Ocurrió hace diez años: un ciudadano belga -comerciante adinerado-, a quien los medios locales le conceden el alias de Monsieur Jo, compró una obra de arte en la comuna de Herstal, en la provincia belga de Liège, por 500 euros. Fue de forma fortuita. Comenzó a charlar con un hombre que le resultó simpático, y éste le contó que necesitaba dinero para pagar unas deudas y le vendría bien vender algunas propiedades. Entonces, Monsieur Jo se prestó a comprarle un cuadro con el retrato de Jesús. 

Sin embargo, recientemente, un amigo de Monsieur Jo, que entiende de arte, le alertó de que podría ser más valioso de lo que pensaba, así que el comerciante acudió a los expertos a escuchar su veredicto: su análisis dictamina que puede tener un valor superior a 30 millones de euros, dado que presenta características clásicas de Rembrandt. Un miembro de la antigua Cámara de expertos en arte en Bélgica ha definido la pieza como una "obra excepcional". No obstante, el propietario ha decidido ponerlo a la venta e invertir sus ganancias en su club de fútbol favorito, tal y como han informado los medios belgas. 

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