La selección de Portugal consiguió este martes el pase directo al Mundial de Rusia al imponerse por 2-0 en Lisboa a Suiza, a la que la campeona de Europa mandó a la repesca gracias a un autogol de Djourou y un tanto del joven André Silva.

La victoria permitió a Portugal llegar a los 27  puntos, igualar al combinado helvético en la cima del grupo B y firmar el pase directo al Mundial gracias a la diferencia de goles. Los portugueses encadenan 9 victorias consecutivas y sólo cosecharon una derrota en esta fase de clasificación, precisamente en la primera jornada en suelo suizo (2-0).

El partido era una auténtica final y el equipo local lo sabía. El Estadio de la Luz recibió a la campeona de Europa con sus mejores galas y lleno hasta los topes de aficionados dispuestos a llevar a su selección a Rusia a base de cánticos.

Fernando Santos, que celebraba su 63 cumpleaños, no ahorró en esfuerzos esta vez y puso de inicio a Cristiano Ronaldo, que el sábado pasado ante Andorra había empezado en el banquillo por miedo a que una tarjeta amarilla le dejase ausente en el partido contra los helvéticos. El jugador del Real Madrid no necesitará de una repesca para estar en su cuarto Mundial.

Batacazo histórico de Holanda

Por su parte, Holanda, finalista en Sudáfrica y semifinalista en Brasil, queda fuera por segunda vez consecutiva de una fase final del Mundial tras ganar, pero insuficientemente, a Suecia en Ámsterdam (2-0).

Robben, cabizbajo tras quedarse fuera Holanda del Mundial. REUTERS

La selección sueca pasó a la repesca tras caer por una diferencia que le valía. Holanda necesitaba ganar por siete tantos para recortar la diferencia de goles total, favorable a los escandinavos. La 'oranje' se quedó lejos de, siquiera, meterle el miedo en el cuerpo a Suecia, a pesar del meritorio esfuerzo de Arjen Robben, autor de los dos tantos y presente en casi todas las jugadas de peligro.

Griezmann conduce a Francia al Mundial

Por otro lado, Antoine Griezmann marcó el rumbo de Francia hacia Rusia y con un gol y una asistencia para Olivier Giroud (2-1) condujo a los "bleus" a la clasificación directa para el Mundial, la sexta fase final consecutiva de la selección gala.

La rubia melena del jugador rojiblanco emerge cada día más como el emblema de una Francia que desde la pasada Eurocopa ha ganado una solidez y una solvencia que le convertirán en uno de los favoritos para la competición del próximo verano.

Griezmann celebra su gol en París. REUTERS

Tras dos Mundiales consecutivos en los que Francia se había clasificado en la repesca, la selección de Didier Deschamps consiguió el billete en esta ocasión como primera del grupo, pese a la juventud de su plantel, ante 75.000 entusiastas aficionados que profesan fe a la nueva generación.

Le falta experiencia al equipo, algo que se ha dejado ver en algunos vacíos, como el empate en Bielorrusia, una derrota contra Suecia o, más recientemente, un triste 0-0 en su estadio frente a la modesta Luxemburgo.

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