El hijo de Woody Allen y Mia Farrow ha roto su silencio en una carta publicada en su blog. “Estuve presente ante todo lo que sucedió en nuestra casa antes, durante y después del supuesto acontecimiento. Ahora que la histeria pública de comienzos de este año se ha apagado un poco y tengo algo de esperanza de que la verdad pueda ser escuchada, quiero compartir mi historia.”. El jueves pasado, Moses Farrow escribió una carta en la que se sinceraba y negaba las acusaciones que se vertieron sobre su padre en las indicaban que el director abusaba sexualmente de su hija Dylan. Esta denuncia salió a la luz en 1992, época en la que el cineasta y la actriz estaban protagonizando uno de los divorcios más tormentosos y recordados de Hollywood.

En la carta, Moses afirma que "la abusiva fue nuestra madre" y que "mi curación comenzó sólo después de alejarme de ella". "Lo que te ha hecho a ti [Dylan] es insoportable". Asegura queel juicio paralelo al que se está enfrentando su padre se debe a ella. “No podía quedarme callado mientras condenan a mi padre por un crimen que no cometió”, declara el hijo a la espera de que “la verdad tenga un juicio justo”.

Este suceso se dio tras hacerse pública la noticia de que Woody y Soon-Yi estaban saliendo. “Todo cambió. Mi madre insistió en que sacáramos a los dos de nuestras vidas, y no tuvimos otra opción que aceptarlo.” Años después, consciente y preparado, Moses ha contado el supuesto día de los hechos. Recalca el hecho de que “durante meses, (Mia) había estado taladrándonos la cabeza como si fuera un mantra: Woody era ”malvado“, ”un monstruo“, ”el demonio“, y Soon-Yi estaba ”muerta para nosotros“, recuerda el hoy terapista y fotógrafo de 40 años de edad. Moses subraya que Mia intentaba proyectar una imagen de hogar feliz con sus hijos biológicos y adoptados, algunos de ellos con discapacidades, pero entre esas cuatro paredes ”la realidad era muy diferente”, dice. Mia se aferró a esa relación para apoyar la denuncia de su hija Dylan.

"No había tren eléctrico" 

Como “hombre de la casa” aquel día, había prometido estar atento por si había algún problema, y es justo lo que hice. Recuerdo dónde se sentaba Woody en la sala de la tele, y puedo ver dónde estaban Dylan y Satchel. No es que todo el mundo se quedara pegado en el mismo sitio, pero me esforcé en fijarme dónde iba cada uno. Recuerdo que Woody salió del salón algún momento, pero nunca con Dylan. Iba a otra habitación para hacer una llamada, leer el periódico, ir al baño o salir para tomar un poco de aire y caminar en torno al estanque que había en la propiedad”, afirma el hijo.

En su famosa carta abierta de 2014 en The New York Times, la Dylan adulta de pronto parecía recordar cada momento del supuesto abuso, escribiendo “Me dijo que me tumbara boca abajo y jugara con el tren eléctrico de mi hermano. Entonces abusó sexualmente de mí. Me habló mientras lo hacía, susurrando que era una buena chica, que era nuestro secreto, prometiéndome que iríamos a París y sería una estrella en sus películas. Recuerdo mirar fijamente el tren de juguete, centrándome en cómo daba vueltas por el ático. A día de hoy, me cuesta mirar trenes eléctricos.” apela la hija.

El relato que defiende su hermana tiene un “principal problema”, que el también detalla en la carta: “No había ningún tren eléctrico. De hecho, no había manera de que los niños pudieran jugar ahí arriba. Era una buhardilla inacabada. La idea de que ese espacio pudiera haber albergado un tren eléctrico operativo, que daba vueltas alrededor del ático, es ridícula. Uno de mis hermanos tenía un tren eléctrico, pero estaba en la habitación de los niños, un garaje reconvertido en la primera planta. Al final de la tarde, mi madre volvió con Casey y sus adoptados más nuevos. No hubo quejas de las niñeras, y nada raro en el comportamiento de Dylan. De hecho, Woody y Mia salieron a cenar esa noche. Después de la cena, volvieron a Frog Hollow y Woody se quedó a dormir en una habitación de la planta baja, y no hubo, aparentemente, ningún comportamiento anormal por parte de Dylan, y tampoco hubo ninguna queja de los adultos”.

"Mi padre sólo ha sido acusado una vez"

Dylan reafirmó la acusación en 2014 paseándose por medios y platós de televisión en medio de la cascada de casos de agresión sexual que se estaba dando en Hollywood y el impulso de los movimientos contra el acoso “Me too” y “Time's Up”. Pero Moses Farrow ya no ha podido aguantar más su silencio y ha hablado para romper una lanza defendiendo al director.

Se ha querido referir al público: “A todos aquellos que estáis convencidos de la culpabilidad de mi padre, os pido que consideréis esto: en esta época de #MeToo, cuando tantos pesos pesados del cine se enfrentan a decenas de acusaciones, mi padre solo ha sido acusado de mal comportamiento una vez, por una expareja enfurecida en mitad de unas negociaciones beligerantes por una custodia. A lo largo de 60 años bajo el foco, ninguna otra persona ha comparecido para acusarlo siquiera de comportarse mal en una cita, o actuar inapropiadamente en cualquier situación profesional, y menos aún de abusar de un niño”.

Parar el linchamiento

Le ha dedicado también unas palabras a los compañeros de profesión de su padre: “A los actores que han trabajado con mi padre y han expresado arrepentimiento al hacerlo: os habéis unido rápidamente al coro de condena en base a una acusación desacreditada por miedo a no estar en el lado “correcto” de un gran movimiento social. Pero en vez de aceptar el relato de la turba de Twitter, que repite sin pensar una historia investigada y desacreditada hace 25 años, por favor considerad lo que tengo que decir. Después de todo, estuve ahí y conozco tanto a mi madre como a mi padre y lo que cada uno es capaz de hacer mucho mejor que vosotros.

Despide la carta refiriéndose a su madre y hermana: “Una cosa que decías que apreciabas de mí era mi habilidad para escuchar. Te escuché durante años y consideré tu verdad por encima de las demás. Una vez me dijiste: “No es sano aferrarse al odio”. Y sin embargo aquí estamos, 26 años después. Imagino que tu siguiente paso será lanzar una campaña para desacreditarme por hablar en público. Sé que es lo que toca. Y es una carga que estoy dispuesto a soportar. Pero después de todo este tiempo, ya basta. Ambos sabemos la verdad. Es hora de que acabe este castigo”.

Con estas declaraciones el hijo del aclamado director y la actriz ha querido limpiar la imagen de su padre, sacando a relucir su verdad e intentando parar la ola de insultos y problemas que la versión de su hermana ha generado.