Ficha

-Antonio Mercero Juldain

-Lasarte, 7 de marzo de 1936- Madrid, 12 de mayo de 2018

-Director de cine

-Casado con Isabel Santos Fernández, con quien tuvo cuatro hijos

-Premio Emmy por La cabina (1973), Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1997) y Goya de Honor de la Academia (2010), entre otros

Para recordar

Dos semanas antes del fallecimiento de Antonio Mercero, el Gobierno anunciaba la retirada de todas las cabinas telefónicas de las calles. Recordado en todos los telediarios como el creador de Farmacia de Guardia y Verano azul, no sólo fue el hombre que parió dos de las series más exitosas de la historia de la televisión, sino que la revolucionó de una forma mucho más radical. Porque Farmacia de Guardia, un producto blanco y para toda la familia, llegó con la democracia instalada y en una cadena privada, pero lo que hizo con su mediometraje La Cabina fue algo que marcó un antes y un después.

Corría el año 1972 y el director se las apañó para colar en la televisión pública una bomba de relojería en forma de película de género realizada para mejorar la imagen internacional del ente. Lo que Franco no se esperaba es que fuera Mercero quien se la colara. El director ya había colaborado con ellos en Crónicas de un pueblo, programa que comulgaba con lo que se pedía a la cadena pública, así que a él le encargaron la creación de una película con la que lograr algo de prestigio. Dicen que se buscaba ganar premios fuera de España. En esta ocasión esa jugada les salió redonda, porque La cabina logró el premio Emmy a la mejor producción internacional, pero no fue ese su mayor logro.

Pero el verdadero logro de Mercero fue usar la ficción como crítica al franquismo sin que ellos se dieran cuenta. La cabina era un ataque a la dictadura, a la que metió entre cuatro paredes de cristal para destrozarla con imágenes, porque ese señor de clase media que tenía los rasgos de José Luis López Vazquez eran todos los españoles, que se creían a salvo del régimen hasta que se chocaban de frente con su represión.

La crítica al sistema está en la propia metáfora central del filme, pero también en todo lo que va ocurriendo. Se observa en la primera solución que ofrecen las autoridades para resolver el problema: usar la fuerza. Y sobre todo se siente en el giro argumental que muestra una conspiración en la que una poderosa empresa lleva a López Vázquez a unos sótanos misteriosos donde se descubre que el poder acaba con las personas. Él no ha sido el primero, sino sólo uno más aplastado por un sistema que violaba los derechos de los ciudadanos.

Su vida en imágenes