Si alguien hubiese pronosticado que España iba a saldar con victoria sus dos primeros partidos clasificatorios para el Mundial de baloncesto de 2019, quizá le hubiesen tildado de loco. ¿Cómo se podía hacer una afirmación tan osada sobre un equipo que no contaba con los mejores exponentes de nuestra canasta? ¿Quién podía ser triunfalista después de plantearse de forma reiterada el escenario de no clasificarse para la cita de China? ¿Qué motivos había para confiar en esa mezcla tan heterogénea de veteranos, jóvenes e incluso anónimos?

Y, a pesar de todo, ha quedado demostrado que la locura no era tal. El grupo harto menospreciado se ha conjuntado en apenas una semana, casi sin tiempo para aprender los sistemas de rigor (algunos, como Fran Vázquez, se los estudiaron en el móvil), y ha dado la talla a un nivel magistral: la supuesta selección C (de “corazón, compromiso y calidad”, como dijo Sergio Scariolo) ha terminado invicta la primera 'ventana' FIBA, con un juego equiparable al desarrollado en sus mejores días.

Mérito de su entrenador, que ya preparó el terreno con algunos de los héroes de noviembre este verano, y, sobre todo, de unos jugadores con un orgullo superlativo. Muchos de ellos apenas tienen posibilidades de disputar el campeonato por el que se han desvivido este fin de semana. Sin embargo, su entrega ha sido tan desinteresada y efectiva que será muy difícil olvidar los duelos ante Montenegro y Eslovenia. Bien lo saben los cinco jugadores estelares de esta 'otra' España.

Quino Colom

Quino Colom penetra ante Eslovenia. Agencia LOF / FEB

Muchos se sorprenderán con el base andorrano, pero otros tantos saben de lo que es capaz desde hace tiempo: lleva años entre los mejores jugadores nacionales en su posición. El Unics Kazan ruso confió en él cuando más despuntaba y seguro que los directivos de muchos grandes españoles se llevaron las manos a la cabeza tras su gran concurso con España. Montenegro ya le sufrió con 15 puntos, cuatro rebotes y cuatro asistencias, pero Colom aún fue más determinante contra Eslovenia: 25 puntos, tres rebotes y nueve asistencias para un 30 de valoración.

Quim Colom (25pts, 9ast) shines for Spain against Slovenia!

Scariolo le prometió ser el 'uno' titular en las Ventanas (se quedó a las puertas de jugar el Eurobasket de 2015) y acertó de lleno. Era muy difícil que el tercer jugador más valorado de la Eurocup (15,8 puntos y 6,7 pases de media en la segunda competición europea; 13,4-8,6 en la VTB rusa) no despuntase también en la selección.

Sergi Vidal

Sergi Vidal, pletórico por su gran actuación en Burgos. Agencia LOF / FEB

El escolta de Badalona había perdido la esperanza de volver a la selección. La última vez que estuvo cerca de ser internacional ya quedaba muy lejana: 2012. Más aún su primer y único campeonato con España, el Eurobasket de 2005. Pero, con 36 años, la absoluta volvió a llamar a su puerta. A cambio, Vidal aportó compromiso y rendimiento.

Correcto ante Montenegro (ocho puntos, un rebote y dos asistencias), su explosión anotadora ante los eslovenos causó el delirio generalizado en Burgos: 21 puntos (6/7 en triples) más un rebote y dos asistencias. Con el Joventut también sigue dando alguna que otra lección: 8,4 puntos, 3,1 rebotes y 3,5 asistencias de promedio en la ACB.

Oriol Paulí

Oriol Paulí intenta superar la defensa de un jugador montenegrino. FIBA

El algodón estadístico no engaña, tampoco el de las sensaciones: el alero gerundense vive el mejor momento de su carrera. Si había dudas con él, no para de disiparlas esta temporada. Con el Gran Canaria promedia 6,6 puntos, 2,3 rebotes y 1,2 asistencias entre la ACB y la Eurocup. Con España, ha sido el mejor revulsivo del equipo desde el banquillo.

Paulí apuntó maneras contra Montenegro gracias a sus ocho puntos, dos rebotes y dos asistencias. Sin embargo, ante Eslovenia todavía se mostró más completo: siete puntos, cinco rebotes y dos asistencias. Sin duda, se trata de uno de los culpables del buen rendimiento de los secundarios: 75 de los 171 puntos de la selección (un 43%) han venido desde el banco en esta primera 'ventana'.

Sebas Saiz

Sebas Saiz celebra una canasta con Nacho Llovet. Agencia LOF / FEB

Otra de las jóvenes promesas más ilusionantes del baloncesto español. Tras su periplo universitario en Estados Unidos, empezó la temporada de regreso a casa un tanto apagado. Sin embargo, el interior madrileño va ganando confianza con el paso de las semanas y no para de dejar pinceladas de lo que puede llegar a ser en un futuro.

Saiz aprovechó al máximo sus minutos en el estreno de las Ventanas. En los 14 que disputó en Podgorica, logró nueve puntos y otros tantos rebotes, al borde del doble-doble. En Burgos, ya convertida en su segunda casa, tampoco desentonó en idéntico tiempo de juego: 8-3. Ha ido de menos a más con el equipo de la ciudad, al que aporta 5,3 puntos y 3,7 rebotes por partido en la Liga Endesa.

Fran Vázquez

Fran Vázquez también tuvo un gran fin de semana con España. Agencia LOF / FEB

Algunos se tomaron a risa el interés del Real Madrid en el pívot gallego en verano de 2016. Puede que ahora entiendan el porqué de esa intentona frustrada: la segunda juventud de Fran también es muy digna de admiración. Después de eclosionar en Unicaja, de decir 'no' a la NBA, de ser importante en el Barça y de volver a brillar en Málaga, en Tenerife se llevaron un diamante todavía en bruto.

Al de Chantada no le pesan los 34. Tampoco las habladurías sobre su paso intermitente por la selección, con la que no jugaba desde 2010: se dijo que había mala relación con los Gasol y compañía. Él lo negó todo. Dolido, esta era una ocasión propicia para volver a vestir la camiseta nacional a lo grande. Y, además, como capitán.

La jugada le ha salido redonda: 15 puntos, cuatro rebotes, dos asistencias, un robo y dos tapones frente a Montenegro y 11 puntos, cinco rebotes y dos tapones ante Eslovenia. Nada que no supieran en Canarias (6,2 puntos y 3,7 rebotes de media en ACB; 5,5-3,2 en la Champions).