En España, y en el mundo entero, existe curiosidad en torno a la Casa Real Británica como concepto, así como por todos sus miembros, desde la fallecida Isabel II hasta los nuevos herederos al trono, Guillermo de Inglaterra y su esposa, Kate Middleton. Los miembros de la realeza británica no son personas comunes sino que viven con costumbres y normas de protocolo muy específicas e incluso, bastante curiosas, sobre todo, para el resto de la sociedad. 

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No son "británicos"

Te sorprenderá saber que la Familia Real Británica no es británica en toda su ascendencia, sino de origen alemán. Esto tiene que ver con que el 12 de agosto de 1712, Jorge Luis de Hanover fue proclamado, sin estar presente, rey Jorge I de Inglaterra. Esto le convirtió en el primer alemán en ascender al trono inglés.

Otro hecho histórico de importancia es el siguiente: Ya pasado un siglo, en 1837, fue coronada la reina Victoria, en este caso, de ascendencia alemana, puesto que era sobrina de Jorge IV. Además, esta se casó con el príncipe alemán Alberto de Sajonia-Coburgo y Gotha. 

Desde entonces, la Familia Real Británica ha seguido estando emparentada con Alemania. A la reina Victoria la sucedió en el trono su hijo Eduardo VII en 1901. Y más tarde, en 1910, su nieto Jorge V se convirtió en rey y se casó con Maria von Teck, de ascendencia alemana, conocida como "Queen Mary". 

Tras la muerte de Jorge V, reinó durante un breve tiempo su hijo mayor, Eduardo VIII, y luego, accedió al trono Jorge VI, que se casó con una británica, Isabel Bowes-Lyon (Elizabeth Angela Marguerite). Jorge VI fue el padre de Isabel II, que por lo tanto, tenía ascendencia alemana por parte de padre, y no de madre. 

No comen pescado ni marisco 

Hay determinadas cosas que están prohibidas en la Casa Real Británica. Entre ellas, comer pescado o marisco. Se dice que no comen pescado debido al peligro por intoxicación que puede existir.

De la misma manera estaría prohibido comer foie gras. En este caso, esta prohibición comenzó en 2008 por iniciativa del príncipe Carlos, debido a su preocupación por la vida animal.

Finalmente, en vida de la reina Isabel II en el Palacio Real también se restrigía el consumo de la pasta, en este caso, por una cuestión particular de la propia reina, a la que parecía no agradarle este alimento. 

Autorización real para casarse

Como curiosidad, hay que tener en cuenta que en Reino Unido existió la Ley de Matrimonios Reales de 1772, por lo que se establecen una serie de condiciones que deben cumplir los miembros de la Familia Real Británica para contraer  matrimonio. El propio texto legal hace referencia a que el objetivo es "prevenir matrimonios que puedan disminuir el estatus de la Casa Real".

Sin embargo, la Ley de Matrimonio Reales dejó de estar vigente en 2015 a consecuencia del Acuerdo Perth de 2011. En cambio, ahora existen una serie de restricciones más limitadas que se aplican sólo a las primeras seis personas en la línea de sucesión de la reina Isabel II, entre las que se encuentra Harry, que tuvo que obtener el consentimiento de Isabel para casarse con Meghan en 2018.

Hablan muchos idiomas

Si por algo destacan los miembros de Casa Real es por hablar muchos idiomas, sobre todo, en caso de Guillermo de Inglaterra, ahora el príncipe de Gales. Este, que es el heredero al trono, habla 4 idiomas, que son, francés, español y a suajili, además de su lengua materna, el inglés. Y ahora, debido a su nuevo cargo, está aprendiendo galés. 

En el caso del rey Carlos III, más allá de inglés, también sabe hablar galés, debido a que fue durante mucho tiempo el príncipe de Gales. También puede hablar francés, alemán y algo de gaélico. 

Con respecto a Isabel II, se conoce que siempre habló fluidamente el francés, que aprendió desde pequeña gracias a su institutriz. De hecho, lo hablaba perfectamente. Sin embargo, no aprendió más idiomas.

Las manías de Carlos III

De todos los miembros de la Familia Real Británica, sin duda llama la atención el actual rey, Carlos III de Inglaterra. Esto tiene que ver, sobre todo, porque es una persona con bastantes manías y exigencias. En general, el rey tiene unas rutinas de higene y de alimentación que no tienen el resto de los miembros.

Debe usar una cantidad exacta de pasta de dientes, así como de papel higienico (que tiene que ser de una marca concreta). De la misma forma, debe bañarse a una temperatura en concreto... Y así, con muchas otras cosas. 

Reserva de sangre

En su día, la reina Isabel II viajaba con sus propias bolsas de sangre, y de la misma manera, el antes príncipe y ahora rey, Carlos III. Sobre todo, esta práctica ocurría cuando viajaban a lugares en los que consideraban que, en caso de problemas de salud, no habría posibilidad de acceder a un suministro de sangre de forma sencilla.

No solo esto, sino que tampoco suelen fiarse de doctores extranjeros, de tal forma que como no, viajan con doctor. Concretamente, con un médico de la Marina Real Británica. 

Sin carné de conducir

Curiosamente, la reina Isabel II nunca tuvo carné de conducir, a pesar de haber conducido mucho, tanto por sus residencias privadas como por Reino Unido en general. Esto tiene que ver con que en su momento, la reina era quién expedía las licencias de conducción, y por lo tanto, no necesitaba tener carné para conducir. Tampoco necesitaba llevar un coche con matrícula.

Esto ahora aplicaría al rey Carlos III. Sin embargo, es una excepción, debido a que el resto de los miembros de la Casa Real sí que necesitan tener licencia. 

Sin pasaporte 

Al igual que en el caso del pasaporte, la reina Isabel II no necesitaba llevar pasaporte a ningún lado. Esta norma únicamente se aplicaba en su caso y no en el resto de los miembros de la familia. 

Con respecto a los controles en las aduanas, sí que los tienen que pasar, al igual que el resto de los mortales, pero con cierta preferencia

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