pixel hay más de Motorola de lo que parece.

Hablamos de las patentes, claro está. Tener una cartera de patentes evita que una compañía deba pagar por cada tecnología que utiliza a quien la patentó. Tener una cartera de patentes es imprescindible para un fabricante que quiera competir en la más alta gama. HTC no es que haya destacado nunca por su gigantesca cartera de patentes, pero las suficientes para poder incluso hacer acuerdos con Apple. Las patentes nunca sobran.

Las patentes son un reclamo para las grandes compañías.

Ingenieros, de lo mejorcito de HTC

A veces, parece que fabricar un móvil es un proceso sencillo, pero nada más lejos de la realidad. Desde luego, no es el producto más sofisticado del mundo, pero si que es necesario un buen equipo de ingenieros dispuestos a llegar a los límites de lo que puede llegar a ser un móvil.

Ya comentamos en el tema de las patentes que mientras más, mejor. En el caso de los ingenieros podríamos decir que sucede lo mismo, aunque es más complicado. Aquí la cantidad importa menos que la calidad, y además tienes que destinarlos en un equipo adecuado.

Volvemos al caso de Motorola. Google la compró para venderla posteriormente a Lenovo. ¿Qué se quedó Google además de las jugosas patentes de Motorola? Efectivamente, el departamento conocido como ATAP, una de las joyas de la corona de Motorola (conocidos principalmente por Project ARA).

Los ingenieros de HTC han demostrado ya que tienen calidad de sobra.

Qué pasará con el departamento de Marketing

Más de uno se preguntará algo vital. Si los móviles de HTC son tan buenos (por fortuna, tras probar el HTC U11 puedo corroborarlo) ¿por qué sus ventas son tan malas?

Todo recae en el departamento de Marketing, el departamento que se encarga de decidir la estrategia de ventas. Que precio fijar, la inversión en publicidad, etc…

Sin saber exactamente como funciona una multinacional por dentro, está claro que la estrategia comercial habría sido en parte responsable que HTC no haga más que perder dinero. Fijar precios más altos que sus rivales directos, no mostrar al público las bondades de sus móviles, campañas de publicidad mal gestionadas o móviles de gama media por 500 euros son algunos motivos.

No tengo dudas de que este departamento (y/o el de comunicación, ventas, publicidad) es el aspecto que más margen de mejora tenía en HTC. No creo que Google tenga mucho interés en mantenerlo, y menos para competir frente a Apple.

Infraestructura

La mayoría de fabricantes suelen dejar la producción y manufactura en manos de alguna fábrica china. HTC es de las pocas compañías que disfruta de fábricas propias.

El peligro de tener tu propia infraestructura es que a menos que le saques un rendimiento perfecto, te sale más a cuenta subcontratar a una compañía que se encargue de la manufactura de los componentes. Es decir, todos los recursos de la fábrica deben estar activos al 100% la mayor parte de tiempo posible.

Si Google acaba comprando HTC, ver que hacer con las fábricas será uno de los principales retos a seguir. No es la primera vez que recurren a ellas (HTC ya fabricó el Google Pixel) pero en esta ocasión sería todo más complicado.

Las fábricas de HTC pueden ser un factor arriesgado.

Realidad virtual ¿Será este el punto decisivo?

Pero si hablamos de HTC, toca hablar de uno de los sectores de moda en la tecnología. Hablamos de la realidad virtual, campo en el que HTC no es solo una de las pioneras, sino además la que mejor producto ofrece.

El problema de las HTC Vive reside en la falta de portabilidad, ya que uno de los objetivos de la realidad virtual es que sea cómoda para el usuario. Algo que los móviles ya ofrecen (aunque tampoco a la perfección, aquí se nota la falta de potencia).

Durante las últimas semanas se ha hablado mucho sobre el futuro de HTC. Se comentaba que HTC quería desprenderse de su división móvil y continuar como compañía de realidad virtual, y aunque el último rumor afirma que Google solo compraría la división móvil, creo que lo que más les interesa es adquirir el lote completo. O más bien, quedarse con la división móvil a cambio de poder hincarle el diente a la realidad virtual.

Google ya tiene Daydream en smartphones, y aunque no le han sacado rendimiento (en principio, por escasas ventas de los dispositivos con soporte Daydream), con Cardboard demostraron que saben lo que hacen. Vive es prometedora, y no únicamente para consumo, sino para entornos profesionales.

Google sería capaz de quedarse HTC al completo por esta división.