Samanta Villar en el programa 'Madres: desde el corazón' Mediaset Infinity
Samanta Villar, madre por ovodonación: "A mis hijos se les niega el derecho a conocer sus orígenes genéticos. Es grave"
La periodista ha sido la nueva invitada del programa 'Madres: desde el corazón' este lunes, 15 de septiembre.
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El programa de Mediaset Infinity, Madres: desde el corazón, regresa este lunes, 15 de septiembre, con una nueva entrega conducida por Cruz Sánchez de Lara (52 años). En esta ocasión, la invitada ha sido Samanta Villar (49), periodista y presentadora de televisión, que ha abierto las puertas de su vida más íntima para mostrar su lado más maternal.
La periodista ha confesado en más de una ocasión que está viviendo la vida que sus abuelas habrían querido vivir, y que parece haberse reencarnado en ellas para disfrutar de la libertad que a ellas les habría gustado. En este episodio del programa de Mediaset Infinity, Villar ha revelado cómo es su vida actual y, lo más importante, su vida como madre.
Villar ha contado, por primera vez, que el proceso de ser madre no ha sido nada fácil, pero que ahora se considera una "madraza". Este camino no ha sido sencillo para la periodista, ya que sufrió muchas complicaciones y tuvo que recurrir a la ovodonación; sin embargo, esto tiene sus pros y sus contras, tal y como ha explicado la presentadora.
Samanta Villar y Cruz Sánchez de Lara en 'Madres: desde el corazón'.
Aunque fue complicado convertirse en madre, una vez que Villar lo tuvo claro decidió someterse a este proceso. Sin embargo, hay una gran preocupación por parte de la presentadora respecto a este método. "Lo que me preocupa es que a mis hijos se les niega el derecho a conocer sus orígenes genéticos y esto es grave", ha reconocido en esta entrevista.
"El comité de bioética de España está pidiendo a los políticos españoles que se prohíba el anonimato en las donaciones, para preservar el derecho de la descendencia a conocer sus orígenes genéticos. Piensa en una persona que ha sido adoptada: se le permite saber cuáles son sus orígenes. Pero, por donación, se les niega este derecho", ha confesado, preocupada por ello.
Al parecer, la ley española es bastante estricta en este aspecto y con este tipo de tratamiento. "La ley española marca que cualquier donación, sea de óvulos o de esperma, tiene que ser anónima obligatoriamente. O sea, tú nunca vas a conocer la identidad, ni mis hijos nunca van a conocer la identidad de esta persona", ha comentado.
Y ha añadido la única excepción que existe que podría revocar lo dispuesto por esa ley: "Si ellos tuvieran alguna enfermedad grave, se podría contactar con la persona donante, por si en algún momento se necesitara una donación de médula, por ejemplo, o algo similar".
Eso sí, ha reconocido que "la ley española sí marca un límite para la consanguinidad", estableciendo límites en las donaciones para que una misma persona no pueda tener 3.000 hijos en la misma ciudad. Esto se limita a unas seis por persona.
Tras explicar una de sus grandes preocupaciones, Samanta confesó que siempre tuvo ganas de ser madre. "Yo he tenido ganas de tener hijos. No he sido una mujer que haya dudado si quería ser madre o no. Cuando era joven no quería, pero sí, luego lo tuve claro", ha manifestado.
Y, de hecho, ha reconocido que no tuvo problemas para buscar todos los caminos necesarios para ser madre. "Estuve un año y medio intentándolo y, al cumplir el año, fui al médico para preguntar qué estaba pasando. A partir de ahí, ya empezaron a ver que tenía baja reserva ovárica", ha explicado.
A esto se suma el tema de la edad de muchas mujeres al querer ser madres. "En los años de desarrollo de tu trayectoria profesional comienzan tus años fértiles, y cuando te decides es cuando tu curva de fertilidad comienza a bajar", ha añadido.
"Recuerdo el día que me dijeron: 'No podrás concebir con tus propios óvulos, quizás tengas que acudir a la donación de óvulos'. Ese día recuerdo bajar por la escalera del médico y pensar: 'Mis hijos no van a ser hijos míos', y ese fue el momento en el que se me cayó una lagrimita y dije: 'Bueno, si no van a ser mis hijos, esta es la historia que vamos a tener mis hijos y yo'", ha revelado con una sonrisa.
Los procesos que siguió
La presentadora ha querido enviar un mensaje a todas las mujeres que quieran ser madres y no puedan. "En las revisiones que nos hacemos todos los años podríamos pedir un recuento de folículos, y es bastante conveniente hacerlo. No solemos mirar esto, y es tu reserva ovárica por si comienza tu descenso antes de lo habitual", ha explicado.
"Primero intentamos una in vitro con mis propios óvulos y no funcionó. Ahí fue cuando recurrimos a la donación de óvulos, e hicimos tres intentos durante cinco años. En uno de ellos no había latido fetal y tuvieron que hacer un legrado. En total, fueron cinco años", ha revelado emocionada, aunque ha confesado tener una actitud distinta para reconvertir las noticias dolorosas en algo positivo.
En cuanto al proceso de ser madre de gemelos, dice que no le sorprendió, ya que le implantaron dos embriones y estaba segura de que cuajarían ambos. "Cuando me dijeron que eran dos, no fue una sorpresa", confiesa. Eso sí, ha revelado que tuvo náuseas los tres primeros meses y, entre bromas, afirmó que le gustaría que los hombres vivieran la experiencia: "Es como tener resaca todos los días", añade.
Después de un complicado proceso de maternidad, la presentadora se convirtió en madre hace nueve años mediante parto natural, sin cesárea.
En cuanto a ser madre, ha querido dejar claro que es una experiencia increíble, pero que no siempre es maravillosa. Hay veces que le parece precioso y otras en las que solo quiere dormir, estar sola y disfrutar de su faceta más personal. Así es como Villar ha confesado ser una buena madre, pero que le gusta mantener su libertad junto a sus hijos.