Wole Soyinka durante la presentación de su última novela en Madrid.

Wole Soyinka durante la presentación de su última novela en Madrid. EFE

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Wole Soyinka presenta su primera novela en 50 años: "Ganar el Nobel puso en peligro mi vida"

El escritor nigeriano fue el primer africano en ganar el Premio Nobel de Literatura. Su nueva novela nos lleva hasta una Nigeria imaginaria, donde el poder se somete a la ironía del escritor. 

16 noviembre, 2021 13:44

La Nigeria de Crónicas desde el país de la gente más feliz de la Tierra (Alfaguara) existe solo en la imaginación de su autor. Un lugar donde los estragos del poder y las relaciones políticas se conectan con la realidad material del país africano, pero que solo se podrían sostener a través de la mirada de un escritor que llegó a dedicar su discurso de entrega del Nobel a la reivindicación del entonces preso Nelson Mandela. La sátira política da paso al regusto amargo de la corrupción que vertebra una trama de tráfico de miembros humanos; la clave que desvelará los abusos de poder en torno a una práctica que trastocará todas las capas de la sociedad nigeriana. 

Wole Soyinka vuelve después de cincuenta años con una imponente novela plagada de misterios, con la dosis suficiente de ironía como para tomar el pulso al mismo poder que provocó su encarcelación a finales de la década de los 60. La guerra civil de Nigeria arrasó con los últimos resquicios de libertad de un país sometido al poder y los intereses coloniales, dejando una huella que todavía perdura en un país; y de la que Soyinka sigue siendo una de sus voces más críticas en el ámbito internacional.

Portada de 'Crónicas desde el país de la gente más feliz de la Tierra'.

Portada de 'Crónicas desde el país de la gente más feliz de la Tierra'. EFE

Su compromiso político y social está presente en sus numerosas obras de teatro, poemas, ensayos y películas, aunque añade: "No me considero un novelista". Medio siglo después de su segunda novela, Season of anomy, regresa ahora con un nuevo trabajo, así como la reedición de su autobiografía en nuestro país, Aké (Alfaguara), publicada en 1981. 

"Hay que diferencia autoridad de poder. El poder es antidemocrático y antihumano. Por eso los políticos aspiran al poder, pero no a la autoridad". Una visión mordaz que le hizo merecedor del Premio Nobel de Literatura en 1986, el primero que se entregaba a un escritor africano y al que el nigeriano se ha referido como "un enorme peso". 

"El Nobel de Literatura es un arma de doble filo. Quienes están en el poder lo ven como una amenaza que pone en riesgo tu existencia diaria". Estas mismas consideraciones fueron las que le llevaron a abandonar el país, huyendo de la brutal dictadura de Sani Abacha, la misma que acabó con la vida del activista medioambiental y amigo del escritor, Ken Saro-Wiwa

Soyinka también se ha referido al último premio entregado por la Academia Sueca al escritor tanzano Abdulrazak Gurnah como un rasgo positivo; desechando "sistemas de cuotas" para la literatura no-occidental en este tipo de premios, a las que ha calificado como "condescendientes y humillantes". El africano ha expresado su deseo de que "la Academia tenga un espíritu aventurero, dispuesto a encontrar otro tipo de voces"

El escritor se ha referido a la ironía que puebla sus historias, un rasgo que achaca a su propia personalidad, pero que descarta utilizar en sus artículos de prensa, donde se encarga de medir al poder político con extrema crudeza. "En esos casos no puedo hablar de una forma irónica porque el significado se pierde. Debo ser directo y brutal".
Wole Soyinka ganó el Nobel de Literatura en 1986, convirtiéndose en el primer escritor africano en recibir este galardón.

Wole Soyinka ganó el Nobel de Literatura en 1986, convirtiéndose en el primer escritor africano en recibir este galardón. EFE

La misma brutalidad con la que el escritor quemó su green card, aquella que le permitía entrar y salir libremente de Estados Unidos, en un gesto de protesta contra la elección de Donald Trump en 2016. "Fue un acto físico, necesitaba separarme de algo así. Su sola presencia y retórica es un insulto a la población negra", explicó sobre quien en su opinión "debería ser juzgado al menos por la inacción que provocó la mitad de las muertes por Coronavirus en Estados Unidos"