Emmanuel Carrère ha recibido el Premio Princesa de Asturias de las Letras a la edad de 63 años, un premio que llega tras la publicación de la última entrega de su trilogía autobiográfica, Yoga. El autor ha participado en una rueda de prensa virtual a las pocas horas de conocer la noticia en las que se ha mostrado "muy agradecido" por el galardón. 

Nacido en París en 1957, hijo de la sovietóloga Hélène Carrère, quien ocupa el cargo vitalicio como secretaria perpetua de la Academia francesa, y a través de la cual el escritor recibió la fiebre de las letras desde su infancia. La fina línea que constantemente recorren los libros del escritor se ha convertido en la marca personal de su literatura.

El francés es autor de novelas como Limónov, El Adversario o El Reino, todas ellas editadas en nuestro país por la editorial Anagrama. La primera le dio una gran proyección internacional contando la vida del polémico activista político, novelista y poeta ruso, Eduard Limónov, enemigo declarado del gobierno de Putín y figura eternamente controvertida de las letras rusas modernas. El propio Carrère reconoce que se sintió "apenado" por la muerte del escritor, pero que nunca mantuvo una relación personal con el ruso, quien en una ocasión le dijo "si estuviese en el poder te fusilaría"

A la pregunta de si este premio suple el no haber ganado el Goncourt, el galardón más prestigioso de las letras francesas, el autor ha respondido con un irónico "por supuesto". Sobre la naturaleza confesional de su último libro, con fragmentos que trajeron la polémica por hacer referencia a su expareja que pidió que se retirasen, admite que la realidad de su vida está "comprometida con su trabajo"

A las preguntas sobre la corrección política alrededor de su figura y las críticas que algunos de sus pasajes y novelas han suscitado entre grupos feministas, el autor se echaba las manos a la cabeza y enunciaba las "arenas movedizas" de un tema tan controvertido. Admite a su vez, sentirse en sintonía con la "revolución cultural" que vivimos en este aspecto, pero desde la "prudencia" y la comprensión del tiempo en que fueron escritos

Acerca de la literatura en castellano, Carrère se declara un lector ávido de Vila-Matas o Rosa Montero, pero sobre todo de Miguel de Cervantes. Sobre la situación del periodismo, profesión a la que dedicó muchos años y en la que dejó una profunda impronta, reconoce que "el periodismo de investigación, con tiempo y espacio para la lectura y la escritura ya no existe" y que aquellos jóvenes que desean dedicarse al periodismo se deben enfrentar a estas dificultades

Ha tenido tiempo también para opinar acerca de la agresión que el presidente francés Emmanuel Macron recibió ayer durante una visita en el sureste de Francia. El escritor ha tildado de "siniestra" la perspectiva de que la política se convierta en un asunto de bofetones

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