Decirle adiós al gran amor de tu vida es poco menos que imposible y el Barcelona y los barcelonistas no saben qué hacer ante la marcha de Andrés Iniesta. Leo Messi competirá con Maradona, Pele o Cristiano por ser el mejor de la historia, pero el manchego es, sin ninguna duda, el ejemplo perfecto de lo que el modelo de La Masía quiere ser y sólo lo ha conseguido con él. No sólo por el fútbol ni por los éxitos, sino por el concepto, por la personalidad, por los 'valors'. Iniesta es el Barça ideal, el Barça al que aspira el Barça. Y por eso se suceden los homenajes, y las lágrimas, porque es imposible despedir de tu mejor versión. Es imposible.

A pesar de que la multitud le honrará este domingo en el Camp Nou ante la Real Sociedad en el último partido de esta Liga que ha conquistado el conjunto de Ernesto Valverde, el club ha querido ser más que un club y hacerle un último arrumaco, un cariñito de más.

Con Jordi Évole como maestro de ceremonias y con el estadio azulgrana como escenario de lujo, el conjunto azulgrana hizo desfilar en honor de Iniesta a toda la plantilla del primer equipo -sí, Messi incluido- y también a otros símbolos del barcelonismo como los hermanos Marc y Pau Gasol. También estuvo presente Risto Mejido. Y Joan Laporta. Y Bartomeu. Nadie quiso perdérselo ni faltar a la última foto institucional con el de Fuentealbilla a pesar de que las lágrimas estaban aseguradas.

Andrés Iniesta durante el acto en el Camp Nou. Reuters

Ya asomaban las lágrimas cuando sus propios compañeros -Xavi, Eto'o, Piqué, Busquets y Jordi Alba- desgranaron los partidos más importantes de la carrera de Iniesta. De la final de París contra el Arsenal donde, jugando de pivote tras salir desde el banquillo en el descanso, "lo hizo todo", en palñabras de Eto'o, "puso orden, marcó la diferencia", según Xavi Hernández. Incluso las lágrimas estuvieron a punto de llegar con las palabras de Jordi Bartomeu: "Lo hemos intentado todo. Le hemos explicado que le queremos en nuestro club, pero...". Eso sí, el presidente dejó claro que "esto no es un adiós, sino un hasta luego. Tiene contrato indefinido con el club".

En realidad, las lágrimas sólo fueron inevitables cuando el propio Andrés Iniesta tomó el micrófono y comenzó a dar las gracias a todos. Temía olvidarse a alguno, pero la profusión de detalles en cada mención lo hace casi imposible. Así lloró su padre ("un maestro, el verdadero referente para mí"), lloró su madre ("si no llega a ser por ti nos volvemos al pueblo"), lloró su mujer, lloró su hermana... Y lloró Xavi, el otro gran símbolo de La Masía, cuando 'Don Andrés' se dirigió directamente al club: "Son más de 650 partidos con esta camiseta, pero me quedo con el orgullo que siento de haber crecido como persona y como jugador en este club, para mi el mejor del mundo. Muchas gracias a todos. Siempre, de corazón, Visca el Barça".

Noticias relacionadas