Bilbao

Por el pasillo central del Bilbao Exhibition Centre (BEC) camina un hombre, sin que nadie parezca percatarse de su presencia. Junto a él, en un lateral, cientos de personas están haciendo cola para entrar en el pabellón que aloja el Fun & Serious Game Festival, una de las convenciones de videojuegos más importantes del mundo.

El hombre es Roger Clark, conocido por su papel de Arthur Morgan; un forajido del Viejo Oeste y protagonista de Red Dead Redemption 2, uno de los mejores juegos de todos los tiempos, lanzado en 2018. Por esa actuación ganó el año pasado el premio a mejor interpretación en The Game Awards. O lo que es lo mismo: fue el mejor actor.

¿Qué falla para que todas esas personas, aficionados a los videojuegos, no reconozcan al que dio vida a ese personaje, ya un icono del medio? Incluso aunque le vean caminando con un andar tan característico que, de hecho, le ayudó a conseguir el papel. Existe un problema por el que los aficionados no perciben el trabajo que hay detrás de los actores como si lo harían con estrellas de cine.

"He ganado mucho reconocimiento, pero tal vez no tanto como lo hubiera hecho en una película o una serie de televisión", cuenta durante una entrevista a EL ESPAÑOL. "Creo que la razón principal de esto es que mi físico no es el de Arthur. Yo soy más guapo", afirma en tono de broma. "Hay un parecido pero no somos iguales".

Clark cree que "el reconocimiento ha sido estar en muchas conferencias durante el último año, ha sido un privilegio". "Y los colegas de profesión y la prensa han apreciado mucho mi trabajo", añade.

El actor, estadounidense, se sorprendió por lo "habitualmente mal entendido" que estaba el trabajo de interpretación dentro de los videojuegos. "La mayoría creen que es actuación de voz. Y este era el caso hace 10 o 12 años, pero ahora el 'performance capture' (con el que se graban voz, movimiento y gestos de la cara o las manos),  especialmente para los papeles principales y el personaje jugable, se ha convertido en la forma principal con la que trabajamos".

Se trata de un proceso diferente al de otros juegos como Spider-Man en el que un actor hizo los movimientos y otro puso la voz: "Yo hice todo excepto las acrobacias más destacadas. Estoy en todas las animaciones en el juego, todas las escenas cinematográficas... Todo lo que hay soy yo".

Evolución del medio

Tras casi 20 años actuando, Arthur Morgan ha sido el papel de su vida. Pero él ya había trabajado en cine y televisión. Cree que la diferencia de los videojuegos con ambos medios radica en que el jugador "participa voluntariamente en la historia". "Pero con el cine y la televisión eres un espectador pasivo. La naturaleza inherente de los videojuegos hace mucho más probable que te atraiga más rápido porque te identificas mucho con tu personaje. Más de lo que lo haría en cine o televisión porque tú eres ese personaje y tienes el control de sus acciones y su comportamiento".

De hecho, él ha vivido la evolución del medio: "Nací a finales de los 70, así que soy de la primera generación que creció con los videojuegos. Y creo que el público de los videojuegos ha madurado. Y los juegos también han madurado con su audiencia. En los años 80 tuvimos a Mario con Nintendo. Y ahora en esta década tenemos personajes tan adultos y con tantos matices como Arthur Morgan y Joel de 'The Last of Us'. "Tratamos temas para adultos y algunas historias muy complicadas porque la audiencia ha crecido y madurado junto con la tecnología y la industria. Esta evolución del contenido refleja la de la audiencia".

Desde agosto 2013, momento en el que comenzó a trabajar en Arthur, hasta octubre de 2018, cuando se publicó el juego, Clark fue dejando parte de él en el personaje. "Me gusta pensar que soy leal como Arthur y que tengo su sentido de humor seco". Esto también funcionó a la inversa y a veces se llevaba a Arthur a casa: "Recuerdo que hablaba con mi mujer cuando regresaba a casa y a veces me decía que estaba siendo Arthur Morgan". "Asegúrate de cambiar el chip cuando hablas conmigo", le decía en broma. Considera que de Arthur ha aprendido" el perdón y la madurez que no tenía antes".

Una de sus preocupaciones durante los cinco años que estuvo trabajando en el personaje fue precisamente que el jugador decide en parte la personalidad de Arthur. ¿Cómo interpretas sin saber cómo actuará el personaje? "Eso fue algo realmente desafiante que me preocupaba al comienzo del proyecto. Especialmente para la segunda mitad de la historia de Red Dead Redemption 2 porque el comportamiento del jugador afecta directamente al argumento y algunas escenas no suceden o son diferentes en función de ello".

La ambigüedad como clave 

Hubo dos cosas que le ayudaron a afrontar ese dilema: "Una fue la calidad del guión. Los escritores principales eran Dan Houser (jefe de la compañía, Rockstar, junto a su hermano Sam), Michael Unsworth y Rupert Humphries. Tenían una idea muy definida de cuál era la historia y de lo que debía ser. Y prestaron atención a lo que los actores trajeron a la mesa, modificando ciertas cosas. Para acomodar al actor y al personaje".

"Y la segunda", prosigue, "fue recordar que las personas son complicadas y se contradicen a sí mismas siempre que se adapte a sus motivaciones en ese momento en particular. Y mientras sea veraz y honesto, creo que el público lo aceptará. Los políticos en un plazo de cinco minutos se contradicen completamente. Pero lo hacen de una manera que satisface sus necesidades. Por lo tanto, es posible que no estés de acuerdo, pero le crees".

Esa idea, además, le ayudó a "aceptar la ambigüedad de Arthur", una de sus características más destacadas. Para llegar a ella se inspiró en el actor japonés Toshiro Mifune y sus películas de samurais, un subgénero de las películas del Oeste. Y de hecho algunas películas de vaqueros son remakes de estas cintas japonesas.

"Quedé impresionado con su actuación. Me dejó hechizado. Era un actor que podría ser ingenioso y, al mismo tiempo, amenazante y, a veces, muy estoico. Pero en otros momentos también es bastante sociable. Tenía muchas contradicciones", relata Clark sobre los papeles de Mifune, en una descripción que bien podía ser la de Arhur.

Eastwood no; Wayne sí

Clark asevera que los personajes del actor japonés eran "ambiguos" y "sabía que eso era algo que quería en nuestro juego. Por muchas razones En primer lugar, por la forma en que Arthur cambia durante la historia. Pero también debido a la forma en la que el jugador podría elegir jugar. Quería presentar una actuación que fuera lo suficientemente honesta y ambigua para que se adaptase a si juegas con honor o como un malhechor". 

Por supuesto, Clark estudió muchas películas del Oeste, de las que se declara aficionado. E incluso una australiana, 'La propuesta', en la que el protagonista ve cuestionada su lealtad hacia su socio. Algo muy similar a lo que ocurre en el juego. No tomó, sin embargo, a Clint Eastwood como una referencia por no tener un arco emocional. Sí se vio influenciado por John Wayne, otro un clásico de estas películas. 

Son nombres propios que definieron un género que ya cuenta con otra incorporación . Hay un nuevo forastero en la ciudad. Su nombre es Arhur Morgan. Roger Clark se ha ganado ese reconocimiento.