Los cursis dicen que "uno no elige el libro, el libro te elige a ti", igual que en Harry Potter la varita es quien se abraza al mago. La verdad es algo más complicada, especialmente en diciembre, a las puertas de Navidad, con los buenos deseos aún por canjear y todos los obsequios por hacer. Regalar un libro, si se hace bien, es una experiencia más íntima que regalar un perfume o algo de ropa interior: regalar un libro provoca, de alguna manera, entrar en la mente de la persona querida, entablar con ella un diálogo en silencio, proponerle historias, enfoques y vidas diferentes o tan parecidas a la suya -a las vuestras-... en definitiva, sugerirle palabras con las que cercar el mundo.

Penguin Random House lo sabe y se ha puesto las pilas. Sueña con esos libreros sabios que escuchan al comprador y le recomiendan la mejor opción: el cuento preciso, que es tan necesario como un buen diagnóstico, como una medicina o un placer exacto. La editorial, para acercarse a los deseos de sus lectores, ha creado una 'hotline' que, cual oráculo, seleccionará entre montañas de títulos el más adecuado para ti. Lo hace a través de un formulario en el que piden nombre de pila, apellido, dirección de correo electrónico y código postal. 

En busca del libro perfecto

Después pregunta al usuario para quién está comprando el libro, qué edad tiene y qué género. Luego ahonda en la cuestión: "¿Sabes lo que a esta persona le gusta leer? ¿Alguno de sus libros, escritores o revistas favoritos?". Y termina de cercar el asunto: "¿Alguna otra buena pista sobre esta persona? ¿Programas de radio, programas de tv o películas favoritos? ¿Pasatiempos, intereses o pasiones?". En estas dos últimas preguntas, la respuesta es libre y el lector puede explayarse.

La editorial avisa: a estos cuestionarios contestan "personas reales". Pueden enviarse las solicitudes todas las veces que se quieran, pero, eso sí, la línea directa de Penguin está limitada sólo a usuarios de EEUU. Han pensado también en los usuarios más ocupados: si no tienen tiempo de rellenar el formulario, voilá, una lista ambiciosa de los títulos de 2017 que nadie se puede perder.