Nena Daconte ha decidido poner los puntos sobre las íes años después de su pelotazo tras su salida de la academia de 'Operación Triunfo': recuerden cómo triunfó con temas como Tenía tanto que darte o En qué estrella estará, acompañada por su compañero Kim Fanlo, que era como su Juan Aguirre en Amaral. Se ha expresado la artista a través de unos dibujos de corte infantil que ha publicado en su stories de Instagram que han dejado atónito al personal.

En el primero aparece una chica presuntamente enamorada -rodeada de corazones- bajo el bautizo de "perdedora de OT2, loser" dirigiéndose a un "bajista": "¡Hola, tengo muchas canciones bonitas…! ¿Quieres tocar la guitarra conmigo?". Él le responde con gesto malhumorado: "Vale". Parece que empezamos fuerte. Alguien le recomienda entonces que mejor que monte un dúo "con fotos y vídeos que reflejen mis inquietudes intelectuales: soy muy listo".

El que dice estas palabras parece un hombre distinto al de Kim, porque va vestido de chaqueta, lleva maletín y el pelo más largo. Es un poderoso empresario. Ella, encogiéndose de hombros, acepta, y piensa: "Así no pareceré tan idiota". Entonces, para su sorpresa, se ve encima de un escenario siendo alabada por la afición. Muchos aplausos, vítores, el Ondas y "muchos premios". Ella se pregunta qué está pasando. Él se siente el "winner". Ella piensa en tomarse unas copas.

En otra viñeta, ella le pregunta a él si la quiere, sintiéndose diminuta. "Te juzgo en tu pequeñez pero sí, puedes quedarte conmigo (…) No tienes ni idea de nada (…) Vaya loca, como Panero (…)", dice él. Mientras, los músicos le apoyan a él: "No conecta con el público, ¡no baila, no canta! ¡Fuera, fuera!". También un inquietante: "Tiene barba, es lesbiana".

Maltrato psicológico

Cuando en la siguiente historieta, ella se cansa y se pira al grito de "¡adiós muy buenas!", él se queda con el Ondas y la increpa: "¿A dónde te crees que vas sin mí! ¡A juicio vas! ¡Y le voy a decir a todo el mundo que eres mala! Y que crees que cantas como Ella Fitzgerald". En la próxima viñeta se la ve a ella intentando hacer llamadas y saludando con un "hola, soy Nena Daconte". El interlocutor le responde: "¿Quién?".

Después de todo este calvario ilustrado de forma naif, llega la última imagen, que data de "años después", donde aparece ella ya en modo zen, con flores y plantas creciéndoles del pelo, en estado de gracia, en pleno prado, encantada de la vida y asegurando que ya no fuma ni bebe -linkando esas filias al momento de destrucción que compartió con su bajista-. Con un brazo se riega a sí misma, con otro busca la paz, con otro dispara a los haters, con otro se centra en el amor. Medita. Unas voces le dicen "mami, te queremos". Su vida es otra. Está liberada y feliz. 

Esta ha sido la forma de Mai Meneses de denunciar la relación tóxica que vivió con Kim, de quien fue pareja un tiempo, además de compañeros de grupo -por presiones de Universal, que es a quien representa el ejecutivo-. Por lo que ilustra, parece que se sintió anulada, utilizada y ninguneada por él, aunque fuera ella la que quedase "de mala".

Sufrió maltrato psicológico: él, presuntamente, exprimió su talento y la explotó artísticamente, aunque todas las canciones eran de la autoría de Mai. Tiene todos los componentes del abuso machista: silenciada por una industria eminentemente masculina, usada, apocada, minimizada, siendo despreciada por su pareja, ridicuiizada... Ella se piró de allí después de tantas humillaciones y él se vengó de ella. Pero ahora, por fin, ella ha encontrado su centro. Nos alegramos, Mai. 

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