Melbourne (enviado especial)

“Espero que todo vaya bien con las pruebas y que tengas una recuperación rápida”. 

Tras retirarse de los cuartos de final del Abierto de Australia, Rafael Nadal recibió en su teléfono móvil un mensaje de Roger Federer, que vio por televisión cómo el número uno del mundo se marchaba cojo del encuentro ante Marin Cilic y rápidamente escribió unas palabras de ánimo para el rival más importante al que se ha enfrentado en su carrera. El suizo, clasificado para las semifinales del primer grande del año (7-6, 6-3 y 6-4 a Tomas Berdych; jugará con Hyeon Chung, vencedor 6-4, 7-6 y 6-3 de Tennys Sandgren), afronta el asalto a su Grand Slam número 20 con la tranquilidad de ser muy favorito después de la eliminación de Nadal, despejado también el camino por la ausencia de otros candidatos.

Antes de la victoria de Federer, el español se sometió a una resonancia magnética en un hospital de Melbourne y conoció que padece una lesión de grado 1 en el psoas-ilíaco de su pierna derecha, que necesitará descanso y fisioterapia antiinflamatoria, pero que no debería impedirle cumplir su calendario (el próximo torneo del balear es Acapulco, que comienza el próximo 26 de febrero), siempre que no haya contratiempos durante el proceso de recuperación.

Ángel Ruiz Cotorro, el médico de confianza del campeón de 16 grandes, acompañó al tenista durante los exámenes y por la noche se marchó al aeropuerto, para volar de vuelta a casa. Allí, antes de pasar el control de pasaportes, atendió a este periódico y explicó las claves de la lesión que fulminó repentinamente las opciones al título de Nadal en Australia.

El tendón se ha salvado. “Lo que Rafa tiene es una lesión de un músculo flexor de la cadera. Se ha inflamado, provocando una pequeña lesión intramuscular de grado 1. El tendón no está afectado, así que el pronóstico es bueno. Lógicamente, tendremos que estar dos o tres semanas con mucha precaución, con reposo y con fisioterapia. Luego, poco a poco, una incorporación progresiva a la actividad.

Acertado abandono. “Evidentemente, toda lesión muscular se agrava al forzar. Rafa estaba muy limitado en el partido ante Cilic y la decisión de retirarse fue la correcta. Eso ha hecho que la lesión no haya ido a más”.

Buena suerte. “No es una lesión muy frecuente en el tenis, aunque ya hemos tenido unos cuantos casos. Hay otras partes, como el recto femoral, que están en una zona más complicada. Dentro de la mala suerte que ha tenido, la lesión está en un grado 1. No es bueno, pero tratándola con cuidado y siendo prudente podrá seguir un poco con el calendario que tenía previsto. No hay rotura muscular, lo que se produce es una elongación o distensión”.

Consecuencia de varios factores. “Se suman muchas situaciones. El encuentro con Schwartzman fue muy duro y jugaron a una temperatura altísima, la pérdida de líquidos, los músculos que sufren, luego otro partido intenso con Cilic, con muchos cambios de ritmo… esto es lo que hace que poco a poco se vaya sobrecargando la zona y en un gesto violento pueda provocarse esta lesión”.

Cinco semanas o… más. “Hay que ver cómo evoluciona con el reposo y haciendo el tratamiento con fisioterapia. Luego, regresará a la actividad de forma muy progresiva. Estamos hablando de un músculo que necesita tiempo, que requiere ser tratado con cuidado. Es un músculo que permite hacer cosas, pero no de mucho impulso. Al principio habrá ciertos movimientos que no podrá hacer. Hay tiempo. Cinco semanas son las que tiene para llegar a lo que tiene previsto jugar, y si no son cinco serán más, las que sean. Lo más importante es que tenemos margen para hacer las cosas bien”.

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