Anne Igartiburu (50 años) se mantiene como uno de los rostros más característicos de Televisión Española. De hecho, se podría hablar de ella como la gran superviviente de la cadena pública, en una época en la que los años de vida laboral de los presentadores pueden peligrar debido a la etapa por la que atraviesa en la actualidad TVE. Pero en su caso, su rutina diaria de trabajo es lo que avala su permanencia en el formato.

El contrato de la vasca, al igual que el de la gran mayoría de presentadores y colaboradores de la cadena, es artístico. Esto quiere decir, entre otras cosas, que cada día que esta acude al programa tiene que firmar, ya que se trata de un acuerdo diario. De esta forma, Igartiburu se libra de la 'exclusividad' con la cadena, por lo que puede hacer galas, eventos e intervenciones en cualquier otro programa, lo que le proporciona una gran libertad en su carrera profesional. A su vez, y gracias a este tipo de contrato, puede embolsarse una mayor cantidad económica que si estuviese regulada por un convenio colectivo -como sucede con la mayoría de los trabajadores de RTVE. 

Además, su condición de personaje de peso y rigor en el mundo mediático le da la oportunidad de actuar de rostro visible de diferentes causas, de promociones de la cadena o de publicidad de marcas, además de las famosas Campanadas. Todas estas tareas las realiza fuera de su labor como presentadora, lo que le proporciona un sobresueldo para su cuenta corriente.

Si bien es cierto que durante un largo periodo de tiempo los rumores hablaban de que la presentadora se embolsaba más de un millón de euros anuales, ella no tardó en desmentirlo. Sin embargo, tal y como apuntan a este medio, Igartiburu tiene uno de los sueldos por programa más altos de la cadena pública, cuya cifra podría oscilar entre los 1.000 y 1.500 euros por programa. Si a esto se le añade que normalmente son más de 250 los programas que firma por temporada, los 300.000 euros los tiene asegurados al mando de Corazón. 

Según pudo conocer JALEOS hace unos meses por parte de una fuente interna del programa, en el espacio que presenta desde hace más de 20 años es la propia Anne quien, por ejemplo, se encarga de crear sus propias entradillas. Su implicación en el programa es máxima, y el hecho de que Igartiburu se vuelque de lleno en esas funciones dice mucho de ella. En lo que respecta al trato humano, la vizcaína mantiene un trato de apoyo y cariño hacia los miembros de la redacción, y confía ciegamente en la información de sus redactores. Eso sí, supervisa el trabajo que previamente hacen sus compañeros para encontrar la manera más interesante de introducir las noticias.

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