¿Para qué necesita un millonario que gasta 170 millones de dólares (158,2 millones de euros) en un cuadro acumular puntos en su tarjeta American Express? "Para que la familia siga volando gratis". Así lo ha explicado el inversor chino Liu Yiqian al The New York Times

La semana pasada Liu Yiqian se hizo, en subasta de Christie's con el Desnudo acostado de Modigliani, que se convirtió en la segunda obra de artemás cara adquirida en una subasta pública. Por delante, sólo está el Las Mujeres de Alger (Versión O) de Picasso. El millonario hizo el pago con su tarjeta de crédito de American Express y, cuando el The New York Times le preguntó la razón, la respuesta fue un desconcertante: "Para acumular puntos para que la familia siga volando gratis". Yiqian está casado, tiene cuatro hijos y dos nietos.

Compramos sus edificios, compramos sus empresas y vamos a comprar su arte.

No es la primera vez que el millonario usa el plástico para comprar arte. El año pasado se hizo con una taza antigua de cerámica china por 36 millones de dólares (33,5 millones de euros), acumulando 422 millones de puntos en su tarjeta, según contaba Bloomberg. Esa vez, parece que el millonario no era consciente de las ventajas de acumular puntos en su tarjeta, pero se puso al tanto muy pronto. "No lo sabía. Está mirando ahora a ver cuántos puntos puede conseguir" dijo su hija a la agencia de noticias en la ocasión. Se ve que las ventajas le convencieron y, cuando la oportunidad se presentó, volvió a repetir la operación.  

La compra representa también un aviso a Occidente: "El mensaje es claro", dijo el millonario. "Compramos sus edificios, compramos sus empresas y vamos a comprar su arte. Ahora, un museo chino tendrá una obra maestra mundialmente reconocida y mis compatriotas no tendrán que salir del país para verla. Estoy muy orgulloso". 

Según su mujer, el millonario quería gastar su fortuna en compras más fútiles, como un avión privado: "Todos nuestros amigos se estaban comprando aviones privados y él quería uno también. Me negué, le dije que debíamos hacer un museo". Fue cuando surgió el Long Museum Pudong, el museo privado de la familia, creado en 2012. El millonario no consiguió su avión privado, pero parece haber encontrado una manera de suplantarlo, al tiempo que aumenta su colección de arte: los viajes gratis con los puntos de su American Express.