Gerard Piqué, en la rueda de prensa.

Gerard Piqué, en la rueda de prensa. Efe

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Piqué: "No es mi caso, pero creo que un independentista podría jugar en la selección española"

El jugador catalán ha insistido en que "somos jugadores pero ante todo somos personas, hablar de política es un marrón pero, ¿por qué no expresarse?"

4 octubre, 2017 13:35

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El jugador del Barcelona y de la selección española, Gerard Piqué, ha querido comparecer para intentar darle la vuelta a la situación que sufre con los pitidos y que no sean sus compañeros los que sufran rueda de prensa tras rueda de prensa el acoso de los periodistas: "Irse ahora es darle la razón a toda esa gente que entiende que la mejor solución es silbar e insultar, no les voy a dar ese lujo.

El catalán está convencido de que hay gente que quiere que se quede en la selección y por eso sigue: "No es mi caso, pero yo creo que un independentista podría jugar en la selección española porque no hay una selección catalana y porque no está en contra de España. El catalán que quiere ser independiente es por tener su propio país no porque odie España".

"Somos un grupo de gente que jugamos para que España pueda ganar y me quiero ir de aquí y cerrar mi etapa lo mejor posible, son casi 10 años y esta gente es mi familia", ha insistido.

El jugador del Barcelona ha querido defender sobre todo su derecho a opinar: "Somos jugadores pero ante todo somos personas. Hablar de política es un marrón pero, ¿por qué no expresarse? Yo entiendo que haya jugadores que no quieran hablar de política, pero tienen que ser comprensivos conmigo si yo quiero expresar lo que siento. Como vosotros hacéis en vuestras profesiones, ¿por qué un camarero puede hablar de política y el futbolista no?".

Piqué: "Creo que un independentista podría jugar con la selección"

Piqué no ha querido contestar a la pregunta de si es o no independentista porque "no puedo decantarme por un lado ni por el otro". "La mitad de todos mis seguidores los perdería porque la gente pone la política por encima de todo lo demás y no voy a posicionarme", ha añadido.

Es consciente de que "erradicar los pitidos va a ser muy difícil" pero quieren aclarar que sale a la palestra no por él, "que me duelen pero lo aguanto", sino por sus compañeros. "Por ellos es por los que me siento incómodo en esta situación y que no se merecen vivir esta experiencia. Puedo entender que estén cansados porque a mí no me gustaría que me preguntaran todo el tiempo por lo mismo, por eso he salido aquí a responder todo lo que tenga que responder", ha asegurado.

Además ha querido dejar claro que no se considera en "primera línea de militancia" y que "hay gente que me aconseja que no hable más de política, lo escucho pero es que creo que no me he posicionado diferente. Sólo he dicho que la gente tiene que votar". 

Respecto a su supuesta mala relación con Sergio Ramos ha vuelto a repetir que "es mentira". "Nos llevamos fenomenal y vamos a ser socios hasta de un negocio. Lo fácil es decir que nos tenemos que reunir y acercar posturas pero es que ya estamos muy cerca".

Él mismo ha querido ser un ejemplo de cómo los países tienen que dialogar y no poner fronteras: "Mis hijos son colombianos, libaneses, catalanes y españoles. Estamos en un mundo global y los países están conectados. Ahora mi respuesta es lo de menos. Hay un problema político muy grande en España que va a mas con puntos más radicales, y o se encuentra una situación intermedia que es el diálogo o cada vez irá a más y las consecuencias no las sabe nadie".

Piqué sobre Sergio Ramos

Aunque le han preguntado por el discurso del Rey y por la inminente declaración unilateral de independencia, el jugador no ha querido responder porque "no vi el discurso, estaba jugando a la pocha" y tampoco ha leído lo que quiere hacer Puigdemont este lunes.

Pero si hubiera selección catalana, ¿con cuál jugaría Piqué? "Supongo que si se independiza Cataluña habría un periodo de adaptación, como con el brexit, y no llegaría a tener que tomar esa decisión, así que no me lo he planteado".

Lo que sí se ha planteado es cómo podría convencer a los que le chillan: "Estoy seguro de que si cojo a todo el que me silba, lo pongo en una mesa y ceno con él y luego me dejaría de pitar".

Para él, el problema catalán es como "el de un padre con un hijo que tiene 18 años y se quiere ir de casa. El Gobierno español tiene dos opciones o sentarse y dialogar o el hijo se va. Y no se pierde nada en hablar".