Cayetano Rivera en una imagen de archivo.

Cayetano Rivera en una imagen de archivo. Gtres

Famosos DIFÍCIL MOMENTO

Cayetano Rivera cancela dos nuevas corridas de toros y preocupa a sus seguidores: "Aún no estoy físicamente preparado"

El diestro había diseñado esta temporada como su gran despedida, pero todo se torció en la noche en que fue detenido y llevado a comisaría.

Más información: Cayetano Rivera cancela 'in extremis' una corrida en Santander tras casi un mes de su altercado con la policía

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Cayetano Rivera (48 años) no está atravesando un buen momento a nivel anímico y físico. Desde que se produjo aquel desagradable suceso en la noche madrileña, el pasado 30 de junio, que lo llevó a comisaría, la vida del diestro ha dado un importante giro.

Defiende su inocencia, pero el desgaste emocional parece que le está pasando factura. Si hace unos días se anunció que había cancelado una corrida de toros en Santander, ahora causa baja de dos fechas más. Este pasado día 14, Cayetano ha emitido un comunicado en su red social X.

En el escrito, manifiesta el hermano de Francisco Rivera (51) que no podrá cumplir con sus compromisos taurinos en Ciudad Real y Málaga: "Después de probarme en el campo, siento comunicar que aún no estoy físicamente preparado para afrontar mis próximos compromisos". 

El diestro, en un gesto de honestidad que ha sido recibido con respeto por sus seguidores, se ha sincerado sin ambages. Cayetano había diseñado esta temporada como su gran despedida. Plazas emblemáticas, fechas simbólicas, y una gira que cerraría más de dos décadas de entrega al toreo.

Pero todo se torció. Primero, la ruptura con la presentadora portuguesa María Cerqueira. Luego, un altercado en un restaurante de Madrid que terminó con su detención por presunta resistencia a la autoridad.

Y más tarde, una lesión en el campo que le fracturó el segundo dedo del pie izquierdo, además de dejarle contusiones en el glúteo y el pectoral.

"Mi respeto a mi profesión y al público me obliga a ser honesto y responsable con la realidad por encima de la ilusión que me produce volver a pisar el ruedo", ha añadido Cayetano en su comunicado.

Cayetano Rivera en una instantánea de archivo.

Cayetano Rivera en una instantánea de archivo. Gtres

Su vida cambió especialmente el 30 de junio. Cayetano fue esposado y trasladado a comisaría tras una discusión en un local de comida rápida. El parte médico posterior documentó hematomas y laceraciones en muñecas, brazos y rostro.

Su abogado, Joaquín Moeckel, ha presentado una denuncia penal contra los agentes implicados, alegando uso excesivo de la fuerza.

"Me sentí tratado como un delincuente o un terrorista", ha confesado el torero en privado, según fuentes cercanas. El entorno familiar, incluido su primo Canales Rivera, ha confirmado que Cayetano ha sufrido un bajón anímico importante.

"Está intentando recomponerse, pero no es fácil", ha asegurado. A la lesión física se suma el desgaste psicológico. Cayetano ha pasado semanas de magnetoterapia, frío local y reposo. Pero también días y noches complicadas.

"Está inquieto, muy triste, le cuesta conciliar el sueño”, aseguran fuentes próximas. El torero ha pedido prudencia y respeto. "La agenda la marcamos nosotros. Las prisas son para los malos toreros", ha dicho su abogado, en un intento por frenar el circo mediático.

Cayetano Rivera no estará en Ciudad Real ni en Málaga. Pero su ausencia no es una retirada, sino una pausa necesaria.

Dos comunicados

"Ante determinadas publicaciones aparecidas en algunos medios, me veo en la necesidad de aclarar que en ningún momento he protagonizado ni participado en ningún acto de agresión hacia agentes de la autoridad", empezaba diciendo su escrito.

"Lamento profundamente que se estén difundiendo versiones infundadas sobre unos hechos que, en ningún caso, ocurrieron como se ha insinuado", añadía. "Quiero dejar constancia, además, del respeto que siento por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, cuya labor valoro y reconozco".

"Ruego discreción y responsabilidad a la hora de abordar este asunto, especialmente por el impacto que puede tener tanto en el ámbito personal como institucional", agregó.

Días más tarde, visiblemente indignado, manifestaba su pesar por el devenir de las cosas. "Aunque las heridas físicas duelen, no es eso lo que más me duele. El verdadero dolor nace de la impotencia y la frustración de sentirme tratado como un delincuente".

Desde que se vio implicado en tan desagradable suceso, Cayetano ha evitado hacer comentarios directos sobre el asunto y se ha refugiado en su círculo íntimo.