En un par de semanas, en el céntrico bar Giralda de Sevilla, además de beber cervezas, se podrán contemplar vestigios de la presencia árabe en Andalucía. Unas obras de reformas del local han sacado a la luz un hamán almohade que había sido protegido y ocultado hace más de un siglo.

La cervecería está situada en la calle Mateos Gago, muy cercana a la Giralda, y en dos o tres semanas se abrirá de nuevo al público. Los cuatro socios del establecimiento aprovecharon el parón de la pandemia para iniciar unas pequeñas reformas el pasado mes de julio, pero en ningún momento presagiaron tal hallazgo.

Al tratarse de un edificio protegido, la ley les obligó a contar con un proyecto arqueológico para iniciar los trabajos. Ha sido el arqueólogo Álvaro Jiménez quien ha estado al frente. En conversación con EL ESPAÑOL, uno de los socios del negocio, Antonio Castro, detalla las claves del hallazgo.

El baño islámico es del siglo XII. Efe

Se trata del único baño islámico, tanto en España como en Portugal, que ha llegado a la actualidad con una decoración integral. Es decir, con unas bóvedas completamente cubiertas de pinturas o un paño con decoración geométrica que cubre el dintel de la puerta.

Estaba preservado

A principios del siglo XX el edificio fue objeto de una remodelación con el fin de convertirlo en un hotel. Las obras las proyectó el arquitecto regionalista Vicente Traver, quien tuvo la visión de preservar el hamán almohade del siglo XII que ha aflorado con esta última reforma.

El bar Giralda lleva abierto como tal en Sevilla desde la década de los años 20. Fue en el año 2007 cuando estos cuatro socios cogieron el traspaso. "La obra nos ha costado un pico, pero para nosotros es un honor tener este hallazgo en nuestro local porque ahora va a parecer un museo".

Una de las cúpulas del edificio, con la decoración visible. Cedida

Con la peculiaridad, insiste Castro, en que no lo es. "El establecimiento es una cosa viva al ser un bar y las instalaciones para iluminarlo y acondicionarlo todo han sido complicadas al no poder hacer regolas, por ejemplo".

Antonio Castro recuerda que cuando descubrieron la primera lucera fue una maravilla y así hasta llegar a casi 90 y de distintas formas. Además, puede contemplarse los accesos a la zona fría, la seca y la caliente, que es la que en peor estado se encontraba.

En dos o tres semanas, todo aquel que pase por el local para tomar unas tapas podrá viajar en el tiempo hasta el siglo XII, gracias al hallazgo de este hamán almohade en pleno centro histórico de Sevilla.

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