Barcelona

“Ayanta es la bendición de mi vida”. Fernando Sánchez Dragó reclama el micrófono y se arranca con un speech íntimo, profundo, en la rueda de prensa posterior al fallo del Premio Planeta. La mesa de los protagonistas está presidida por Santiago Posteguillo, ganador de esta LXVII edición gracias a Yo, Julia; sentada a su izquierda observa Ayanta Barilli, la otra finalista, cómo la emoción y el recuerdo de una persona que ya no está, su madre, abordan a Dragó, su padre, que interrumpe su intervención forma repentina para tomar aire, con la voz quebrada y los ojos llenos de lágrimas.

Ayanta Barilli, finalista del Premio Planeta 2018 por 'Un mar violeta oscuro'. Planeta

Se ve el escritor —ahora sumergido en proyectos del cine X— reflejado en su hija: en 1990 fue finalista del Planeta con El camino del corazón. Dos años más tarde escalaría al cajón del vencedor con La prueba del laberinto. Dragó llora “como una magdalena” y Ayanta recuerda que hace unos años ella era la que estaba sentada al otro lado de los focos, la que veía a su padre reconocido como uno de los mejores autores españoles. Y confiesa: "Mi padre me ha enseñado a tener como escudo un libro y como espada una pluma”. ¿Seguirá ella la misma trayectoria?

En Un mar violeta oscuro Ayanta Barilli ha buceado en las historias de las mujeres de su familia, desde su bisabuela hasta su madre, comenzando a mediados del siglo XIX hasta aterrizar en la actualidad. Y son esos “recuerdos vividos y sobrevenidos", especialmente los que atañen a su madre, Caterina Barilli, fallecida a causa de un cáncer cuando ella era una niña, con una parte de ficción y otros reales, lo que provoca el derrumbe emocional y contagiosos de Dragó, uno de los primeros en desgranar la primera novela de Ayanta y que le ha hecho sentir “lo mismo” que cuando hace 50 años leyó Cien años de soledad, de Gabo.

El supuestamente Planeta más feminista de la historia ha servido para confirmar el talento literario de una novata, Ayanta Barilli, nacida en Roma en 1969 y de apellido italiano en honor de su familia materna, formada por prestigiosos artistas. Más conocida por sus facetas de periodista, directora de escena y actriz, Barilli ha encontrado en la literatura el mecanismo para descubrir quién es, para entenderse a sí misma. Un mar violeta oscuro es una novela poliédrica de autoficción, una historia íntima y familiar que quiere convertir en algo universal, una obra que apela a la "responsabilidad de las mujeres de no sentirse víctimas".

De actriz a bloguera sobre sexo

Aunque esta obra que le ha propulsado al puesto de finalista del Premio Planeta es su primer libro en solitario, el debut literario de Ayanta Barilli tuvo lugar con la publicación de la novela autobiográfica Pacto de sangre (Temas de Hoy), escrita a medias con su padre, Fernando Sánchez Dragó, en formato de dos cartas cruzadas: la que un padre le dedica a un hijo y la que una hija dedica a un padre, que surgen tras el nacimiento del pequeño Akela, el cuarto hijo del autor de La prueba del laberinto.

Tras la muerte de su madre, de quien Dragó escribió: “Con ella lo conocí casi todo. Fue mujer, amante y amiga”, Barilli estudió danza clásica con Víctor Ullate y Arte Dramático con Zulema Katz y Dominic de Facio, pero su vida se fue encaminando hacia el mundo de la interpretación y del cine, donde ha participado en películas como Volaverunt, de Bigas Luna, Lo más natural, de Josefina Molina, Amo tu cama rica, de Emilio Martínez-Lázaro o Don Juan en los infiernos, de Gonzalo Suárez. 

Santiago Posteguillo, ganador del LXVII Premio Planeta, José Guirao, ministro de Cultura, y Ayanta Barilli, la otra finalista. Efe

La flamante finalista del Planeta, cuyas raíces literarias beben desde la novela de aventuras hasta clásicos como Herman Hesse y Jorge Luis Borges, tuvo un blog en EL ESPAÑOL, EsSexo, en el que abordaba desde todas sus vertientes las dimensiones del placer. Además, en 2007 asumió el cargo de directora artística del Teatro Lara de Madrid y desde hace unos meses presenta un magazine cultural nocturno en esRadio titulado A media Luz.

En este misma emisora dirigió desde 2009 el programa EsSexo, donde trataba la sexualidad de una manera didáctica, divertida y respetuosa. Desde 2007 a 2013 hizo lo mismo pero con el amor en EsAmor, un espacio galardonado en los Premios Nacionales de Radio 2011 como Mejor Programa de Madrugada. En televisión ha colaborado con su padre en diversos programas literarios, entre ellos Libros con Uasabi, de RTVE.