El veterano autor belga Hermann, maestro de la historieta franco-belga de corte realista, es el nuevo Gran Premio de la 43 edición del Festival Internacional del Cómic de Angulema, la edición que pasará a la historia por el boicot de los autores contra la ausencia de mujeres en la lista de este galardón, que ha cumplido con sus expectativas. Sólo una mujer ha ganado este premio en 43 años.

Hermann Huppen, de 77 años y conocido simplemente como Hermann, se impuso ante el británico Alan Moore, finalista también en 2015, y ante la ilustradora francesa Claire Wendling, de 48 años y autora de "Lumières de l'Amalou". Wendling fue insertada en la lista ante el aluvión de críticas recibidas por no presentar a ninguna fémina en la primera selección de nominados, entre los que figuraban 30 varones.

Entre los tres finalistas, el jurado se inclinó finalmente por destacar "una de las obras más emblemáticas del cómic franco-belga para todos los públicos y uno de los recorridos de autor más prolíficos del noveno arte europeo", indicaron en un comunicado los organizadores del festival de cómic más importante de Europa.

Es el creador en 1969, junto con el guion de Greg, del cómic Comanche: la protagonista es la heredera del rancho Triple seis, en el profundo y solitario oeste norteamericano. Comanche es una joven de carácter valiente y fuerte, pero no aun así cederá la dirección del rancho a Red Dust, un desconocido para saldar las deudas que penden sobre su propiedad. Una historia con fuertes coincidencias con la polémica machista de esta edición de Angulema.

Hermann, que toma el relevo del japonés Katsuhiro Otomo, creador de la serie Akira, declaró a Le Monde tras saber que era uno de los tres finalistas que consideraría injusto que se le considerase sexista, ante la controversia. "Siempre he evitado representar a 'bimbos' en mis historias. Muchas lectoras me han dicho siempre que no dibujo a las mujeres como objetos destinados al reposo de los guerreros. Al contrario, más bien les he dado carácter a mis heroínas", destacó el autor de otras sagas como Jeremiah o Les Tours de Bois-Maury.

Autor autodidacta, el nuevo inquilino del Olimpo de Angulema arrancó en el mundo de la historieta en los años sesenta y fue creando su propio estilo: viñetas con intensidad física e incluso violenta y talento para reproducir materiales en un universo "eminentemente personal", según le describen los organizadores de la muestra. En el plano técnico, su mayor audacia fue cambiar la pluma por la acuarela para continuar engrosando de títulos las librerías de una longeva y fértil carrera.

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