Los responsables de Operación Triunfo han vuelto a sembrar la polémica (y la distorsión) con el reparto de temas del que saldrá el representante de España en Eurovisión. En total, se han elegido 17 canciones que uno podría pensar que se repartirían equitativamente entre los 16 concursantes de esta edición a los que se les prometió las mismas oportunidades.

Sin embargo, tres participantes se han quedado sin opción, es decir, sin canción (África, Dave y Alfonso) y uno de los concursantes, Miki acumula hasta tres canciones para que le toque el viaje a Eurovisión: dos individuales y una con Natalia. Y no piensen que se trata de uno de los dos finalistas que ya han sido elegidos ni siquiera el más brillante o el más querido por el público en esta edición. Ha estado nominado varias veces y lo han salvado los compañeros.

Con este reparto de la tarta, las redes no han tardado nada en reivindicar lo incomprensible: ¿por qué un participante tiene tres y otros compañeros sólo una o ninguna?, ¿qué clase de favoritismo ha marcado el reparto de temas?, ¿hay algún 'dedazo' divino que esté ayudando a Miki en esta edición?

Dos de los concursantes ya se han pronunciado. Noelia ha asegurado que va a trabajar mucho pero que no le salen las cuentas en este reparto (ni a ella ni a nadie).

Y Dave, uno de los concursantes que se ha quedado sin oportunidad para intentar ganarse la participación en Eurovisión ha tirado de buen humor para asegurar que él lo que quiere "es comentar" el concurso.

No es la primera vez que Miki se ve envuelto en una polémica dentro de este concurso. Se ha acusado a los responsables de OT de favoritismos a la hora de darle temas más potentes en algunas galas que a otros concursantes e incluso se ha cuestionado que haya llegado a la semifinal (en la que entró en quinta posición) frente a otras voces mejores que han ido abandonando el programa.

Después del batacazo de Eurovisión del año pasado con Amaia y Alfred, pese a que la canción fue elegida por el público de forma incontestable, los responsables de OT deberían de haber sido más justos (o más transparentes) en ese reparto para evitar el riesgo de la desafección respecto a un concurso que cada vez pierde más audiencia y respeto en nuestro país.

Si por razones que superan el entendimiento televisivo medio lo que quieren es que Miki (que cantó por primera vez en catalán en el programa y que es tenido como el rey del buen rollo en esta edición) sea el candidato español, que ahorren a los telespectadores tener que pasar por el aburrimiento de escuchar un minuto de las 17 canciones y votar dos veces hasta elegir al representante.