La bailarina cubana Alicia Alonso, una figura legendaria de la danza clásica, falleció este jueves a los 98 años, informó a Efe un representante del Ballet Nacional de Cuba

(BNC).

Alonso, quien pese a su avanzada edad permanecía en activo al frente del prestigioso BNC, se encontraba ingresada por complicaciones de salud en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) de La Habana, donde murió en torno al mediodía.

Pese a su avanzada edad y a la ceguera casi total que sufrió por largos años, incluso en su época de bailarina en activo, Alonso se mantuvo pendiente de los escenarios hasta el último momento a la cabeza de la compañía, con gran prioridad en la supervisión del trabajo de los jóvenes bailarines, a quienes trasmitió su legado.

De hecho, la autodenominada prima ballerina assoluta del BNC seguía dirigiendo formalmente la compañía, aunque desde enero pasado con el apoyo, como subdirectora, de la bailarina Viengsay Valdés, que es quien tomaba ya las decisiones artísticas, pero “siempre fiel” al legado de Alonso.

Alicia Ernestina de la Caridad Martínez del Hoyo, su nombre original, nacida el 21 de diciembre de 1920, en La Habana, hija de padres españoles, fue la menor de cuatro hermanos y dio sus primeros pasos en la danza a la edad de nueve años. Con una definida vocación por la danza, sus estudios de ballet comenzaron en la escuela de la Sociedad Pro-Arte Musical, de la mano del profesor Nikolai Yavorsky.

Actividad profesional en EEUU 

Su actividad profesional en Estados Unidos comenzó en 1938 bailando en comedias musicales como Great Lady (Gran Dama) y Stars in your eyes (Estrellas en sus ojos) junto a renombradas figuras de la época, antes de integrar el American Ballet Theatre de Nueva York en 1940.

Elevada al rango de primera bailarina, actuó en escenarios de diversos lugares del mundo, y en 1943 debutó en el ballet Giselle, el personaje de la campesina ingenua, romántica y engañada que bordó al mínimo detalle interpretativo para convertirlo en el más emblemático de su extenso repertorio.

Alicia Alonso compaginó sus actividades entre el American Ballet Theatre y su propia compañía, que tras el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959, recibe apoyo gubernamental y se reorganiza como Ballet Nacional de Cuba (BNC), su nombre actual, y bajo la dirección general de la famosa bailarina. Fue la primera bailarina del hemisferio occidental en actuar en la entonces Unión Soviética y la primera representante americana en bailar con el Ballet del teatro Bolshoi de Moscú y el Kirov, en Leningrado (San Petersburgo) en 1957 y 1958, respectivamente.