El Salvator Mundi es el cuadro más caro de la historia: 450 millones de dólares. Esa es una de las pocas evidencias que envuelven al retrato de Cristo enfundado en ropajes renacentistas y dando una bendición con la mano derecha. Todo lo demás son controversias, desde su verdadera autoría —en 2011, la National Gallery de Londres lo atribuyó a Leonardo da Vinci, mientras que otros expertos aseguran que es una obra del taller del artista italiano— hasta su paradero actual.

En noviembre de 2017, la pintura fue adquirida en Christie's Nueva York por un príncipe saudí, que a su vez sería un intermediario de Mohammed Bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudí. Desde ese entonces, el paradero del Salvator Mundi, datado en torno al año 1500 y que en principio iba a ser expuesto en el Museo del Louvre este otoño en una muestra conmemorativa por los cinco siglos de la muerte del pintor renacentista, era un auténtico misterio... hasta ahora.

Según informa el portal especializado artnet.com, la supuesta obra maestra de Leonardo se encuentra en un camarote del superyate Serene, propiedad de MBS y de 134 metros de eslora. Citando a dos fuentes principales involucradas en la transacción, la información, firmada por el marchante de arte Kenny Schachter, asegura que la obra fue trasladada del avión del príncipe saudí a su lujosa embarcación durante una noche.

El Salvator Mundi permanecerá ahora a bordo del yate, construido en 2011 por el magnate ruso del vodka Yuri Shefler y luego alquilado por Bill Gates por 5 millones de dólares a la semana, hasta que los saudís creen el centro cultural planificado para la región de la localidad de Al-Ula, al noroeste del país, según artnet.com. Este proyecto se encontraba el pasado mes de diciembre en "fase experimental", tal y como aseguró un portavoz.

El portal Bloomberg también ha informado sobra la última localización conocida del yate de MBS: el pasado 26 de mayo se encontraba en el Mar Rojo frente a la ciudad egipcia de Sharm el-Sheij, en el extremo meridional de la península del Sinaí.

Personal de la casa Christie's muestra la obra Salvator Mundi, de Leonardo Da Vinci. Peter Nicholls Reuters

Pero más allá del supuesto y polémico lugar de conservación, el debate sobre el Salvator Mundi sigue candente. El investigador Ben Lewis ha publicado recientemente un libro, The Last Leonardo, en el que asegura que el cuadro no fue pintado por el pincel de Leonardo, sino el de sus ayudantes. El genio renacentista solo lo habría retocado antes de ponerlo a la venta.

Aunque el origen del cuadro resulta difuso —se dice que fue un encargo de la corte del rey Luis XII de Francia tras la conquista de Milán a principios del siglo XVI—, aparece luego en Inglaterra en un inventario fechado en 1650 de la colección del monarca Carlos I como "una pieza realizada por Leonardo". Sin embargo, Lewis discute que el Salvator Mundi original acabase en posesión del rey inglés.

Porque lo cierto es que existen numerosas copias de este tema atribuidas a discípulos e imitadores de Leonardo. Según el investigador, esta pintura que estuvo en la colección de Carlos I sería la que hoy en día se expone en el Museo Pushkin de Moscú, que se atribuye al pintor italiano Giampietrino, y no la subastada en Christie's y que ahora el príncipe saudí ha colgado en una de las paredes de su yate.