• 1 de 50

    'Las lanzas o La rendición de Breda'. Diego Velázquez

    Hacia 1635. Óleo sobre lienzo, 307,3x371,5 cm. El 5 de junio de 1625 Justino de Nassau, gobernador holandés de Breda, entregó las llaves de la ciudad a Ambrosio Spínola, general genovés al mando de los tercios de Flandes. La ciudad tenía una extraordinaria importancia estratégica y fue uno de los lugares más disputados en la larga pugna que mantuvo la monarquía hispánica con las Provincias Unidas del Norte. El acontecimiento había de ser plasmado de forma majestuosa y Velázquez respondió al reto creando una obra maestra, en la que da prueba no sólo de sus extraordinarias dotes descriptivas o de su dominio de la perspectiva aérea. sino también de su habilidad para la narración y de su capacidad para poner todos los elementos de un cuadro al servicio de un contenido concreto.

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  • 2 de 50

    'El 3 de mayo en Madrid o ''Los fusilamientos''. Francisco de Goya

    1814. Óleo sobre lienzo, 268x347 cm. Goya pintó dos cuadros sobre los hechos del 2 de mayo de 1808 y planteó dos temas cruciales. Este representa la represalia del ejército francés, iniciada ya por las tropas francesas en la misma tarde del 2 de mayo en el paseo del Prado y a la luz del día, las ejecuciones de la noche y la lluviosa madrugada del 3 de mayo a las afueras de Madrid, lo que confería a la escena un mayor dramatismo.

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  • 3 de 50

    'El 2 de mayo de 1808 en Madrid o ''La lucha con los mamelucos''. Francisco de Goya

    1814. Óleo sobre lienzo, 268,5x347,5 cm. Para la representación de los hechos de la mañana del 2 de mayo, Goya se decantó por el combate callejero contra la caballería francesa, representando principalmente a los más aguerridos y famosos de todos, los mamelucos de la Guardia Imperial. Entre los asaltantes españoles, la diversidad de tipos, con atuendos de varias regiones, expresan la variedad del pueblo que se alzó contra los franceses.

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  • 4 de 50

    'El jardín del Amor'. Pedro Pablo Rubens

    1630-1635. Óleo sobre lienzo, 199x286 cm. El Jardín del amor es una de las obras más representativas de la última etapa de Rubens y una de las más conocidas por la repercusión que tuvo en la configuración del estilo rococó. A pesar de lo real de la composición, Rubens muestra un grupo de personas entremezcladas con personajes mitológicos, los amorcillos. Esta unión permite al artista transportar al espectador a otro mundo donde se recrea en la alegría de vivir, el amor y la galantería que impregnaba a las clases altas europeas del siglo XVII.

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  • 5 de 50

    'Fiesta en un parque'. Jean-Antoine Watteau

    1712-1713. Óleo sobre lienzo, 47,2x56,9 cm. Watteau describe, con su lirismo característico, el encanto de un momento intrascendente, en el que las figuras gozan del trato galante en un jardín. El pintor consigue captar un instante de gozo intenso, aunque condenado a la fugacidad, acorde con los sentimientos melancólicos que se desprenden de las actitudes, entre contemplativas y ausentes, de los personajes.

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  • 6 de 50

    'Las parejas reales'. Luis Paret y Alcázar

    1770. Óleo sobre lienzo, 237x370 cm. Fiesta hípica celebrada en Aranjuez en la plazuela del Palacio el 6 de junio 1770. La escena muestra el momento en el que concluye el desfile principal, encabezado por el Príncipe de Asturias, futuro Carlos IV. Paret logra retratar con gran acierto el movimiento y la energía del público, cuya viveza contrasta con el movimiento disciplinado de los jinetes.

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  • 7 de 50

    'Bodegón con alcachofas, flores y recipientes de vidrio'. Juan van Der Hamen

    1627. Óleo sobre lienzo, 81x110 cm. El motivo principal de este cuadro es un gran jarrón de cristal con flores que se impone sobre dos cabezas de alcachofa y sus hojas, ofreciendo un intencionado contraste entre estas dos caras de la Naturaleza; la belleza de las flores queda realzada por la presencia de las verduras más vulgares que aparecen debajo de éstas. Sin embargo, Van der Hamen ha tratado todos los motivos con el mismo cuidado.

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  • 8 de 50

    'El cacharrero'. Francisco de Goya

    1778-1779. Óleo sobre lienzo, 259x220 cm. 'El cacharrero' es una escena compleja, que presenta la vida en la ciudad, de apariencia callejera y cotidiana. Bajo el aspecto de una bulliciosa escena de mercado se esconde otra de deseos insatisfechos: las jóvenes ante el vendedor ansían sus bellos cacharros de loza, símbolo de la fragilidad femenina, mientras que los caballeros sentados sobre la paja, símbolo de la vanidad de las cosas, dirigen su mirada a la aristocrática dama que pasa veloz en su carroza.

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  • 9 de 50

    'La muerte de Viriato, jefe de los lusitanos'. José de Madrazo

    1807. Óleo sobre lienzo, 307x462 cm. Este monumental lienzo ha sido considerado tradicionalmente como la obra maestra de José de Madrazo y la pintura más emblemática del Neoclasicismo español. El cuadro fue pensado como cabeza de una ambiciosa serie de grandes lienzos con escenas evocadoras de la resistencia de los pueblos peninsulares frente a la dominación romana en Hispania.  Se representa el lecho de Viriato, el difunto general sobre quien se abalanzan llenos de dolor sus generales y servidores más allegados

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  • 10 de 50

    'Manada de toros junto a un río, al pie de un castillo'. Fenaro Pérez Villaamil

    1837. Óleo sobre lienzo, 91x115 cm. En su aparente sencillez, este cuadro resume con un sereno equilibrio los aspectos esenciales que convierten a Genaro Pérez Villaamil en el gran maestro del paisaje romántico español. A pesar de la sobriedad de su composición, el paisaje está resuelto con una técnica a base de un dibujo detenido y atento que describe con precisión las reses en sus distintos pelajes.

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  • 11 de 50

    'Condenados por la Inquisición'. Eugenio Lucas Velázquez

    Hacia 1860. Óleo sobre lienzo, 77,5x91,5 cm. Las escenas de Inquisición son abundantes en la obra de Eugenio Lucas. Esta extrae el máximo provecho de la truculencia dramática del argumento, con una efectista utilización de los recursos pictóricos, de grueso y rico empaste, que contrasta con toques nerviosos y menudos del pincel, al servicio de una eficaz intensidad expresiva.

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  • 12 de 50

    'Doña Isabel la Católica dictando su testamento'. Eduardo Rosales Gallinas

    1864. Óleo sobre lienzo, 287x398 cm. Obra cumbre de la pintura de historia del siglo XIX que marcaría la decisiva transformación de este género en España. La moribunda reina Isabel (1451-1504) aparece tendida en su lecho, cubierto con un dosel y rematado con el escudo de armas de Castilla. A partir de esta obra, la mayoría de los grandes pintores españoles decimonónicos volvieron los ojos hacia el realismo atmosférico del mundo velazqueño

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  • 13 de 50

    'Fantasía sobre Fausto'. Mariano Fortuny

    1866. Óleo sobre lienzo, 40x69 cm. Homenaje a la música y a su ejecución virtuosa, esta obra es fruto de la interpretación que Juan Bautista Pujol hizo de su 'Gran fantasía para piano' basada en motivos de la ópera 'Fausto' de Charles Gounod en el estudio del pintor Francisco Sans y Cabot.

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  • 14 de 50

    'Desnudo en la playa de Portici'. Mariano Fortuny

    1874. Óleo sobre tabla, 13x19 cm. El cuadro presenta la figura de un niño que reposa boca abajo sobre la arena de una playa. Puede verse el interés del pintor por la búsqueda de la captación de la luz en la multitud de reflejos y sombras que caen sobre las diferentes partes del cuerpo del niño, utilizando para cada una de ellas un tono diferente

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  • 15 de 50

    'Los hijos del pintor en el salón japonés'. Mariano Fortuny

    1874. Óleo sobre lienzo, 44x93 cm. Durante su estancia en Portici, Fortuny quiso representar en una pintura a sus hijos, María Luisa y Mariano. Los pintó en un diván muy alargado, recubierto de tejidos, al modo japonés, y captando su intimidad de modo sutil. La obra fascinó desde el momento mismo de su ejecución y se calificó de ejemplo de la síntesis que Fortuny perseguía entre el arte japonés y el dibujo y modelado occidentales.

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  • 16 de 50

    'Bodegón de caza, hortalizas y frutas'. Juan Sánchez Cotán

    1602. Óleo sobre lienzo, 68x88,2 cm. La principal aportación a la pintura española de Juan Sánchez Cotán fue la fijación del bodegón que se considera más característicamente español. Dibuja un geométrico hueco pétreo, posiblemente un armario para conservar los alimentos frescos. Manzanas y limones, zanahorias y rábanos, perdices y pajaritos y un portentoso cardo, se disponen en rítmico enlace hasta crear una ilusión perfecta.

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  • 17 de 50

    'La Canal de Mancorbo en los Picos de Europa'. Carlos de Haes

    1876. Óleo sobre lienzo, 168x123 cm. Considerado por toda la historiografía como el cuadro más emblemático del paisaje realista español del siglo XIX, esta espectacular panorámica de los Picos de Europa es además la obra maestra absoluta de Carlos de Haes. Siguiendo la más pura tradición del paisaje flamenco, el artista construye este soberbio paisaje a base de zonas de luz que van sugiriendo los diferentes planos que marcan su profundidad espacial.

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  • 18 de 50

    'Doña Juana la Loca'. Francisco Pradilla y Ortiz

    1877. Óleo sobre lienzo, 340x500 cm. El lienzo despliega la más bella visión romántica de la figura de la reina Juana I de Castilla y es considerada la obra maestra absoluta de toda la producción de Pradilla. Es uno de los cuadros más cautivadores e impactantes del género, con la joven reina dominando poderosamente la escena. La soberana vela el féretro de su amado esposo, Felipe I, que había muerto el 25 de septiembre de 1506.

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  • 19 de 50

    '¡Aún dicen que el pescado es caro!'. Joaquín Sorolla

    1894. Óleo sobre lienzo, 151,5x204 cm. El cuadro de contenido social más emblemático de Sorolla representa a la perfección la inmersión del artista en este género. Además, es seguramente el más sentido de todos ellos en la hondura de su significado, por representar un asunto tan sensible a las vivencias de las gentes de su tierra natal, logrando con él una de las escenas más emocionantes de la pintura española del realismo social de fin de siglo.

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  • 20 de 50

    'Duelo a garrotazos'. Francisco de Goya

    1820-1823. Técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo, 125x261 cm. Se enmarca dentro de las Pinturas Negras y muestra a dos hombres luchando a bastonazos en un paraje desierto. La obra ha sido interpretada como la lucha fratricida entre los españoles, entre dos posiciones opuestas, representada en la época de Goya en los liberales y los absolutistas.

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  • 21 de 50

    'Chicos en la playa'. Joaquín Sorolla

    1909. Óleo sobre lienzo, 118x185 cm. La serie de cuadros con motivos de niños en el agua culmina con esta obra, en la que los desnudos de los muchachos se imponen en la composición en mayor medida que en otra pintura del artista.

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  • 22 de 50

    'Cacería de liebres. Ermita de San Baudelio. Casillas de Berlanga (Soria)'. Anónimo

    Hacia 1125. Pintura al fresco sobre revestimiento mural trasladado a lienzo, 183x355 cm. En esta Cacería de liebres, el cazador, a caballo y con el tridente en la mano, azuza tres perros contra las liebres, símbolo de la concupiscencia, para llevarlas hasta la red tendida por él. Forma parte de un conjunto de seis pinturas, destinadas originalmente a ornar los muros de la ermita mozárabe del siglo XI de San Baudelio.

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  • 23 de 50

    'Fraile mendigando'. Mariano Fortuny

    1862-1867. Acuarela, Lápiz sobre papel blanco, 268x155 mm. La acuarela del Prado representa a un fraile con barba cana y aspecto desaliñado, vestido con túnica y manteo, ambos de color marrón. Lleva ceñido a su cintura un rosario, apoya en un bastón su mano izquierda y de su brazo cuelga un cubo de zinc, mientras que extiende su mano derecha pidiendo limosna. 

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  • 24 de 50

    'Viejo desnudo al sol'. Mariano Fortuny

    Hacia 1871. Óleo sobre lienzo, 76x60 cm. Fortuny estuvo muy interesado en la representación de ancianos, asunto que abordó en numerosas ocasiones en óleos, acuarelas, dibujos y grabados. La del Prado es la principal obra de la serie. En el modo de pintar la cabeza, mediante pinceladas rápidas y entrecruzadas, el artista mostró su dominio de la ejecución alla prima, propia de los estudios del natural.

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  • 25 de 50

    'El año del hambre de Madrid'. José Aparicio e Inglada

    1818. Óleo sobre lienzo, 315x437 cm. Este cuadro es el más famoso de cuantos se pintaron durante el reinado de Fernando VII y el más difundido en su tiempo por todo el reino, debido a la carga adulatoriamente propagandística de su emblemático argumento. Aparicio representa la dramática situación de hambre que hubo de soportar la Villa de Madrid durante la ocupación napoleónica con una singular alegoría histórica: la heroicidad y el patriótico orgullo de su población al rechazar la ayuda ofrecida por las tropas invasoras.

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  • 26 de 50

    'Por la patria'. Juan Antonio Benlliure

    1884. Óleo sobre lienzo, 315x252 cm. Benlliure, más permeable a las novedades realistas que alejaban la pintura de la épica de los grandes personajes, renuncia a la prosopopeya del lenguaje oficial del ejército español. En la obra aparece un soldado que entrega a los padres ancianos el escapulario de su hijo manchado de sangre y el capote militar, como únicas memorias de un ser valiente. 

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  • 27 de 50

    'La gallina ciega'. Francisco de Goya

    1788. Óleo sobre lienzo, 269x350 cm. Este es el único cartón que Goya llegó a pintar del conjunto de escenas pensadas para los tapices del dormitorio de las Infantas, las hijas del futuro Carlos IV y María Luisa de Parma en el Pardo. Representa a un grupo de nueve figuras jugando a 'la gallina ciega'.

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  • 28 de 50

    'Dos viejos comiendo'. Francisco de Goya

    1820-1823. Técnica mixta sobre revestimiento mural trasladado a lienzo, 49,3x83,4 cm. Otra de las Pinturas Negras de Goya. Aparecen dos ancianos, sin distinguirse bien si son hombres o mujeres, comiendo sopa. P. L. Imbert la descubre como 'La Muerte comiendo con una bruja'.

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  • 29 de 50

    'El coloso'. Francisco de Goya

    1818-1825. Óleo sobre lienzo, 116x105 cm. Atribuida a Goya hasta 2008, los estudios sobre la autoría de esta obra han señalado a Asensio Juliá, amigo y colaborador, en alguna ocasión, de Goya, como el verdadero artífice. Se trata de una escena narrativa, de significado ambiguo, que se ha puesto en relación con la Guerra de la Independencia pero también con asuntos más prosaicos como una tormenta en el campo.

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  • 30 de 50

    'El último recurso'. Gonzalo Bilbao Martínez

    1901. Óleo sobre lienzo, 112x175 cm. Se sitúa la escena en una casa de empeños, como sórdido lugar a donde tenían que acudir las personas más pobres, como último recurso para sobrevivir. Constituye este tema una variante de la pintura de carácter social, que trataba de poner de relieve, a través de una denuncia moral, las grandes diferencias que aquejaban a un mundo plagado de contradicciones.

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  • 31 de 50

    'La esclava'. Antonio María Fabrés y Costa

    Hacia 1886. Óleo sobre lienzo, 230x138 cm. Representa a una mujer ajusticiada por haber robado las joyas que penden ante ella, como confirma el letrero en árabe sobre su cabeza: 'Muerte de ladrón'. El autor ofrece una visión romántica del castigo y ejecuciones, con una interpretación peculiar de la acción justiciera.

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  • 32 de 50

    'Combate de mujeres'. José de Ribera

    1636. Óleo sobre lienzo, 235x212 cm. Esta obra representa la escena final de un encuentro brutal entre dos luchadoras que según los catálogos del Prado está inspirada en un duelo que tuvo lugar en 1552 ante el virrey de Nápoles. Isabel Mateo ha sugerido que Ribera habría concebido el cuadro como una alegoría política que reflejara el conflicto nacionalista entre los napolitanos y sus señores feudales.

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  • 33 de 50

    'Bodegón con salmón, limón y recipientes'. Luis Egidio Meléndez

    1772. Óleo sobre lienzo, 41x62,2 cm. De una fase avanzada en la producción del pintor puede ser considerado este soberbio exponente de su virtuosismo en la captación de los elementos, todos ellos tratados con un lenguaje directo y realista.

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  • 34 de 50

    'Niño con molinillo y hombre tirando de una carreta con un cuerpo'. José de Ribera

    Hacia 1640. Aguada, Pluma, Tinta parda, Trazos de lápiz sobre papel verjurado, 236x175 mm. El dibujo ofrece las características habituales de los diseños de Ribera: figuras de alargadas proporciones, cuerpos dislocados, con escorzos acentuados, que en ocasiones provocan incorrecciones formales que se ven acentuadas por el uso extremo de la aguada. El sentido de esta composición varía desde la presencia de la muerte a los juegos de niños.

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  • 35 de 50

    'Dibersión de España'. Francisco de Goya

    1825. Litografía sobre papel avitelado, 418x538 mm. La litografía se adaptaba a las necesidades de un Goya octogenario; podía ejecutarse rápidamente, pues consistía en dibujar directamente sobre la piedra, de forma que la espontaneidad era su cualidad esencial. Esta estampa titulada parece reconocer que, a pesar de experimentar momentos de prohibición, las corridas de toros fueron un entretenimiento muy popular en tiempos de Goya. 

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  • 36 de 50

    'La vida campesina'. Jan Brueghel el Viejo

    Hacia 1621. Óleo sobre lienzo, 130x293 cm. Dentro del conjunto de pinturas que decoraron la Torre de la Reina del Alcázar de Madrid, lugar donde colgó esta obra, había varias de temática paisajística. Este es un ejemplo de las que mostraban costumbres y acontecimientos de las gentes de Flandes en el siglo XVII.

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  • 37 de 50

    'El soldado alegre'. David Teniers

    1631-1640. Óleo sobre tabla, 47x36 cm. Las ilustraciones de personajes disfrutando del placer de la bebida o del tabaco fueron muy habituales en la obra de David Teniers el "Joven". Esta representa a un hombre bebiendo y fumando mientras dirige una expresiva mirada hacia el expectador.

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  • 38 de 50

    'La era o El Verano'. Francisco de Goya

    1786. Óleo sobre lienzo, 277x642 cm. El verano, escena dedicada a la diosa Ceres en las interpretaciones tradicionales de las Cuatro Estaciones, se representa aquí ante la imponente mole de un castillo medieval como el descanso de los segadores en el campo, después de la cosecha del trigo, reunido ya en gavillas. El tapiz estaba pensado para el palacio de El Pardo pero no llegaron a colgarse por la muerte de Carlos III.

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  • 39 de 50

    'Palique y trago'. José Benlliure

    Hacia 1878. Óleo sobre lienzo, 47x60 cm. Cuatro viejos campesinos ataviados a la manera tradicional, departen tranquilamente en el interior de una alquería, en torno a una jarra de vino. Los personajes, fielmente caracterizados, reflejan en sus rostros y serena actitud el cúmulo de la experiencia y el esfuerzo de una larga vida dedicada con sacrificio a las labores del campo.

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  • 40 de 50

    'Los amigos de Jesús'. Antonio Fillol

    1900. Óleo sobre lienzo, 200x280 cm. Con esta obra el naturalismo integra contenidos más espiritualistas y emotivos que potencia el modernismo, sin que ello suponga la ruptura con el sentido crítico y de denuncia que el artista había ido desarrollando a lo largo de la última década. La escena del lienzo se desarrolla en el interior de una barraca de pescadores de El Palmar.

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  • 41 de 50

    'La suerte de varas'. Eugenio Lucas Velázquez

    Hacia 1855. Óleo sobre lienzo, 56x77 cm. El autor se inspiró en Goya y en el mundo de los toros. Fue además buen aficionado a esta fiesta y amigo de toreros, reflejando su conocimiento del arte de la tauromaquia. Este cuadro representa un cruento episodio en el que un fiero toro berrendo, después de haber cogido al matador, embiste al caballo del picador, desgarrando las entrañas del animal, que sangra abundantemente. 

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  • 42 de 50

    'Corrida de toros'. Mariano Fortuny

    1867-1868. Óleo sobre lienzo, 30,3x46,2 cm. Dentro de la rica y sugerente iconografía taurina, Fortuny mostró gran interés por la suerte de varas, en especial por el momento de la embestida del toro contra el caballo. En esta obra se interesó también por el bullicio del público asistente y reflejó los detalles propios del coso taurino.

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  • 43 de 50

    'La Romería de San Eugenio'. Inocencio Medina

    Hacia 1910. Óleo sobre lienzo, 250x312 cm. La Romería de San Eugenio se celebraba, desde tiempos de Felipe IV, el primer o segundo domingo del mes de noviembre en el monte de El Pardo (Madrid). La obra participó en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1910.

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  • 44 de 50

    'El charlatán veneciano'. Giandomenico Tiepolo

    Hacia 1765. Óleo sobre lienzo, 34x58,1 cm. Se trata de una pequeña escena costumbrista veneciana, resuelta por el artista, hijo y discípulo de Giambattista Tiepolo, con una ejecución exquisita. Se hace burla de esa sociedad veneciana con gran acierto gracias a su espíritu observador.

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  • 45 de 50

    'La riña en la Venta Nueva'. Francisco de Goya

    1777. Óleo sobre lienzo, 275x414 cm. Cartón para tapiz con la representación de una riña ante la que Goya define como Venta Nueva, aunque sus muros están agrietados y la cruz que la corona, ladeada, lo que con ironía proporciona a la escena un sentido metafórico sobre la intemporalidad de la violencia humana.

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  • 46 de 50

    'La azotaina'. Leonardo Alenza y Nieto

    Hacia 1835. Óleo sobre lienzo, 33x24,5 cm. Representa a una madre que azota violentamente a un niño pequeño con una zapatilla, y la ropa tendida cerca de una tapia que cubre la mayor parte del fondo. Tanto en Goya, que representa una imagen similar, como en Alenza, no se trataba más que de recriminar la facilidad con que eran los niños castigados por cualquier percance o torpeza.

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  • 47 de 50

    'Granada'. Martín Rico y Ortega

    1871. Óleo sobre tabla, 9,8x16,5 cm. Martín Rico fue uno de los primeros artistas españoles en pintar directamente del natural. Como en otras obras y apuntes dibujados, es característica la agrupación en un friso de figuras diminutas y numerosas. 

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  • 48 de 50

    'Vista de Venecia desde la isla San Giorgio'. Gaspare Vanvitelli

    1697. Óleo sobre lienzo, 98x174 cm. Nacido en Holanda, Van Wittel tomó sus primeras lecciones de pintura en Utrech. Desde 1674 se traslada a Italia, donde fue conocido como Vanvitelli, y contribuyó de manera decisiva al desarrollo del género de la veduta. Esta vista de la Piazzetta de San Marco y el Palacio Ducal tuvo una enorme influencia.

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  • 49 de 50

    'Capitulaciones de boda y baile campestre'. Jean-Antoine Watteau

    Hacia 1711. Óleo sobre lienzo, 47x55 cm. Watteau ha localizado el tema de las capitulaciones de una boda, es decir, la firma del contrato matrimonial. Esta escena se ve rodeada de varios grupos de figuras, que danzan al son de los músicos, que tocan diversos instrumentos. Las diferentes escenas costumbristas han sido envueltas por un denso paisaje de árboles.

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  • 50 de 50

    'Defensa de Cádiz contra los ingleses'. Francisco de Zurbarán

    1634-1635. Óleo sobre lienzo, 302x323 cm. El hecho representado es la defensa de Cádiz frente al ataque, iniciado el primero de noviembre de 1625, de una escuadra inglesa compuesta por cien naves y diez mil hombres al mando de sir Henry Cecil, vizconde de Wimbledon.

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