Cincuenta años lleva sobre las tablas José María Pou y cada vez se agarra a papeles más monumentales, a esos personajes bigger than life. Ha dado vida a figuras como Orson Welles o el Rey Lear, pero ahora está embarcado en un viaje enloquecido, en una persecución que transita por el borde de muchos abismos y sus riesgos inherentes. El actor encarna en esta ocasión al solitario capitán Ahab, obsesionado con cazar a Moby Dick, la gran ballena blanca que lo dejó mutilado de una pierna y contra la que siente un odio inmenso.

La versión teatral de la icónica novela de Herman Melville, tras una gran acogida en el Teatro Goya de Barcelona, tenía previsto su estreno este viernes en el Teatro La Latina (hasta el próximo 10 de marzo), pero ha sido retrasado hasta el 8 de febrero por una inesperada inesperada intervención ocular de Pou. Se trata de una producción de Focus dirigida por Andrés Lima y con un texto adaptado por Juan Cavestany, que ha sido capaz de resumir las 700 páginas de la novela en 90 minutos de función.

Pou encarna al capitán del Pequod, con una cicatriz tétrica que le divide el rostro y una pata de madera y hueso, en su locura, en su obsesión humana por derrotar a su gran enemigo. Ahab se enzarza en una lucha contra la naturaleza, pero también contra sí mismo, contra la razón. El viejo hombre de mar está dispuesto a entregarse al absurdo para lograr su objetivo; y no le importa si eso significa llevarse por delante la vida de toda su tripulación, interpretada por sólo dos actores: Jacob Torres y Óscar Kapoya.

'Moby Dick' llega al Teatro La Latina

En palabras de Andrés Lima, el espectáculo es "una pieza de orfebrería centrada en la mirada enloquecida de Ahab". "La obra ofrece una visión sobre el ser humano ante la muerte. Somos conscientes de que es la historia de una agonía y esta está entre dos mundos: el bien y el mal", añade. ¿Pero dónde está uno y dónde está el otro? ¿El impulso heroico del capitán es legítimo cuando al mismo tiempo está articulando una misión abocada al fracaso?

"Ahab es un personaje que te arrastra y que sólo se puede hacer si al comenzar la función te sitúas al borde del abismo", señala Pou, que añade que se ha sorprendido consigo mismo a la hora de "perder el mundo de vista sobre el escenario". El actor se cita con uno de los personajes más emblemáticos de la literatura universal, uno que podría ser de Shakespeare por su dimensión sobrehumana pero que el genio inglés nunca escribió.

No es la primera vez que Pou interpreta un texto de Herman Melville. En 2003 hizo repetidas lecturas del texto íntegro de Bartleby, el escribiente en el Festival Temporada Alta de Girona y en el Teatre Romea de Barcelona. Pero Moby Dick abarca muchos ámbitos: una aventura marina, una historia de viajes, un documental, poesía y también teatro. Es un viaje a las profundidades de la locura de un hombre capaz de todo por satisfacer su obstinación.

Jaume Manresa firma la composición musical y sonora del montaje, mientras que Miguel Ángel Raió es el responsable del mundo de las imágenes, Beatriz San Juan de la escenografía y el vestuario, y Valentín Álvarez de la iluminación. David Martí y Montse Ribé, del estudio de efectos especiales DDT SFX -ganador de un Oscar por El laberinto del fauno- colaboran en Moby Dick, entre otras cosas, con la elaboración de la prótesis de madera que lleva José María Pou.

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