El Wanda Metropolitano no podía fallar. Y no lo hizo. Nada más comenzar, sacó una pancarta para homenajear a su capitán. “De Niño a Leyenda”, rezaba el mosaico, mientras el respetable aplaudía y Fernando Torres salía de los vestuarios para ofrecerle la Europa League para su afición. Precisamente, Simeone quiso también honrar a su capitán dándole la titularidad en el último partido de Liga frente al Eibar.

Fernando Torres, tras 404 partidos con la rojiblanca, dirá adiós por segunda vez como quinto máximo goleador de la historia del club tras Luis Aragonés, Adrián Escudero, Francisco Campos y José Eulogio Gárate. Y, además, justo después de levantar su primer título con el Atlético de Madrid: la Europa League obtenida el pasado miércoles frente al Olympique de Marsella en Lyon.



Así, el ‘Niño’ cierra una etapa que comenzó con su debut en Segunda contra el Leganés. Allí, un chico de 17 años pecoso y rubito dio pistoletazo a su leyenda. Después vendría su primer tanto, contra el Albacete en el Carlos Belmonte; sus muchos tantos en el Camp Nou; su viaje de ida y vuelta a Liverpool en 2007 para conquistar Anfield; su paso fugaz por el Milan; su regreso en enero de 2015 para ser recibido por 50.000 espectadores; sus lágrimas en San Siro tras caer derrotado contra el Real Madrid en la final de la Champions; y este último día, junto a su afición, en su casa, en su hogar, el lugar al que siempre podrá volver. Donde nunca se le olvidará. Porque el Niño, ya mayorcito, se convirtió en leyenda.

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