Valero Sanmartí

Valero Sanmartí Autsider Editorial

Cultura

Valero Sanmartí: "Me haría feliz que Ayuso consiguiera la independencia de Madrid"

El autor vuelve con una mordaz crítica de la sociedad y cultura catalana de las últimas décadas esta vez traducida al castellano. 

16 mayo, 2021 03:25

Valero Sanmartí es un rara avis en sí mismo, un cruce entre Thomas Pynchon y una recopilación de los mejores momentos de Humor Amarillo. Un autor del que nadie sabe nada y que ha conseguido hacer pasar la impronta de Tom Shelleck en Magnum por suya, gafas de sol y mullet incluidos. 

En el año 2008 empezó a lanzar sus dardos envenenados desde el blog, Jo Només Follo a Pèl, una suerte de mezcla de fotomontajes y textos que le empezaron a granjear un, cada vez mayor, grupo de seguidores en redes. En el año 2013 publicó Jo només il·lumino la catalana terra, una recopilación de textos satíricos centrados en la idiosincrasia de la cultura catalana desde un humor ácido e irreverente. 

En el 2016 publica Los del sud us matarem a tots, una novela de tipo escoge tu propia aventura basada en una hipotética Cataluña que es sometida a los andorranos en el 2032, y donde convive un sur plagado de mutantes con una Barcelona reconvertida en parque de atracciones para turistas.

Tras la publicación de su último libro, Valero desapareció de la faz de internet para regresar, de la mano de la editorial de cómics Autsider, con una versión traducida al castellano de Jo només il·lumino la catalana terra. Un texto revisado, y plagado de notas al pie, que permiten al lector charnego encontrarse entre castellers, quillos y ratafías

¿Qué ha hecho Valero Sanmartí en estos últimos años de exilio?

Gastarme en cocaína lo que había ganado con mis dos anteriores libros. Bueno, o eso me han explicado, porque tengo lagunas de memoria importantes que abarcan períodos de varios años.

¿Por qué tu salida de redes sociales? ¿Consideras que internet ya no es un lugar seguro para ti?

Internet ya no es seguro para NADIE. Los anhelos libertarios de la humanidad crecieron hasta colapsarse y explotar, y en ese páramo postapocalíptico campa cruda y salvaje la humanidad. Es a la vez una utopía y una pesadilla y me parece algo hermoso. Más de ver que de vivir. Pero hermoso al fin y al cabo.

¿Qué hay en 'Iluminando la aturdida tierra catalana' de homenaje y qué hay de sátira?

En toda sátira hay cierto componente de homenaje porque se trata de un género humorístico destructivo y sin autonomía, que no puede sobrevivir a la erradicación de su objeto de escarnio. Aunque quizás eso no es del todo cierto, porque también hay un tipo de sátira (digamos que) humanista, cuyo motor son unos determinados valores que le permiten sobrevivir al vacío que crea tras de sí.

Me inclino a pensar que este tipo de sátira tiene un componente más ideologizante que la mía, que a pesar de todo, también tiene sus principios que a su manera conforman también una ideología, obviamente. Porque creo que ese cómico idealizado que lo ataca a todo y a todos es una quimera, no existe en la realidad, y si existiera, por mucho que se le quisiera romantizar, no dejaría de sería un puto sociópata y probablemente también psicópata.

Una nación que no tolera su satirización es una tiranía. Hay una paradoja en la sátira: que a veces la sátira es asumida por el discurso oficial de una nación, estamento, ideología... Y sale reforzados del proceso de satirización. Esto puede ser porque la sátira sea endeble, o porque sirve como válvula de escape para que el débil se sienta poderoso ante el fuerte que permite que se rían de él... sin cuestionar el status quo a efectos prácticos. Y en raras ocasiones un sistema que tolera la satirización de forma oficial es modificado por sus críticas sin ser destruido ni perder credibilidad entre los individuos que lo conforman. Esto último me parece enormemente sano, aunque todo coqueteo con la oficialidad obliga a la sátira a estar más recelosa que nunca para no diluirse en bufonada.

¿Es posible hablar así de la vida diaria y cultura catalana sin un pseudónimo?

Absolutamente. En Cataluña no hay significativamente más chalados, idiotas, flipados o intolerantes que en otros sitios de España o incluso Europa. Aquí hay gente de todos colores políticos lanzándose filípicas los unos a los otros sin mayor problema. Los catalanes somos dialogantes e insultarse al fin y al cabo es una forma de diálogo.

¿Qué es lo que más une y más separa a España y Cataluña?

Las autopistas de pago. En ambos casos.

¿Hay miedo a que esta nueva traducción se pueda convertir en munición para la derecha española?

En su momento lo sopesamos con Autsaider, la editorial que publica la traducción. Pero al final resolvimos que la derecha españolista (y también el centro y la izquierda) han dicho tales barbaridades de los catalanes, histórica y actualmente, que poca cosa se les puede enseñar.

Además, su dialéctica política en ese sentido está actualmente tan enloquecida que cosas mucho más inofensivas que mi libro puede usarse como munición contra Cataluña. Pero en resumen, sí, un españolista puede ponerse palote con mi libro, pero si se queda solo con que es una crítica a los catalanes (cultura, instituciones, historia, folklore, carácter, etc.) demostrará no haber entendido nada.

Parece que el humor satírico y rupturista que siempre ha sido patrimonio de la izquierda se lleva perdiendo desde hace años en la ofensa y la corrección ¿Quién tiene más humor hoy por hoy: la derecha o la izquierda española?

La subversión por sí misma es un concepto vacío, una postura estética (siendo generosos…) ¿Fue subversivo Losantos cuando dijo que el bebé de Carolina Bescansa debería estar en la basura? Por supuesto. Y le cayó una multa por ello. ¿Fue subversivo Dani Mateo al sonarse los mocos con la bandera de España en El Intermedio? Por supuesto. Fue imputado por ello y tuvo que arrastrarse por las redes y el programa pidiendo perdón para no perder anunciantes, que habían mostrado su intención de irse tras las presiones de ofendiditos españolistas.

Son dos casos de subversión cuyo contenido es a todas luces diametralmente opuesto porque la subversión por sí misma puede llegar a ser inocua cuando no tiene fondo. Lo podemos ver a diario en miles de productos de consumo de masas que se envuelven en un halo de abúlica subversión (y rebelión, etc.).

Lo que pasa es que la subversión tiene cierto prestigio en cuanto a postura estética tiene cierto prestigio heredado porque viene del mundo del arte, que es un pudridero de esnobismo, corrupción, elitismo y especulación que debería ser quemado hasta los cimientos y cubrir con sal sus cenizas para que nada más pudiera rebrotar de sus despojos.

¿Con quién saldría antes Valero Sanmartí una noche de fiesta por Sarrià: los Manel, Messi o Artur Mas?

Con ninguno. Pero iría a comprar al supermercado con el cantante de Manel. Me gustan mucho los supermercados y me lo encontré más de una vez en uno de la poco conocida cadena Jespac. Son unos supermercados pequeños y compactos, distribuidos en forma de U para que puedas hacer la compra sin zigzaguear por las secciones. El Jespac de Vallcarca me reconfortaba mucho, tenía una iluminación agradable y unas paredes azules que me hacían sentir como si estuviera en suspensión en líquido amniótico. Esto, sumado al recorrido guiado, conseguía que una simple compra se convirtiese en un renacimiento simbólico cotidiano. Además, no era caro y tenía buen producto. Allí me gustaría ir de fiesta con el cantante de Manel, al cual además encontrármelo muchas veces allí, también le leí hablar de las bondades del Jespac de Vallcarca en una entrevista.

Las notas al pie constituyen prácticamente un libro en paralelo ¿Es difícil traducir y explicar un libro tan anclado en la cultura catalana?

El libro está trufado de referentes a la cultura catalana en un sentido amplio, y por eso hay tantísimas notas a pie de página, para contextualizar. Pero como no quería hacerlo aburrido, he convertido las notas en un reducto de locura aún más delirante y lisérgica que el propio cuerpo del libro.

A veces son definiciones con gracia, a veces digresiones absurdas, a veces insultos al lector, a veces son cosas directamente falsas… Pero muchos lectores del libro en castellano me han dicho que las notas al pie son de lo que más les chifla del libro. Bueno, y hay lectores del original en catalán que se lo han comprado años después en castellano solo por las notas.

¿Qué opinas de esta nueva "identidad madrileña" tan ligada a las elecciones del 4M? ¿Verías a Ayuso huyendo a Bruselas y proclamando la independencia de Madrid?

Lo de reducir el carácter madrileño a irse a tajar al bar después del trabajo me parece entretenidísimo, está dando momentos antológicos, hilarantes. Ayuso pilla esa figura entre forajido crepuscular y enfant terrible hedonista tan propio de los ideólogos neoliberales yanquis (y evidentemente Ayuso lo pilla tarde porque en España todo llega no tarde, tardísimo) y lo pasa por el cedazo del aún más sobado tópico del canallita madrileño. Aznar ya lo ensayó cuando en calidad de expresidente esputó "a mí no me gusta que me digan [la DGT] las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber".

En general, todo esto me parece de un reduccionismo bastante idiota, perverso, y seguramente muy eficaz en términos electoralistas. Le permite a la derecha disimular los recortes de libertades reales que conforman su agenda. Pero, en todo caso, prefiero a esta Ayuso de subidiki turboliberal antes que a esa otra Ayuso monjil que hablada de los fetos como “concebidos no nacidos” y esas mierdas propias del catolicismo más rancio.