La polémica surge de nuevo en el consistorio toledano. Esta vez ha sido la portavoz del PP en el municipio, Claudia Alonso, quien ha pedido explicaciones al ayuntamiento explicaciones por su participación en el cartel del Festival Toledo Alive y la inclusión de los Chikos del Maíz en la programación. El festival reúne a distintas bandas con motivo de las fiestas de verano de la ciudad, entre ellas Zahara, cuyo cartel fue criticado duramente por los ultraderechistas Vox por "ofensas a la Virgen"

Esta nueva polémica gira en torno al grupo de hiphop valenciano Los Chikos del Maíz. "No son gente que vaya por la tolerancia y la paz, son proetarras, llaman a la violencia públicamente y en las letras de sus canciones ofenden a millones de personas", aseguró Alonso, al tiempo que calificó de "vejatorio", tanto esta actuación como el cartel de Zahara.

Los populares han exigido a la alcaldesa socialista, Milagros Tolón, que "salga y hable", pidiendo explicaciones al Ayuntamiento sobre su participación en la organización y financiación de este ciclo de conciertos. 

La respuesta del equipo de gobierno no se ha hecho esperar. Noelia de la Cruz, portavoz del grupo de gobierno, ha asegurado que este tipo de acciones por parte de la oposición y grupos de extrema derecha "solo alimentan el odio y la intolerancia", afirmando también que "no representan a los toledanos". 

La alcaldesa escribía en su cuenta de Twitter, el pasado miércoles, en apoyo al concierto de Zahara, haciendo hincapié en "la tolerancia, el respeto y la libertad de expresión", añadiendo a su vez que "ni cedimos ni lo haremos ante quienes coartan libertades". El equipo de gobierno aprovechó para recordar que Festival Toledo Alive es de titularidad privada, el Ayuntamiento se limitó a "presentar al consistorio el proyecto, como siempre se hace", afirmaron el pasado domingo, desvinculándose de toda decisión tomada por los organizadores. 

De la Cruz, aprovechó la ocasión también para recordar a los populares que la retirada del cartel de la actuación de Zahara se debió a una decisión de la propia organización del festival, ajena al consistorio. El Ayuntamiento de Toledo ha reiterado a su vez, que la intención de la oposición es la de "politizar y echar abajo unas fiestas que van a ser las mejores fiestas de los últimos 20 años del mes de agosto".

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