“El circuito de Barcelona-Cataluña tienen que hacer las obras. Ahora mismo no está homologado para formar parte del campeonato del mundo en 2018. La Comisión de Seguridad dicta que tienen que hacer una propuesta de cómo resolver los problemas que se les presentaron”, advirtió Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, el pasado fin de semana durante el GP de Alemania. Unas declaraciones que ponían en serio peligro la presencia de la cita catalana en el calendario de MotoGP en 2018, pero que han servido para que sólo seis días después el consorcio que dirige el trazado ceda a las exigencias y anuncie que va a realizar las obras demandadas por la Comisión de Seguridad. Unas modificaciones que pasan por ampliar la escapatoria de la curva donde murió Luis Salom en 2016 y un reasfaltado completo de la pista.

“Tal y como hemos hecho en los últimos 25 años, haremos todo lo que hay que hacer. Para nosotros no hay ninguna polémica. Como siempre, haremos lo que hemos estado haciendo: hemos hecho chicanes, no las hemos hecho, las hemos cambiado... Haremos lo que hay que hacer. Por lo tanto, poner en duda el Gran Premio de Cataluña del próximo año no tiene ningún sentido. No estamos preocupados porque el circuito hará lo que tiene que hacer”, ha asegurado Vicenç Aguilera, presidente del Consorcio del circuito Barcelona-Cataluña, durante la presentación de las 24 Horas de Montmeló, que se disputan este fin de semana.

“No hay ninguna decisión tomada, pero sí la decisión de hacer lo necesario para mantener el Gran Premio de Cataluña de MotoGP. Estamos trabajando y, cuando tengamos las cosas ordenadas, lo explicaremos. No podemos anticipar cosas que no están decididas ni acordadas. Después de 25 años, no comprendo esta desconfianza. Las cosas no son blancas o negras, pero nosotros no tenemos ninguna duda porque tenemos una voluntad clarísima de seguir haciendo el GP de Cataluña de MotoGP”, ha concretado Aguilera en declaraciones a Catalunya Ràdio.

Las obras demandadas por la Comisión de Seguridad de MotoGP pasan por ampliar la escapatoria de la curva 12, donde perdió la vida Luis Salom, lo que conlleva derribar una grada que alberga a 7.000 espectadores.



El circuito Barcelona-Cataluña, cuyo último asfaltado data de 2007, ya ha contactado con las empresas que reasfaltaron recientemente los trazados de Le Mans y Sachsenring. Unos nuevos pavimentos que esta temporada fueron alabados por los pilotos después de comprobar su magnífico agarre tanto en seco como en mojado.

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