En mayo de 2016 Luis Salom perdió el control de su moto durante la segunda sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Cataluña. En su caída, el pilotó catalán deslizó por el asfalto hasta llegar a la escapatoria de la curva 13. Tal fue la violencia del impacto que nada se pudo hacer por salvar su vida, tiñendo el Mundial de motociclismo de luto y abriendo una agria polémica sobre la reforma del circuito que cerca estuvo de dejar a Montmeló y a todos los aficionados españoles sin gran premio.

Casi dos años más tarde, las obras realizadas en el trazado barcelonés están terminadas y, por fin, ha recibido el visto bueno tanto de la FIA como de la FIM, tras la visita y aprobación de sus responsables, que han visto in situ la escapatoria en la nueva curva 13 y el reasfaltado de la pista.

Charlie Whiting, como director de la FIA de Fórmula Uno, y Franco Uncino, como responsable de seguridad de la FIM, se han desplazado al trazado español para evaluar las intervenciones realizadas sobre un circuito en el que conviven, además en una agenda cargada de actividades, las dos pruebas más importantes del calendario del motor: la F1 y el MotoGP.

El circuito ha detenido su actividaddurante el mes de enero para implementar los cambios en la escapatoria de la curva 13, a requerimiento de la FIM para sus carreras de motociclismo, y mejorar así la seguridad. De esta forma, se ha ampliado la escapatoria de esta nueva curva 13, que antes era la número 12.

El nuevo asfalto ya estará disponible a partir de este sábado, cuando el Circuito abra sus puertas, ha informado el Real Automóvil Club de Cataluña, pero no será hasta finales de mes cuando pase la primera gran prueba de fuego, con la primera tanda de cuatro días de entrenamientos de pretemporada de la Fórmula Uno.

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