Investigadores de la Universidad de Navarra han descubierto el retrato del emperador Augusto divinizado más septentrional de la Península Ibérica, una pieza que se conservaba en el Museo de Navarra desde 1974 y que todavía no había sido identificada. La pieza, del siglo I d.C., procede de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la ciudad de Cara (actual población navarra de Santacara), que se exhibía en una vitrina de la exposición permanente del Museo de Navarra.

El investigador de la Universidad de Navarra Luis Romero ha sido quien ha realizado el estudio junto al profesor del centro docente Javier Andreu y ha explicado este lunes a los medios de comunicación que el retrato ha sido identificado por los mechones de pelo. Según ha indicado, la disposición de los mechones permiten identificar la figura de manera inequívoca como del emperador Augusto. Además, los rasgos faciales, sobre todo las arrugas de la frente, permiten datar el fragmento en época claudia.

El fragmento de cabeza, ha comentado Romero, formaba parte de una estatua de Augusto de cuerpo entero, del tipo "prima porta", tallada en mármol blanco de grano fino. Falta por analizar el mármol para saber de qué cantera procede la piedra. Por las dos huellas de anclaje y el rebaje para su inserción en la parte central del cráneo, se sabe que la figura llevaba una corona de bronce, con hojas de roble o de laurel. Romero ha destacado que ésta es una característica muy inusual, porque "esta corona siempre solía realizarse en el mismo bloque de mármol".

El hallazgo del Emperador Augusto EFE

El investigador ha señalado que no se descarta encontrar más fragmentos de la escultura en Cara, que se ha excavado solo en un 10% de su extensión, y también se están revisando los fondos del museo para ver si hay más piezas de la misma. El profesor de Historia Antigua Javier Andreu ha manifestado que este hallazgo "sitúa a Navarra en el mapa de este tipo de retratos, que son bastante infrecuentes". De hecho, sólo hay uno similar identificado en la Bética, en Torreparedones (Córdoba), y otro en Tarraco (actual Tarragona).

Este hallazgo, ha agregado, viene a confirmar que la estatua estaba en un pequeño templo, un "sacrarium" de culto imperial ubicado en la ciudad romana de Cara, una población de tamaño medio-pequeño que alcanzó la categoría de municipio romano en época flavia.

Así, ha subrayado, se está confirmando "cada vez con más claridad" que, entre Augusto y los años 70 del siglo I d.C, "todas las ciudades romanas del ámbito navarro, del ámbito vascónico, incorporaron muy rápidamente, no solo las modas arquitectónicas y escultóricas de la época, sino también los programas oficiales". 

"Esto demuestra que este territorio entró muy rápidamente, a partir de Augusto, en la romanización", ha sostenido Andreu, quien ha resaltado que Cara se encontraba en la vía que unía la actual Zaragoza con Pompaelo (Pamplona). Los resultados del estudio de la pieza se presentarán el próximo día 28 en la Reunión de Escultura de Yecla (Murcia). 

Noticias relacionadas