No leas este artículo si no has visto el biopic de Steve Jobs (el de Danny Boyle, no el de Ashton Kutcher). No lo leas si no tienes asumido que Jobs era un ser torturado con excesiva facilidad para el maltrato humano. No lo leas si un día Apple no te cambió la vida. Puedes leerlo si, como yo, sientes que nuestra relación se desvanece y te gustaría decirle a Jobs, como aquel día que tu chica te dijo a ti: “Cariño, esta noche… tenemos que hablar”.

Estas son algunas cosas que (imagino) no pasarían si aún viviese Steve Jobs.

1.- No habríamos visto su película biográfica. Que es estupenda, pero le pone a caldo. Jobs hubiese comprado la productora, la distribuidora y hasta al casero de Michael Fassbender. Pasta no le faltaba y ganas de controlarlo todo, aún menos.

2.- Volvería a vigilar lo que publicamos sobre él. Está claro que la política de comunicación de Apple se ha relajado. Cuando el iPhone se lanzó en España compré a la revista New York la ilustración de portada que lo retrataba a todo color como gurú. Al enterarse Apple llamó a Esquire América, a la que había utilizado al comienzo de su carrera para darse a conocer, y amenazó –en nombre del jefe- que si hablábamos de él en la portada en Esquire España quitaría toda la publicidad de la compañía. La onda expansiva de la presión llegó a mi iPhone, que estaba pirateado por un chino de Lavapiés porque aún no se vendía aquí y me lo había traído de Nueva York. Ya había impreso toda la tirada. Cambié la ilustración por una fotografía y volví a imprimir, asumiendo todas las perdidas con las que me podría haber comprado los próximos iPhone 7, iPhone 8, iPhone 9 y iPhone 10.

3.- La tienda de la Quinta Avenida habría sido reformada. Es el lugar más visitado de Manhattan. El afterhours que más factura, el refugio de los que con el vuelo que llega a la ciudad a las 17 no queremos acostarnos, abierto 24 horas, se está quedando viejo. Está perdiendo su “mojo”, o será que al no tener al lado la magia de la juguetería FAO Schwarz la princesa del comercio está triste. Hagan algo, por favor, que hasta los caballos de Central Park lo están notando.

4.- El cartel de Tío Pepe no hubiese cambiado de edificio. No soy rencoroso pero si Apple presumió de Think Different, este habría sido el mejor momento, al menos para los que vivimos en Madrid, para demostrarlo. Anda que no hubiera molado la tienda de Sol con el sombrerito cordobés de neón arriba del todo. Jobs, cómo dejaste que El Corte Inglés te ganase por la mano.

5.- No hubiese vendido el iPad Pro. Y que conste que tengo uno. Nada más pagarlo, la vendedora, ese vendedor de las tiendas Apple que siempre parece que acaba de dejar los apuntes calientes encima de su mesa y que se embute en esa camiseta malucha para sacarse unos dinerillos, pero que te hace sentir que es como tú, me dice:

-Si en 14 días no estás contento lo traes y te devolvemos el dinero.

-¿Usado? -respondo sorprendido.

-Si, claro, habiéndolo usado.

-¿Y entonces, que hacéis con el iPad Pro después?  

-Lo tiramos

-¿Lo tiramos...? Me ha costado 1200 euros y si te lo traigo antes de 13 días, ¿lo tiras?

-Sí. 

Ya han pasado 33 días.

6.-No habría dejado que Tidal naciese. La empresa de Jay Z, aunque nació con varios tropezones, se está moviendo rápido. Muy rápido. Ofrecen alta fidelidad en streaming y un servicio muy editorializado. Jobs hubiese lanzado un Apple Music Premium para no dejar que Jay Z se acercase y habría engatusado a Beyoncé para patrocinar su próxima gira.

7.-Tendríamos televisiones Apple. Y Samsung se estaría estrujando las meninges para mejorarlas.

8.-El Apple Pay sería ya común entre nosotros. No tardará el día en el que guardemos las tarjetas de crédito como el que guarda aquel viejo carnet de la biblioteca. Lo que separa a un banco de un operador como Apple es la licencia regulatoria. Como norma cualquier mercado regulado es susceptible de perder su regulación.

9.-Norman Foster habría modificado el diseño del cuartel general de Apple varias veces. Y puede que lo hubiera acabado. El proyecto nos lo contó en la redacción un día desayunando Elena Foster, nos habló incluso de coches eléctricos que circularían tras un inmenso laberinto de carreteras subterráneas. Veremos a ver.

10.-Bowie no habría muerto. No tengo ni la menor idea de qué hubiese hecho Steve Jobs para mantenerlo aquí, pero sé que algo habría pasado. De acuerdo contigo, esta última no es muy razonable, pero es que la trayectoria de Jobs nunca fue razonable. Razonable es Bill Gates y es muy aburrido.