Después de poco más de un año entrenando al Shanghái SIPG, el técnico portugués André Villas-Boas ha tomado la decisión de abandonar los banquillos de fútbol para cumplir un sueño de adolescencia cuando corría en moto por los caminos embarrados a las afueras de Oporto y competía en el campeonato nacional. Llegó un momento en el que tuvo que elegir entre el fútbol o las motos cuando, con 16 años, le ofrecieron el puesto de ayudante en prácticas de Bobby Robson en el Oporto, club con el que terminaría ganando la Europa League en 2011 ya como entrenador. Recién cumplidos los 40, Villas-Boas ha dado un giro a su vida y ha tomado la decisión de cambiar el fútbol por el Dakar.

“Hablé con mi amigo Alex Doringer, director de KTM, y me comentó que necesitaría una preparación completa durante un año si quería conseguirlo y que era mejor que me orientara más bien al coche. Así que me puse en contacto con el Team Overdrive, ¡y voy a estar en la salida!”, ha anunciado Villas-Boas, que competirá en la categoría de coches al volante de un Toyota Hilux y tendrá a su compatriota Rubén Faria, segundo en la edición de 2013 en motos, como copiloto.

“Cuando André me llamó para proponerme que participara con él, me lo tuve que pensar… ¡cinco segundos! Es un reto fantástico y creo que podemos hacer un buen Dakar, es decir, llegar al campamento todos los días y ¡no demasiado tarde!”, bromea Faria, que en la pasada edición del Dakar participó como director del equipo Husqvarna tras abandonar la competición sobre dos ruedas.

Villas-Boas se estrenará en el Dakar, que celebra su 40º aniversario, el próximo 6 de enero en Lima (Perú). Por delante le esperan más de 8.275 kilómetros hasta llegar a la meta de Córdoba (Argentina) 15 días después.

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