“Rapear no es delito. En las cárceles los débiles, los más pobres, ¿es o no? Y en Ginebra los patriotas escondiendo el montón”: así arranca Los Borbones son unos ladrones, el tema comunitario que han lanzado los raperos patrios para defender la libertad de expresión. El título es un guiño a una de las letras de Valtonyc, condenado a tres años y medio de prisión por delitos de enaltecimiento del terrorismo, calumnias e injurias graves a la Corona. No es el único: a finales de diciembre de 2017, los doce raperos de La Insurgencia fueron condenados por enaltecimiento del terrorismo a dos años y un día de prisión; mientras que en marzo de este año, la Audiencia Nacional condenaba -otra vez- a Pablo Hasel a dos años de cárcel por enaltecer a ETA y los Grapo.

El rap patrio se rebela por la libertad de expresión LGM

Prestan su voz a la causa, y en defensa de sus colegas, artistas como Elphomega, Rapsusklei, Los Chikos del Maíz, Sara Hebe, Machete en Boca, Frank T, Homes i Dones Llúdriga, La Raíz, Tribade, Noult, ZOO… y hasta el propio César Strawberry, de Def con Dos, condenado a un año de cárcel por tuits en los que ironizaba sobre ETA o el asesinato de Carrero Blanco. Strawberry aparece en una de las escenas del videoclip -que ha sido grabado en la antigua cárcel Modelo de Barcelona- amordazado con unas cadenas en la boca y gesticulando tras unas rejas. En cuanto a la monarquía y al rey, recuerdan que “contar quién es y qué hace es delito, mira el caso de Valtonyc, a los hechos me remito; los pobres hablan y a prisión, se ríen los ricos… libertad de expresión, díselo a gritos”.

La iniciativa, que es “una respuesta antirrepresiva que busca su fuerza al extender y asumir de forma colectiva y solidaria las responsabilidades penales de rapear”, surgió por idea del rapero Pau Llonch, del grupo At Versaris, que, ante la condena del joven mallorquín, propuso “que pillemos la letra y la rapeemos al unísono o en fragmentos entre muchas artistas, escritores, Mcs, etc.”. “¿Qué decís, gente? Vamos a ir a la puta cárcel de una vez ya todos”. Y el estribillo del tema le avala: “Libertad de expresión, tomando posiciones. Que retumben las prisiones: los Borbones son unos ladrones”. La intervención artística es apoyada también por las cooperativas del sector musical barcelonés Que Soni, Versemblant, Propaganda pel Fet!, y el festival Say It Loud, y ha sido impulsada en el marco de la Semana por la Libertad de Expresión, que arranca este lunes en Barcelona a propuesta de la plataforma de activistas culturales #NoCallarem.

"Hacen falta scratches" 

“El bofetón de sopetón de este que vive en Torrejón ha puesto roja la fachada y la corona del Borbón. Avegüéncense por dar cabida en leyes a la falsedad y fulminar con el castigo del encierro a la verdad”, canta Frank T. Sostienen que desobedecen “porque creen que el cambio es posible” y piden “resistir como resiste un niño en las calles de Siria”. “Hacen falta scratches, faltan pintadas, falta gente que no se agache por nada. Hacen falta ganas para saltar los baches, no sueño con Versace, sino con barricadas”, entonan.

La banda de rap feminista IRA subraya que “el Estado legitima al heredero de Franco, en tu techo y en el juego siempre gana el banco, un apoyo proletario de los barrios de Madrid, nietas de guerrilleras en la Guerra Civil”, y los Chikos del Maíz alegan que “a la cárcel van los pobres, no la Infanta Cristina, pero medio país le desea guillotina”. “El Rey no sabe ni hablar, ¿por qué no te callas? Pero a mí no me cierra la boca semejante canalla”, cierra Toni el Sucio.

“Se ríen de su impunidad en un chalet en Suiza, imagínalo borracho diciendo ‘que el pueblo me elija’. Con la pija de su amante, recuerda cazas de elefantes, mientras aumenta el hambre y no hay justicia que lo cace”, sigue la letra. Y remata con un guiño a Gabriel Celaya: “Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan quejarnos de la opresión, por frases de arma simbólica (…) La sangre que corre es roja, es mentira la realeza”.