Londres (enviado especial)

Rafael Nadal aterrizará en Wimbledon como número uno del mundo. La victoria de Borna Coric en la final del torneo de Halle ante Roger Federer (7-6, 3-6 y 6-2), puso fin a la racha de 20 victorias consecutivas de su rival en hierba y devolvió al español a lo más alto de la clasificación una semana después de perder esa posición a manos del suizo, que en Stuttgart sumó 98 títulos al coronarse ante Milos Raonic. Así, los dos rivales se intercambiaron la cima por sexta vez este año en apenas seis meses de competición y continuaron con el baile que comenzó el pasado febrero, cuando Federer decidió jugar en Rotterdam para intentar recuperar el uno y lo consiguió, iniciando una pelea con Nadal que a día de hoy sigue muy viva. 

El jueves, Federer debutó en Halle salvando dos bolas de partido ante Benoit Paire y desde entonces jugó sin brillantez todos sus partidos, sufriendo pese a enfrentarse con rivales de poca exigencia. El suizo, que incluso llegó a perder los nervios en las semifinales ante Denis Kudla, lanzando una pelota fuera del estadio tras fallar un golpe, compitió con el gesto torcido, optó a menudo por la queja fácil cuando le vinieron mal dadas y alcanzó la final porque el 50% de Federer en hierba sigue siendo más que el 100% de muchos otros. 

En la final, sin embargo, el empuje de un fenomenal Coric le exigió al campeón de 20 grandes algo que no encontró. En un cruce muy cerrado, que terminó con el suizo ganando ocho puntos más que su contrario (97 por 89), el joven de 21 años le puso toda la energía que le faltó a Federer, quizás demasiado cansado tras jugar nueve partidos en algo más de 10 días. Cerca de cumplir los 37 el próximo mes de agosto, la ausencia de vitalidad es un problema muy serio al que se enfrenta al helvético, como ya demostró en la pasada gira de Indian Wells y Miami, que terminó fundido, con las ideas ahogadas por el agotamiento.

Ahora, y tras entregarle el número uno a Nadal una semana después de arrebatárselo, Federer tiene un poco de margen para descansar y preparar su gran objetivo de la temporada: Wimbledon comienza el próximo 2 de julio y el suizo necesita mantenerse con fuerzas para el asalto al título. Siete partidos al mejor de cinco mangas no son cualquier cosa.

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