Robe Iniesta en una fotografía de archivo. Gtres
El legado de Robe Iniesta tras su muerte: dos empresas muy dispares y el cargo clave que ocupa su mujer, Vivi Vázquez
El fallecimiento de la leyenda del rock, acaecido este pasado 10 de diciembre, deja rota a su familia: su esposa, Vivi, y sus dos hijos, Naum y Karín.
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El mundo de la música y el rock sigue llorando la pérdida de Robe Iniesta, fallecido a los 63 años este pasado 10 de diciembre. Mientras las causas de su deceso continúan sin conocerse, en las últimas horas se ha hablado de su vasto y valioso legado.
En sus últimos meses de vida, el compositor tomó decisiones clave para asegurar la continuidad de sus proyectos personales y profesionales. Consciente de que su salud podía deteriorarse, nombró a su esposa, María Victoria Vázquez, apoderada de sus dos principales empresas.
A través de ellas gestionaba tanto su actividad musical y artística como un ambicioso proyecto agrícola y de turismo sostenible en Extremadura. Estas medidas reflejan la férrea voluntad de Iniesta de dejar todo preparado para que sus iniciativas sigan vigentes sin él.
Robe Iniesta, sobre los escenarios, en 2022. Gtres
En el momento de su fallecimiento, Iniesta administraba la sociedad B N C A S.L, con sede en Bizkaia. Esta compañía estaba destinada a gestionar su actividad musical y artística y mostraba una situación financiera sólida.
En el ejercicio de 2022, el último disponible, declaró unos resultados cercanos a los dos millones de euros y un activo superior a los tres millones. Estos números evidencian la buena salud económica de la firma, que se había convertido en el motor de su carrera en la última etapa.
Uno de los proyectos más recientes impulsados desde esta sociedad fue la coproducción de la película Heidi: el rescate del lince, un largometraje de animación que prolonga el universo de la serie emitida por TVE en 1975 y de la novela original de Johanna Spyri.
La cinta, fruto de una colaboración entre Alemania, España y Bélgica, se estrenó en cines el 22 de agosto y narra la aventura de Heidi y su amigo Pedro para proteger a una cría de lince.
El filme recibió reconocimiento internacional al ser nominado a Mejor Largometraje de Animación en los IFFA Awards de Australia, lo que supuso un hito en la diversificación artística de Iniesta.
Más allá de la música, Robe Iniesta también apostó por el agroturismo. Este proyecto, en el que su hijo Karín desempeñó un papel fundamental gracias a su dedicación a la agricultura, se articulaba a través de la empresa Producciones 16562 S.L.
La iniciativa llevaba años en desarrollo y había recibido distintos apoyos administrativos. Inicialmente, se planteó levantar cinco casas rurales en la finca La Fábrica, pero la primera declaración ambiental favorable caducó en 2024.
Posteriormente, el músico obtuvo un nuevo informe positivo para trasladar el proyecto a la finca El Goterón, en la sierra de Santa Bárbara.
El plan consistía en transformar más de 20.000 metros cuadrados de olivar en un complejo que combinara actividad agrícola con tres casas rurales, piscina y zonas de servicio.
La Junta de Extremadura veía esta propuesta con buenos ojos, considerándola un estímulo para la economía local y un ejemplo de diversificación en la comarca.
El artista, durante uno de sus recitales. Gtres
A diferencia de la empresa musical, Producciones 16562 SL atravesaba una situación más delicada. Aunque contaba con un patrimonio superior a los tres millones de euros, acumulaba pérdidas recurrentes. En el último ejercicio registrado, estas alcanzaron los 74.430 euros.
Además, la sociedad arrastraba una deuda bastante elevada, derivada de las entradas vendidas para una gira que la pandemia obligó a cancelar. El negocio principal, la organización de conciertos, seguía sin generar ingresos tras aquel parón, lo que comprometía su viabilidad inmediata.
La continuidad de la empresa dependía en gran medida de cobrar créditos pendientes, ya que los activos eran sólidos pero la actividad no resultaba rentable.
Esta situación ponía de manifiesto las dificultades que atravesó el sector musical tras la crisis sanitaria y cómo afectó directamente a proyectos de artistas consolidados como Iniesta.
Padre protector
En cuanto a su vida privada, Robe pudo presumir de haber tejido una vida familiar tan sólida como discreta. El verdadero refugio de Iniesta siempre ha sido su círculo familiar; su raíz y su anclaje.
Casado con Vivi Vázquez, natural de Plasencia como él, el músico extremeño ha priorizado durante décadas una vida lejos de los flashes. La pareja conoció los altibajos, incluyendo una separación temporal, pero Vázquez se convirtió en musa recurrente de su obra.
Canciones como Bribriblibli (En el más sucio rincón de mi negro corazón) destilan esa devoción, con letras que retratan un amor cotidiano y visceral. Juntos formaron un núcleo estable.
La familia se asentó en una casa de campo en Lezama, a 20 minutos de Bilbao, tras periodos en Madrid, Barcelona y Granada. El hogar familiar fue una vivienda campestre, rodeada de naturaleza vasca.
Iniesta fue padre de dos hijos, Naum y Karín. Naum Iniesta Vázquez, el mayor, heredó el instinto musical. Naum es batería en bandas como Kontrol-M. Karín, la menor, mantiene aún mayor discreción, centrada en una vida privada que Iniesta protegió celosamente.