Cuando Paco Alcácer fichó por el Barcelona en el último día del mercado de fichajes del verano de 2016, el delantero valenciano creía que estaba dando un gran paso en su carrera. Era ídolo en Valencia y ya había entrado con continuidad en la selección española. El interés por crecer era normal. Mestalla se le quedaba pequeño e iba a uno de los equipos más importantes del fútbol mundial, donde gozaría de mucho más focos de los que tenía a diario antes.

En ese momento el ariete era uno de los símbolos del valencianismo pero también el futuro de España. Dos veces campeón de Europa con la sub-19, Alcácer era uno de esos nombres que tenía Del Bosque apuntados. En cuanto creciera, 'La Roja' tenía un delantero con gol, fiable ante las adversidades, algo de lo que siempre careció la selección, que llegó a jugar en numerosas ocasiones (así ganó la Eurocopa 2012) sin un '9'. 

El ansia de crecimiento de Alcácer, normal en este deporte, no le hizo ver que se iba al posiblemente equipo en el que menos hueco tenía, el que peor concordaba con su forma de jugar. El exdelantero del Valencia es el '9' que ya tenía el Barça con Luis Suárez y la figura del uruguayo era y es inmensamente superior (en todos los aspectos, futbolístico, mediático...) a la de Alcácer. Con Suárez y Messi fijos en un tridente de ataque muy marcado, el otro puesto queda para un jugador desequilibrante de banda, rápido, regateador. Lo que es Neymar o Dembélé (Deulofeu en menor medida). Lo que no es Paco Alcácer.

Alcácer, ante el Betis, el único partido que jugó como titular.

Algo más de un año después de su fichaje, es imposible que el delantero de Torrente no se lamente de su decisión, que le costó al Barça 30 millones de euros y al jugador perder todo el apoyo que tenía en el equipo que fue su vida, el Valencia en el que creció, se hizo jugador y en el que debutó con solo 17 años. 

De ser la imagen de una nueva España al abandono total 

Alcácer ha pasado de ser el representante de una nueva hornada de jugadores españoles llamados a protagonizar el cambio en la selección a ser un futbolista olvidado por todos, también por su actual entrenador, un Ernesto Valverde que no cuenta con él ni como suplente. En 14 meses ha pasado de ser el '9' titular del Valencia, promesa con un futuro prometedor y convocado por España a ser un jugador que no va convocado con el Barcelona.

Las cosas están tan mal para Paco Alcácer que ya se ha dado por hecho su ausencia. Pocos recuerdan que sigue jugando en el Barcelona y su larga lista de no convocatorias podría llegar a pensar que está sancionado o lesionado. Pero no es así. Alcácer está bien físicamente, pero es continuamente desechado por Valverde. Por supuesto, tampoco va con España y no irá a un Mundial al que hubiera sido llamado en caso de haber continuado en el Valencia o haber fichado por un equipo en el que si fuera titular o le viniera mejor para su juego.

Alcácer celebra su gol en la final de Copa de mayo, el último que ha marcado. REUTERS

De 11 partidos oficiales en este inicio de temporada, Alcácer ha jugado solo en tres, siendo titular en uno, ante el Betis. Hasta en ocho encuentros ha sido abandonado por el Txingurri, que le ha dejado fuera de la convocatoria cinco veces. En los otros dos duelos que jugó, la ida de la Supercopa de España y en Mendizorroza, fue suplente y solo jugó ocho minutos ante el Real Madrid y 34 ante el Alavés. No ha marcado aún ningún gol.

Un problema que ya tuvo el año pasado

Si este año se acrecienta la idea del gran error que cometió marchándose al Barcelona (pudo haber salido este verano y tampoco lo hizo), el problema lo arrastra Alcácer del año pasado, con otro entrenador. Luis Enrique le dio más minutos, pero tampoco tuvo mucha confianza en él. Y cuando la tuvo, el delantero falló. Sus imágenes de desesperación ante las continuas ocasiones falladas fue una de las instantáneas que mejor representaron el mal año del Barça.

En ese primer año jugó solo 27 partidos (20 de Liga, cuatro de Copa y tres de Champions) con solo ocho goles, todos ellos intrascendentes. El primer tanto tardó en llegar cuatro meses y fue ante el Hércules de 2ªB en un 7-0 en el que él marcó el quinto gol. 

Paco Alcácer es la imagen de que el crecimiento teórico (pasar del Valencia al Barcelona es, por nombre, un avance) no va directamente ligado con el crecimiento práctico. Sus decisiones, y las de los que han estado a su alrededor, han empeorado a un delantero llamado a liderar el ataque de España durante años. Ahora no cuenta ni cuando Luis Suárez, su principal 'tapón', está lesionado.

Alcácer celebra con rabia el primer gol que marcó con el Barça (diciembre 2016). EFE

Será el valenciano el primer contrariado por su situación. Y más viendo la actual selección, que cambia de delantero y es incapaz de definir a su '9'. Algunas veces es Morata, otras Rodrigo (su sucesor en Valencia) y otras Diego Costa. Y cuando no lo tiene claro Lopetegui, juega con falso 9. En esas dudas entraría perfectamente Alcácer, que antes de que llegara al Barça era un delantero en racha y que aseguraba goles.

¿Es recuperable Alcácer? Sus 24 años contestan a la pregunta. Es todavía joven y el olfato goleador no se pierde. Pero para eso, visto los acontecimientos, necesita salir del Barcelona. En juego está su futuro. Pasar de la esperanza al abandono fue rápido. También puede durar poco pasar del abandono a la primera línea del fútbol.

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