Avilés junto a Lara Álvarez en su despedida de Honduras.

Avilés junto a Lara Álvarez en su despedida de Honduras. Mediaset

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Avilés, ¡por fin en su casa! La expulsión de Supervivientes de la que ni sus peloteos e inventos le han salvado

Siempre se van los mejores. Marchó y ha dejado a la plantilla de luto y a Honduras fundido a negro. Reflexiono yo solo por aquí: ¿qué será ahora de esas tierras sin aquel capo que todo lo dirigía? 

1 mayo, 2020 02:47

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Qué jueves, Dios mío, qué jueves. Tengo que decir que Supervivientes ha estado muy interesante. Bueno, seamos francos: mini tramitas y dos grandes bombas que han provocado un tsunami tan fuerte que ha llegado a España. ¿No escucharon ese nervio en el piso? Yo me las prometía feliz con el enfoque de este texto antes de la hecatombe; ja, te vas a enterar, querido Hugo Sierra (46 años), tú y tu deleznable machismo... cuando, ¡chas! Todo cambia. La estructura de la crónica y poco menos que la vida. Siempre a destiempo, a una hora cuasi pornográfica. José Antonio Avilés (23), expulsado de la isla. ¡Paren las máquinas! Borrón y cuenta nueva. 

No puedes ir por el machismo de Hugo y su asqueroso trato a Ivana, me arengo y regaño. No, hay que ir por Avilés. ¡Cómo no! Porque yo seré sincero, y espero que los que me leen también lo sean: ¿acaso alguien se pensaba que iba a irse Barranco en favor de José Antonio? Hombre, por Dios. Eso es no tener ni una miaja de olfato. Pues no, resulta que no lo tengo y me lo como con patatas. Así de claro. Avilés ha abandonado Honduras tras su duelo con Albert y salvarse Jorge. ¡Quién me iba a decir a mí que Avilés decía adiós! Él, el rey de la mentira y de la fabulación; él, santísimo, que te movía la isla como nadie. 

José Antonio tras su expulsión del concurso.

José Antonio tras su expulsión del concurso. Mediaset

Con el que nunca te aburrías. El que un servidor creía que iba a llegar, a acariciar la final junto a Ivana y Rocío Flores (23). Él, se ha ido. Y ha dejado a la plantilla de luto y a Honduras fundido a negro. Reflexiono yo solo por aquí: ¿qué será ahora de esas tierras sin aquel capo que todo lo dirigía? Porque sí, queridos lectores, con José Antonio me ha pasado como con un familiar: se va y solo se atisba un páramo seco, desértico, tan solo con una bola del oeste bailando a sus anchas... Asumámoslo: o Rocío Flores se pone firme y canta las cuarentena a su madre y se va de la lengua o aquello será un funeral. 

Ay, pero nada: pese a que Flores le había dicho que no se iba "ni con agua caliente", él partió. Ingenuo, dicen, sin saber lo que le espera en España. ¡Ilusos! Eso no es verdad: él conocía todo el percal que se iba a generar antes de partir. Lo dije en un blog y lo mantengo: señores, dejemos de infravalorarlo: él es más listo de lo que hace ver. Lo tiene todo controlado. Sabe la bomba que ha caído en España y el cóctel molotov que va a provocar su aterrice. "Me voy contento, me he llevado a todos. Me he llevado a mi abuela, desde arriba que se siente muy orgullosa. También es el cumple de mi padre", asegura mientras se encoge y frota los brazos en señal de debilidad. ¡No lo crean! 

Dice José Antonio que ha remado a favor de obra, que esa es su mayor hazaña como periodista. Eso, querido, nadie te lo discute. Habría que ser lerdo, y nadie lo somos. Te has dejado en la isla, fíjate, hasta lo que, en el fondo, eres. Tú, que fuiste con tu caparazón y tu mochila inventada. Eres muy listo, muy sagaz, un tipo que sabe el frío que hace en los callejones destemplados. Por eso, has dado el discurso ese: "Gracias, Jorge Javier (49). Yo nunca he trabajado contigo, pero siempre te he tenido como un referente. Gracias a ti y a Emma. Y a Raúl Prieto, que sabe que siempre me he intentado superar en mi vida". Oye, seré yo, pero he echado en falta una palmada afectiva a su familia. No sé, le habría dado un toque más... ¿humano? 

Y voy a cerrar con el drama de Hugo Sierra e Ivana. Esa ruptura que, parece, nadie entiende y que a mí no me sorprende. Es más, la esperaba por estas fechas. Él no está enamorado de ella, la vio como esa mujer linda con la que dar guantazos sin manos que, vaya cosas, le acabaron rebotando. No por sentimiento o amor, sino por el puro karma. Él ha jugado con ella y ella... sí, se ha pillado. Ella sí se ha pillado. Lo quiere. Por eso he sufrido este jueves en la gala, porque ella le hablaba desde el amor y él lo recibía en árabe y con cara de póquer. No, no están en la misma liga. "He visto comportamientos muy egoístas por su parte", dice él.

Hugo e Ivana durante su ruptura.

Hugo e Ivana durante su ruptura. Mediaset

Se refiere a que ella no compartió con él un bocadillo que ganó en una prueba. En eso se reduce, según este hombre, el amor. En un bocadillo. Y cuando se ve en un callejón, improvisa defectos de Ivana sobre la marcha que nadie se cree. No, señor: la generosidad no se mide por ahí, Sierra. La mujer hace tiempo que no se quita el pan de la boca para dárselo al hombre. Eso es no amor. 

Ivana, impecable, ha firmado su victoria en el concurso con la siguiente frase. Será la ganadora, al tiempo: "Para mí, era mi compañero, todos nos envidiaban, no me puedo creer que por una prueba o un gesto pase esto, porque yo también me estoy muriendo de hambre. Tomé una decisión drástica, sí, pero después de todos los planes que hemos hablado... Para mí esto fue real. Lo respeto, pero no me lo puedo creer. Me cuesta un montón demostrar los sentimientos, pero el primero que me dijo 'sigue tu corazón y no hagas tanto caso a la cabeza' fue él. Y eso fue lo que hice". Supervivientes, prepara el cheque de 200.000 euros para Ivana.  

Expulsado: José Antonio Avilés

Nominados: Elena, Yiya, Hugo y Jorge

[Más información: Los bochornosos comentarios sobre la homosexualidad de Avilés y el SOS de Rocío Flores en Supervivientes]