• 1 de 10

    John Wayne

    Tras su muerte el 11 de junio de 1979, la tumba del héroe americano por excelencia estuvo casi 20 años sin epitafio, a pesar de su deseo de que apareciera, como comentó su hijo, 'Feo, Fuerte y Formal' (Ugly, Strong and Dignified en el original). Sin embargo, finalmente se decidió inscribir una famosa cita del actor en una entrevista que concedió en 1971 a Playboy: "El mañana es lo más importante en la vida. Entra muy limpio en nosotros a la medianoche. Es perfecto cuando llega y se pone en nuestras manos. Y espera que hayamos aprendido algo del ayer".

  • 2 de 10

    Edgar Allan Poe

    El cuervo es el poema más famosos del escritor estadounidense, los versos que le propulsaron a la esfera internacional. El texto narra la misteriosa visita de esta ave parlante a la casa de un amante afligido, y de su lento descenso hacia la locura. El cuervo negro, posado sobre un busto de Palas Atenea, parece azuzar su sufrimiento con la constante repetición de las palabras "Nunca más". Ese famoso verse es el que se puede leer en la tumba de Poe.

  • 3 de 10

    Frank Sinatra

    Frank Sinatra no podía marcharse sin dejar algún lema vital para aquellos incondicionales que se acerquen a rendirle tributo. Un escueto pero certero "The Best is yet to come" (Lo mejor aún está por llegar) es lo que se puede leer en su tumba. Tal vez se refería a su aura de leyenda, a sus canciones repetidas continuamente o, quizá, a la cantidad de dinero que sigue haciendo incluso después de muerto.

  • 4 de 10

    William Shakespeare

    El dramaturgo y poeta inglés falleció el 3 de mayo de 1616 y sus restos fueron sepultados en la iglesia de la Santísima Trinidad de Stratford, cerca del altar mayor. En esa época existía la macabra costumbre de vaciar las tumbas cuando no había espacio suficiente para enterrar a los muertos más recientes. Quizá de ahí se desprenden las palabras que el propio Shakespeare entrelazó para su epitafio: Buen amigo, por Jesús, absente / de cavar el polvo aquí encerrado / Bendito sea el hombre que respete estas piedras / y maldito el que remueva mis huesos.

  • 5 de 10

    Mel Blanc

    ¿Qué hay de nuevo, viejo? Muy poco conocido en los países no angloparlantes, Mel Blanc era toda una institución entre el doblaje, el hombre de las mil voces. Los Looney Tunes se lo deben todo: Bugs Bunny, el Pato Lucas, Piolín y Silvestre o el Gallo Claudio, entre otros muchos. Y, sí, el Puerco Porky, cuyo "Eso es tó, eso es tó, eso es todo, amigos" (That's all, folks) es la inscripción reconocible que preside su sepelio.

  • 6 de 10

    Bette Davis

    La actriz con la mirada más pura era además una mujer que había labrado su propio camino. Y tremendamente orgullosa que estaba de todo el trote y de cada caída. Por ello, para su sepelio decidió echar mano de su gran amigo Joseph Mankiewicz, director de Eva al desnudo. Él dijo de Davis: "She did it the hard way" (Lo hizo a su difícil manera). Y, ella, que se lo tomó como un piropo, se lo apropió para siempre.

  • 7 de 10

    Michael Jackson

    “Compositor, cantante, productor, bailarín, coreógrafo, humanitario, miembro de los Jackson 5, solista, 13 singles número 1, 13 Grammys, 197 premios y 37 Top 40 Hits. En el Paseo de la Fama del Rock and Roll y legenda de la Motown. Se marchó demasiado pronto”. Así de rotundo (y extenso) es el epitafio de la leyenda del pop.

  • 8 de 10

    Elvis Presley

    Bien largo también es el epitafio del cantante estadounidense, uno de los más populares del siglo XX: "Fue un precioso regalo de Dios. Lo quisimos muchísimo. Tuvo un talento divino que compartió con todo el mundo. Y, sin duda, llegó a ser aclamado por todo el planeta, haciéndose con los corazones de jóvenes y mayores. Fue admirado, no sólo por entretenernos, sino también por su gran humanidad, su generosidad y sus nobles sentimientos hacia el prójimo. Revolucionó el mundo de la música y recibió los más prestigiosos premios. Llegó a ser una leyenda viva de su tiempo, ganándose el respeto y el amor de millones de personas. Dios notó que necesitaba descansar y se lo llevó a casa para estar con él. Te echamos de menos y agradecemos a Dios que te nos entregara como hijo".

  • 9 de 10

    Sylvia Plath

    La escritora estadounidense, la primera poeta en ganar un premio Pulitzer, falleció el 11 de febrero de 1963. Plath está enterrada en el cementerio de la iglesia de St Thomas A. Beckett, en Heptonstall, un pequeño pueblo localizado en West Yorkshire. Su epitafio, "Incluso en medio de las llamas feroces se puede plantar loto dorado", es una cita del libro Monkey escrito por Wu Cheng'en a mitad del siglo XVI.

  • 10 de 10

    Billy Wilder

    El mítico director y guionista no podía, ni para sus últimas palabras , dejar de lado la ironía con la que se caracterizaban sus diálogos. Ni dejar de hacer referencia al más famoso de ellos. "Soy escritor, pero claro, nadie es perfecto", dice su epitafio, donde usa el sarcasmo a modo de autoparodia y con el cierre de Con faldas y a lo loco.